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Capítulo 15

Cuestión de pieles I

Shen miró a través de la ventana el cielo durante el atardecer, pensando. En dos años, muchas cosas podían ocurrir, muchas cosas podían cambiar. Y si las recordaba de nuevo, iba a notarlos. Estaba seguro de eso. Pero nada puede cambiar si uno no hace algo al respecto, eso era algo que tenía en claro.

Durante ese tiempo, luego de lo ocurrido en el Festival de las Flores, Shen decidió invertir más de su tiempo en entrenar a sus discípulos y aconsejarlos. Si quería que sus discípulos fueran fuertes, necesitaba intervenir. No podía esperar que fueran fuertes de la nada o que la luz divina iluminara sus mentes y les diera las respuestas. Eso no pasaba más que en las novelas baratas que alguna vez descubrió a Qi Qingqi leyendo.

Sus discípulos fueron instruidos y entrenados minuciosamente, para que fueran capaces de manipular decentemente la espada y...sus otros dispositivos.

Los libros que alguna vez le prestó a Yingying terminaron en manos de sus demás discípulos. Muchos de ellos tomaron el consejo de utilizar otra arma que no fuera la espada, otros decidieron quedarse solamente con la espada y, como mucho, el arco. Pero más de eso se negaron a utilizar. Quizás porque implementar esos otros artículos significaba tener que entrenar su cultivo de dos maneras diferentes para que ambos estilos fueran en sintonía. Fue un reto para más de un discípulo, pero fueron constantes y lo consiguieron, aunque no eran expertos todavía. Pero con suficiente práctica, Shen estaba seguro de que lo serían.

Yue se había mostrado sorprendido ante la idea, pero no dijo nada y dejó que Shen continuara con el entrenamiento de sus discípulos tal y como venía haciendo. Aunque otros maestros de pico, como Qi Qingqi y Wei Qingwei, sí se mostraron descontentos ante una reunión de señores de pico que Shen no pudo rechazar. Él solamente les pidió, muy amablemente, que dejaran de entrometerse en donde no los llamaban y se concentraran en entrenar a sus discípulos. No fue una buena reunión y no terminó muy bien, pero Shen encontró que no le importaba. Con solo ver lo felices que sus discípulos eran, solo eso bastaba.

Además ¿qué tenía de malo el cultivo de la tinta o de la música? Era lo que enseñaba en su pico, ¿por qué no implementarlo como arma y no solo como un mero arte que no ayudaría a sus discípulos a protegerse de demonios peligrosos? Terminó siendo una técnica más que conveniente y encontró interesante los resultados.

Ming Fan había optado por el cultivo de la tinta y había tenido los resultados más impresionantes. Seguía practicando con la espada y aunque era bueno y podía defenderse bien con dicha arma, el cultivo de la tinta resultó ser mejor para él. Hacía apenas unos meses había conseguido con éxito dar vida a un tigre de tinta, el cual salió del pergamino que usaba para practicar. El tigre tenía un tamaño similar a uno real y un grosor parecido, pero el color no era el correcto y tampoco podía rugir...por ahora. Sabía que en cuanto Ming Fan avanzara, lograría darles mejores formas y hasta sonido a sus creaciones. Aunque no podrían engañar a cualquiera de que eran reales, era notorio esa parte ya que la superficie de sus creaciones solían moverse suavemente, como si la tinta se corriera y volviera a su sitio constantemente mientras caminaba. Lo más fácil de hacer para él eran unas pequeñas aves y mariposas de tinta que usaba para entretener a los shidi más nuevos que habían ingresado a la secta. Incluso a veces los hacía para Ning Yingying cuando la veía decaída por algún motivo que desconocía. Ella vería las avecillas o las mariposas y sonreiría de nuevo.

Hablando de Yingying, ella también había incursionado en las otras técnicas, yendo más hacia el lado del cultivo musical. Como tenía más facilidad con la música, decidió probar con ese método de cultivo. Así que entre los instrumentos que se enseñaban en QingJing, ella se quedó con el principal: el guqin. Hubo un par de discípulos que habían elegido la pipa, pero ella le había gustado el guqin, al igual que Yang Chen. Todavía estaba practicando arduamente, buscando mejorar sus ataques y defensas, pero si Shen tenía que decir algo al respecto solo era que estaba orgulloso de la mujer fuerte en la que se había convertido. Una mujer fuerte que le estaba enseñando a sus shimei, dos niñas recientemente ingresadas en QingJing, a ser tan fuerte e independiente como ella se estaba volviendo.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Where stories live. Discover now