El Reino De Kadvav: Mi Secreto (#1) [En Curso]

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*Abdul*

Miré a Rubén, tratando de entender su comportamiento. Se veía distinto que anoche antes de usar el vínculo. Dolido.

— No creo que sea buena idea... — le murmuré en voz baja, algo apenado por el simple hecho de llevarle la contra.

— Por favor... — dijo intentando ser firme, pero sonó más a petición que a una orden. No era lo mejor para él, estaba débil físicamente, y si usaba sus poderes se desgastaría aún más. Pero me dí la vuelta de todas formas. ¿Por la forma en la que lo pidió? No lo sé, pero lo dejé curarme, porque él sentía que eso lo ayudaría en algo, aunque no entendía como.

Sentí cómo sus manos quitaron la venda que me había puesto Vet y levantaban mi playera. Sus dedos tocaron mi piel y me estremecí cuando pasaron por la herida. Todo tipo de sensaciones me inundaron, dolor mezclado con fascinación. Mi corazón comenzó a latir con fuerza debajo de mi pecho, como si todo el mundo se congelara. Como si fuéramos él y yo, aunque durara solamente un breve instante. Era una sensación rara, podía sentir como cada tejido se iba regenerando con rapidez. Como el leve ardor del contacto se reducía a cero y la incomodidad de mover los brazos desaparecía.

— Gracias. — le susurré. Asintió con la cabeza. Lo volteé a ver. Estaba sentado en las cobijas, aunque recargado en la pared para no caerse. Cerró los ojos, no sé si para dormir o pensar. Se me atoraron las preguntas en la garganta. El chico suspiro, aún con los ojos cerrados.

— Ya pregunta, Abdul. — reprochó. Lo miré anonado un segundo. ¿Cómo sabía siempre que iba a preguntarle algo?

— ¿Qué fue lo que hablaste con Suv? — cuestioné al mismo tiempo que abría sus ojos esmeraldas, los cuales se encontraron con los míos. Vaciló un segundo antes de responder.

— Ya sé lo que tengo que hacer. — se limitó a decir.

— ¿Y eso es...? — pregunté confundido.

— Trae a Damon. Los planes para matar a Torue se adelantaron.