DxD: Delinquent Dragon

Capítulo 12: Tiempo de celebración

La chaqueta de Keiji ondeó mientras miraba el cuerpo ensangrentado de Riser, claramente habiendo agotado su poder mágico, el que había sostenido su supuesta inmoralidad. "Supongo que los dragones son más fuertes que los fénix", le habló Keiji a Riser, este último definitivamente no podía escuchar nada de lo que se decía, si es que estaba consciente.

Una mujer tetona, de apariencia muy similar a Rias, con cabello rubio y ojos violetas, observó al joven delincuente mientras salía victorioso contra todas las probabilidades (al menos para algunas personas). 'Que interesante.'

"Oye, oye. ¡¿No es ese el que venció a mi pequeña Sona en ajedrez?!" Comentó una hermosa adolescente, su cabello negro recogido en colas de caballo y sus orbes azules brillando con curiosidad. A pesar de su obvio estatus de alto rango, su atuendo parecía más bien el de una especie de espectáculo de chicas mágicas.

***

De verdad, esta vez hubo una celebración real para la nobleza de Rias. Sona y su Nobleza habían venido a elogiar a Rias por ganarlo, con Grayfia asistiendo de cerca. Como de costumbre, sus ojos coquetearon con Keiji mientras se preparaba para asegurarse de que él cumpliera su palabra y la llenara por completo.

Un apuesto hombre pelirrojo, con rasgos parecidos a los de Rias, se acercó a ellos, con una sonrisa radiante en su rostro. "Felicitaciones por tu victoria, Rias." Se volvió hacia Keiji. "Y muchas gracias a ti Keiji Hiryu."

"No tienes que usar mi nombre completo, me hace sentir incómodo. Además, alguien tan poderoso como tú debería realmente agradecerme", afirmó, su cuerpo de dragón era capaz de notar la gran brecha de fuerza entre los dos.

Sirzechs se rió. "No soy alguien para las formalidades. Disculpas por eso. Ser de gente mayor realmente hace que necesites hablar de cierta manera. En cualquier caso, ¡estoy feliz de que mi preciosa hermanita esté a salvo!" dijo alegremente.

"¡Señor Lucifer! ¡¿No puede decir cosas así?!" Rias le dijo sonrojándose.

"Supongo que hay algo que es demasiado para Rias también", comentó Keiji, provocando risas de los demás. "Además de mi pene, claro."

Con Sirzechs probablemente fanático de la victoria de su hermana, una versión madura de Ravel se acercó al grupo. Las únicas diferencias además de la edad era la forma en que llevaba el cabello peinado con adornos y el busto más grande. Llevaba un extravagante vestido color burdeos con un colgante dorado y carmesí cubierto y cableado de oro, sentado cómodamente cerca de la parte superior de su escote.

"Pido disculpas por todo lo que tuviste que afrontar. Los hombres de la familia Phenex pueden ser... difíciles a veces", dijo. "Soy Layla Phenex, la madre de Ravel".

Keiji parpadeó sorprendido; alguien de esa casa que no era tan malo, mejor aún, era una MILF. "Que te disculpes es suficiente. No es que puedas controlar a todos para que actúen de cualquier manera, así que siempre habrá manzanas podridas".

Layla sonrió. "Estoy muy agradecida. Hablaremos de Ravel pronto", dijo la marquesa, despidiéndose en un círculo de llamas.

La celebración aún estaba en pleno apogeo, Keiji decidió darse un capricho con cualquier comida disponible. Se detuvo cuando vio la Nobleza de Riser. Lo siento, ex Nobleza de Riser. Tenían una especie de mirada incómoda, pero no de fuerza sino de confusión y se sonrojaban mientras veían comer a su ahora amo.

"Probablemente debería decirles algo". Terminando el último trozo de carne y bañándolo, Keiji se acercó al grupo. "No estoy seguro de qué decir, pero supongo que soy su nuevo líder o lo que sea. Pero no se preocupen. No es lo mío, y soy demasiado vago para tratarlos como esclavos. Simplemente hagan lo que quieran o algo. Sí, eso es todo."