LXII

370 56 4
                                    

Regulus se quedó sentado en el suelo después de terminar de leer aquel diario y cartas, no supo cuánto tiempo tardó en hacerlo, pero en su mente aun estaba aquella última frase de la escribió su padre a Charlotte.

«Tal vez en otra vida, tú y yo estaríamos juntos»

—Tal vez sea esta vida —dijo con una pequeña sonrisa Regulus al pensar en ___________.

No se sentía mal por lo que decía en el diario y ver como a poco a poco su padre se enamoraba de Charlotte, era claro que fue su primer grande amor, lo entendía perfecto pues él tenía a alguien a quien amar de aquella forma.

Y en las cartas se dio cuenta de llego amar a su madre y a él...

No supo en qué momento tenía lágrimas en sus mejillas, pero las limpio cuando tocaron la puerta y está se abrió, dejando ver al rubio de Henry.

Este le regalaba una sonrisa, que fue borrándose poco a poco al ver el diario de Regulus, de su mejor amigo.

—No sabía que aún existía —murmuró con cierta tristeza.

—Fueron muy grandes amigos, ¿no? —hablo Regulus—. Usted escribía en aquel diario también —al escuchar eso, Henry soltó una ligera risa.

—A veces lo hacía —confirmó con una pequeña sonrisa nostálgica.

Regulus lo miró unos segundos, para después buscar algo en la caja; Henry lo miraba desconcertado, hasta que el chico se levantó del suelo y se acercaba a él, con una fotografía en sus manos.

—Creo que esto debería quedárselo usted —dijo mientras se lo entregaba.

Henry lo tomó y miró con sorpresa mientras las lágrimas se empezaban acumular en sus ojos; en aquella fotografía estaban él y Regulus en Hogwarts. Charlotte la había tomado después del primer juego de Regulus; Black aún estaba con su uniforme de quidditch, reía mientras veía a Henry intentar atrapar la snitch dorada que había atrapado su amigo.

El rubio miraba la fotografía con una pequeña sonrisa, para después limpiar la lágrima que resbalaba por su mejilla.

—¿Estas seguro de dármela? —preguntó con un murmuró mirando al chico.

—Creo que sería un buen recuerdo de él —comentó—. Yo creo que... a mi padre le agradaría que lo tuviera.

Henry sintió un nudo en la garganta; mirándolo unos segundos más, era como mirar por unos segundos a su mejor amigo.

—¿Podría...? —Regulus asintió con la cabeza, así que Henry lo abrazó—. Tú y ___________ son lo único que me quedan de ellos —dijo en voz baja mientras lo soltaba—. Hazme un favor, tú no la dejes ir.

La chica llevaba un rato en su habitación, había decidido leer un libro, eso calma su ansiedad de querer salir de su casa y hacer su locura, pero no podía arruinar el plan solo por su ansiedad.

Intento seguir su lectura, cuando la puerta de su habitación se abrió, era su novio.

Regulus cerró la puerta y no tardó en ir acostarse a su lado; ella dejó aún lado su libro y lo abrazo, gesto que también hizo el chico.

—¿Cómo te fue con ese diario y cartas? —preguntó mientras acariciaba su cabello.

—Aún falta por leer la carta que me escribió —confesó—. Pero leí lo demás —la miró a los ojos—. ¿Te gustaría leerlo?

—¿Quieres que lo haga?

—Es que no solo es la historia de él... también de tu madre —el corazón de __________ latió rápido—. No es necesario si no quieres.

Tomorrow - Regulus BlackWhere stories live. Discover now