MARVEL: CAMINO DEL JUGADOR

CAPÍTULO 114

Sabiendo muy bien lo fuerte que era la bestia conocida como Juggernaut, moví la batalla fuera de la ciudad, permitiendo que quien condujera el camión con él dentro me siguiera hasta una granja que había comprado en las afueras de la ciudad de Nueva York, donde teletransportarnos a todos a un lugar muy apartado.

"Nunca te había visto tan... angustiado", comentó Bucky.

"Bueno, para decirlo en términos que todos podamos comprender, estamos jodidos", me reí entre dientes.

"¿Así de mal?" -Preguntó Bucky.

"Sí, lo es", asentí, "Este hombre es como un millón de súper soldados en uno, y es literalmente imposible de matar... mis únicas opciones son teletransportar su trasero a un lugar lejano, lo que sólo me permitiría unos días como máximo, o... No, eso es todo."

"Así que supongo que las balas no funcionarán..." Bucky suspiró, "¿Servirá de algo un lanzacohetes?"

"Supongo que eso lo enojaría, supongo," me encogí de hombros.

"Me quedo con eso", asintió Bucky.

Con un suspiro, detuve mi auto cuando llegué a la granja, y antes de que el camión que nos seguía pudiera detenerse, abrí un portal que envió a todo el camión al desierto.

"Bueno, es hora de ver cuánto daño podemos hacerle a este tipo", comenté, abriendo un portal para que Bucky y yo pudiéramos atravesarlo.

Del otro lado, Juggernaut ya estaba afuera, matando al hombre que conducía el camión, "¡Dónde está mi desafío, idiota!"

"Esos seríamos nosotros", dijo Bucky, apuntándole con su arma.

"Lindo", sonrió Juggernaut, rompiéndose el cuello.

¿Cómo carajo se rompió el cuello con esa armadura? ¿Sabes qué? Preguntas para después.

"¿Hay alguna manera de evitar la confrontación, buen señor?" Pregunté, a lo que él se rió.

Entonces, con un suspiro, equipé mi armadura.

Poco después de esto, el gigante comenzó a marchar agresivamente hacia mí, así que hice lo que cualquier persona en mi posición habría hecho, y ataqué a la bestia con mi hechizo más poderoso, sin embargo, esto no hizo nada, ni siquiera tenía un solo rasguño.

Un hechizo que lastimaría a Thor, no le hizo nada, simplemente genial.

"¡Por Asgard!" Escuché a alguien gritar, seguido de un martillo que desvió a Juggernaut.

"¿Thor?" Me reí entre dientes mientras él descendía al suelo.

"Sí", asintió Thor.

"¿Puede Ricitos de Oro vencerlo?" Preguntó Bucky, ignorando a Thor por un momento.

"No estoy seguro, pero con él de nuestro lado nuestras posibilidades son mucho mejores", respondí.

"¡¿No estoy seguro?!" Thor jadeó, "Buen señor, hiere mis sentimientos".

"Te llevaré a Disneylandia más tarde, ahora ayúdame a patearle el trasero", resoplé.

"Será mejor que compres un sombrero para mi martillo", sonrió Thor, llamándo su martillo.

"¿Más juguetes para romper?" Juggernaut se rió y caminó hacia nosotros, nuevamente sin mostrar ninguna herida.

"¡Tú serás el que será derrotado!" Declaró Thor, con una sonrisa confiada.

—-

La batalla estalló, con Thor tomando la ofensiva principal siendo el único realmente capaz de hacer retroceder un poco a la bestia.

Mientras tanto, estaba pensando en una estrategia.

Si la batalla continuara como estaba, perderíamos.

Juggernaut nunca se cansaba, era parte de su poder estúpidamente roto, lo que significaba que sobreviviría a todos nosotros si las cosas continuaran como estaban.

"¡No creas que me olvidé de ti!" Juggernaut rugió de alegría, golpeando a Thor a unos cuantos kilómetros de distancia, mientras corría hacia mí.

"¡Muevanse!" Gritó Bucky, disparando algunas granadas al gigante tratando de frenarlo.

[¡HAZ SUBIDO UN NIVEL!]

Ignorando la notificación, salté por encima de la bestia evitando su carga, mientras abría un portal a un volcán activo detrás bañándolo en lava.

"¡Esto hace cosquillas!" Juggernaut se rió, cargando hacia mí una vez más, esta vez, el doble de rápido.

[Juggernaut LV 318]

¿Subió de nivel? No... su poder aumentó de repente.

¿Era quizás la versión de Juggernaut cuyo poder está regulado por un Dios?

Aclarando mi cabeza, hice un intento de esquivar su ataque, sin embargo, esta vez, no tuve tiempo de reaccionar ya que me encontré violentamente atacado por una montaña de músculos, que me dejó sin aliento, enviando mi cuerpo a volar como un muñeco de trapo. .

"¡Come esto!" Thor rugió, atacando a Juggernaut con el trueno, mientras yo caía al suelo con un fuerte ruido sordo.

"¡Alex!" Bucky llamó, corriendo hacia mí.

Luchando por moverme, me levanté, antes de que mi cuerpo cediera y vomitara un poco de sangre, el daño tardaría unos segundos en sanar con mi loca regeneración, pero aún así, el hecho de que ese monstruo me había golpeado tan fuerte a mi armadura incluso después de mitigar El 80% del daño que me había dejado en esta situación era suficiente para mostrar cuán amenazante era.

"Estoy bien", le aseguré a Bucky, quien me dio una mirada que decía, sí, no lo creo, amigo.

"Nada de lo que hacemos le hace daño" siseó Bucky, "le he disparado al bastardo con todas las armas que tengo, y no pasa nada, incluso Ricitos de Oro ahí va perdiendo cada vez más terreno, hace unos segundos estaba igualando al bastardo, ahora ? Está siendo abrumado."

"¡QUÉDATE ABAJO!" Thor rugió, la sangre corría por su boca mientras golpeaba a Juggernaut con su martillo con todas sus fuerzas.

"¡El que está siendo entrenado aquí eres tú! ¡Ahora siéntate muchacho!" Juggernaut se rió, golpeando a Thor hasta ponerlo de rodillas, luego se apartó del camino, enviando a Thor volando con un rastro de sangre detrás de él.

Cinco minutos después, estábamos perdiendo mucho, al diablo con esto, era hora de reagruparnos.

Antes de que Juggernaut pudiera reaccionar, lo encerré en una burbuja antes de que comenzara su famosa carga indetenible, y lancé dicha burbuja al cielo, a unas pocas millas de nosotros, una vez hecho esto, le di tres pociones a Bucky, "Dáselas a Thor y dile que me espere, necesitamos una nueva estrategia".

"En eso", asintió Bucky.

Con Bucky fuera de la vista, centré mi atención nuevamente en Juggernaut, el problema que teníamos entre manos.

Si continuábamos enfrentándolo así, o la muerte era cuestión de tiempo.

No, necesitábamos tiempo para planificar un mejor enfoque.

Y mis golems ganarían ese tiempo.

No estaba particularmente feliz de sacrificarlos, pero ¿qué otra opción tenía?