*Ainhoa POV*- ¿Puedo darte un abrazo? – la muchacha estaba temblando, Luz asintió y se dejó abrazar por una persona a la que no conocía – M-muchas gracias, eres u-un amor, Luz.
- A ti – le contestó con una sonrisa.
Yo sonreí a la pantalla que tenía enfrente, intenté al menos hacerlo para que quedase natural. Nunca me había gustado mucho eso de las selfies, pero era lo más sencillo para hacer felices a los fans. Y no me costaba tanto.
- No me lo puedo creer – resopló la chica con la que acababa de sacarme una foto – mil gracias, sois super majas, no os molestamos mas.
- No molestáis – mentí.
Porque un poquito sí que me molestaban. Yo no quería compartir mi cita con desconocidas.
- Jo, tengo muchas ganas de que estrenéis la película – dijo la misma chica que acababa de abrazar a Luz.
- Esperamos que os guste – le contestó ella.
Quería salir de ahí.
Estaba bastante tensa con la situación. Lo ir a ver el musical juntas había sido un salto de fe. Y ahora solo quería salir de ahí antes de que alguien más nos pidiera fotos.
Aunque Luz parecía en su salsa.
- Admite que te ha gustado – dijo cuando llegó a mi altura, donde la esperaba.
- ¿Eh? – hice aterrizando.
- Matilda – me dijo.
- ¿Así se llamaba la fan?
- Jaja, qué graciosa - dijo dejando claro que no tenía gracia.
- Ha sido... - intenté hacerme la interesante – Curioso.
- Te ha gustado – volvió a decir, con una sonrisa de satisfacción.
Abrí la puerta del bar de cócteles al que nos habíamos dirigido para tomar algo antes de volver a casa y ella pasó por delante de mí, mientras la sujetaba abierta.
- Que caballerosidad – murmuró.
- Y te quejarás – sonreí.
- ¿Qué vas a querer? – me preguntó.
Lo que quería era comérmela a besos.
Pero eso no estaba en la carta. Ni entre mis posibilidades. Eso de tener citas estaba bien, sí, pero lo de no poder lanzarme sobre su boca era agonizante.
Y la última vez que habíamos coincidido había sido de improvisto, en medio de la calle. Y tras todo el caos que se había producido, no había podido siquiera tocarla.
Esa tarde de viernes habíamos quedado ahí, frente al teatro y había tenido que conformarme con admirarla desde la distancia.
Su mano había encontrado la mía, en la oscuridad de nuestros asientos, y era lo más cerca que habíamos estado en días.
Y ahora estábamos ahí, en ese local, y no podía más.
Echaba de menos besarla. Muchísimo.
- Estás preciosa – susurré, sin reparar en que no estaba respondiendo a su pregunta.
Le subieron los colores a las mejillas y desvió la vista al listado de bebidas.
- No hagas eso... - murmuró.
- ¿El qué?
- Mirarme así – contestó.
- ¿Por qué?
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La Luz de Los Focos
RomanceLa vida no tiene un guión. Nadie sabe en qué capítulo se avecina el plot twist definitivo. Ni si su historia tendrá un final feliz. ¿Su vida es un drama? ¿Es una comedia? ¿Un romance? Lo que sí saben las actrices emergentes Luz (Romaña) Lasierra...