Extra 4

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Extra 4

La travesía de Luo Bingge IV

Luo Binghe tardó tres años en consolidar su poder en el mundo demoniaco y hacer conocer su nombre entre todos los demonios. También hizo conocer su linaje y sus ancestros. Todos aquellos que se enteraron que era el hijo del gran Tianlang-jun, tuvieron reacciones diversas. Los más antiguos le habían dado todo su respeto, otros simplemente le temieron tanto por su padre como por XinMo, y los más jóvenes solo se preguntaron quién mierda era Tianlang-jun.

Pero fuera como fuera, todos ellos habían decidido brindarle su apoyo y respeto. Miedo o admiración, realmente a Luo Binghe no le importaba mucho.

—Bing-Bing—llamó su padre, un apodo que Binghe detestaba, pero que no podía hacer nada para hacer que dejara de llamarlo así—, tu padre se acaba de enterar que te irás de aquí.

Luo se giró, viendo a su padre siendo cargado en la espalda de Zhuzhi-lang, su primo. La enorme serpiente que había conocido quedó atrás luego de que Tianlang-jun le explicara lo que tenía que hacer para ayudarla a recuperar su cuerpo. Por su parte, el gran demonio celestial, si bien no tenía un cuerpo fuerte y sano, al menos ya no estaba podrido y cayéndose a pedazos. Quizás porque el frío de Mobei-jun había detenido su estado de putrefacción. Como fuera, al menos ahora no apestaba y podía medianamente mantenerse sentado. Lo único que tenía que hacer Binghe era encontrar un método que lo ayudara a tener su cuerpo tan sano y saludable como alguna vez tuvo.

—Tengo que volver a QingJing—informó terminando de arreglar su túnica.

Miró su cabello suelto y pensó en que Ming shixiong lo regañaría por no arreglarse bien.

—Ah, cierto, irás a buscar a tu alma gemela—Tianlang-jun sonrió—. Ese maestro tuyo debe ser tan cruel y frío como para tenerte perdido en las nubes. Ah, me recuerda a mi Xiyan.

Binghe suspiró e ignoró a su padre. Tianlang-jun resultó ser muy diferente a lo que las historias decían. Lo retrataban como un demonio fuerte y salvaje, feroz y capaz de liderar un ejército de un millón de demonios.

Sin embargo, el demonio que Luo Binghe conocía, no era más que un holgazán que disfrutaba de las novelas subidas de tono, alegando que eran verdaderas obras de arte romántico.

—Tengo una familia allá, hermanos que me esperan y un maestro que está esperando a verme otra vez—dijo terminando de arreglar su túnica.

Quizás fue inconsciente, pero se había negado a usar las mismas túnicas que había usado en el pasado. Tal vez porque quería evitarle malos recuerdos a su shizun.

—Ah, mi pequeño, solo recuerda que el cuerpo de un hombre no es igual al de una mujer. Hay partes que necesitan lubricarse antes de ser usadas—le recordó Tianlang-jun.

Binghe notó el rostro sombrío de Zhuzhi-lang, pero su fiel primo no había dicho nada al respecto, solo cargando a su molesto tío en la espalda.

Esperaba que su shizun nunca tuviera la desgracia de conocer a su suegro.

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Mobei-jun le explicó que, dentro de la casita de bambú, podría estar a salvo. Tal y como él estaba a salvo en la oficina de Shang Qinghua. La protección especial que usó, que solo funcionaba en un limitado espacio, lograría evitar hacer saltar las alarmas de la secta. Mientras no saliera de la casita de bambú, Luo Binghe estaría seguro.

No había nadie cuando se teletransportó con XinMo. La casita de bambú estaba vacía, por lo que shizun debía estar dando clases o en una reunión de señores de pico. Sea como sea, Binghe no planeaba salir de ahí.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Onde histórias criam vida. Descubra agora