DxD: Delinquent Dragon

Capítulo 43 : Más allá del silencio de la espera

Un abismo de ira se dirigió hacia Gran Rojo mientras el herido Keiji se aferraba a Ophis, luchando por su vida. La preocupación lo llenaba tanto como las heridas que cubrían su cuerpo, sus venas palpitaban mientras incluso el planeta dorado de un alumno hacía que Keiji pareciera una partícula de polvo, y probablemente era polvo en comparación con el poder de Gran Rojo.

'Esto no es bueno', pensó Keiji nerviosamente. '¿Va a intentar matarnos?' Keiji miró para ver a la deslumbrante Ophis. 'Conociendo a Ophis, ella podría atacarlo. Y no creo que ella pueda siquiera vencerlo. Después de todo, Gran Rojo la expulsó de la Brecha Dimensional.

Una ráfaga de aire sopló con suficiente fuerza como para hacer que el cabello de Keiji se volviera súper saiyan, y el largo intervalo entre las acciones del Dragón Verdadero hizo que los huesos de Keiji vibraran contra su piel.

Lo que Keiji no esperaba escuchar era que el dios dragón declarara: "Hago lo que hago porque quiero... nada más~".

Al igual que la muerte de Dios y los satanes, Keiji sintió como si el mundo entero se estuviera derrumbando. "¡¿Qué carajo está pasando?!" Murmuró Keiji, sonando genuinamente angustiado. "¡¿Qué hay de malo en la cordura del universo?!"

"Idiota", murmuró Ophis, con una expresión inexpresiva en su rostro.

"Solo... ¡¿cómo?! ¿Alguien puede decirme cómo carajos el ser más fuerte que existe aparentemente mira ese estúpido programa?"

Keiji tenía más cosas de qué preocuparse mientras Gran Rojo se movía, rodeándolos y un aura carmesí brillando cuando los dos se encontraron encima del Dragón del Apocalipsis; casualmente, la bocina estaba ahí para agarrar algo.

Ya sea por su tamaño o por la longitud del caleidoscopio infinito, el movimiento fue perezoso mientras Great Red continuaba atormentando a Keiji repitiendo la maldita frase como si fuera la última canción popular.

"Aparte de la tortura, ¿qué está pasando ahora?" Keiji le preguntó a Ophis, siendo el Dragón Infinito el más cercano en poder al todopoderoso dragón.

Ofis resopló. "Baka Red nos está llevando de regreso al Inframundo, porque aparentemente es un fan", explicó, con Keiji medio escuchando debido al hecho de que sus heridas todavía estaban allí, la pérdida de sangre lo confundía de todo. "¡Sigo pensando que eres mucho mejor delincuente que el estúpido gran lagarto rojo!" Dijo Ophis, ignorando a ese lagarto era un insulto para todos ellos.

"Ya ni siquiera sé lo que está pasando", pensó Keiji.

Algo lo sacudió cuando sus ojos se iluminaron con lo que estaba viendo. El aura se filtraba a través de su armadura, las heridas se convertían en meros sueños, y el aura no se detenía allí, con la fuente de energía hundiéndose más profundamente en él. "¿Lo que está sucediendo?" Respondió Keiji.

Rugidos que sacudieron el mundo vinieron de Gran Rojo, aunque la expresión de su rostro mostraba que era de risa, no de ira de ningún tipo.

La expresión inexpresiva dejó a Ophis mientras miraba con asombro lo que estaba sucediendo. "Baka Red te está dando una pequeña parte de su poder", explicó, haciendo que la cabeza de Keiji volviera hacia atrás ante el privilegio que estaba recibiendo, "porque los delincuentes geniales se ayudan entre sí", terminó de explicar Ophis, traduciendo el rugido de Gran Rojo en palabras comestibles. .

Keiji hizo una mueca al sentir el fuerte agarre de Ophis en su brazo, esta última mirando a su compañero dios dragón.

"No te llevarás a Keiji." Ophis luego se volvió hacia Keiji. "Te daré algo aún mejor", explicó Ophis, su expresión estoica hacía imposible profundizar más en sus palabras.