Un viaje inesperado (Trunks y tú)

2.

En realidad eran dos ki los cuales detectaba, pero me concentré más en el más cercano. Fui hasta allí y aparecí ahora a las afueras de una casa pequeña en medio de una montaña. Tenía un toque acogedor, "me recuerda a casa". Toqué la puerta y esperé, unos instantes después abrió una mujer de cabello negro y ojos marrones, parecía cansada. Al verme se sorprendió demasiado.

-Buenos días señora, estoy buscando a Son Goku, ¿ésta es su casa? -pregunté sin pensármelo dos veces y el tono de voz más educado que pudo haber salido de mis entrañas.

-Goku!!!!!! -gritó la mujer fuertemente y asustada. ¿Acaso nunca ha tenido una visita en su vida?

-Qué pasa Milk? -dijo una voz masculina a lo lejos

-¡Ven rápido! -la señora no dejaba de mirar mi cola de mono, no sé que le asombraba. Pero fue ahí que me percaté que los terrícolas carecían de una.

De repente pude ver a un hombre alto, de cabello oscuro y vistiendo un traje color azul.

-¿Son Goku? -pregunté apenada, no era como imaginaba.

-¿Cómo sabes mi nombre? -me dedicó una mirada seria.

-¡¡Es usted!! Al fin lo encontré -mis ojos parecían empaparse con pequeñas lagrimitas que por suerte no dejé salir, me hubiese visto ridícula. -¿Es usted un guerrero saiyajin?

-¿Qué? -en ese momento Goku también notó mi cola de mono y se quedó asombrado ¿no ha visto un saiyajin?. -¿Quién eres?

-Me llamo (_), por favor escucheme, necesito explicarle muchas cosas, no le haré nada malo a usted ni a nadie, sólo quiero que me entrene para poder vencer a los que asesinaron a mis padres y a mi raza, nuestra raza y también busco a otro guerrero el cual desconozco su nombre pero pude sentir su ki.

-¿Cómo es posible que seas una saiyajin de sangre pura si el planeta explotó cuando yo era un recién nacido y tú pareces de la edad de mi hijo menor? -dijo Goku dudoso, no parecía confiar en mí.

-Eso es lo que le quiero explicar sí me permite.

Miró a la mujer quien se encontraba detrás de él, supuse que era su esposa, haciéndole un gesto de que parecía estar todo bien si me dejaba pasar, me senté sobre un sofá un poco incomodo, después de eso le expliqué todo a Goku, el parecía muy amigable y alguien totalmente feliz, envidié su jovial carácter sabiendo que yo carecía de tan semejante carisma.

-(_), debo decirte que mis amigos y yo ya nos encargamos de Freezer, el que asesinó a los saiyajins y también de algunos de sus hombres. El otro saiyajin que buscas probablemente se trate de Vegeta.

-¡¿Vegeta?! -casi me caigo a un lado de la impresión. -¿Habla usted del príncipe Vegeta? -repetí quisiendo rectificar que había escuchado bien -¿Puedo conocerlo?

-Sí, ese mismo, aunque no es tan amigable como imaginas. -dijo riendo un poco. - Ahora lo llamo.

Esperé unos minutos mientras miraba la casa, que bonita era, pintoresca y la estrella llegaba por las ventanas iluminando todo rincón. El señor Goku llamó al príncipe y a otras personas, las cuales obviamente desconocía. Cuando llegaron todos se quedaron mirándome fijamente, como si fuese una criminal siendo rodeada de la policía, entre ellos había un chico alto de cabello lila, piel bronceada y ojos azules, me pareció el hombre más guapo que había conocido en mi corta vida, parecía el personaje de algún libro el cual todas las chicas pelean por tener, su ki era extraño, similar al de goku pero mezclado con el de los demás entre la multitud de ki a mi alrededor.

-Saluda a todos (_), ellos son Vegeta y su esposa Bulma, su hijo Trunks, mis hijos Goten y Gohan y mis amigos Krillin, Yamcha y Ten. -Dijo Goku con ese tono tan amigable de voz que tiene.

-Hola a todos -hice una reverencia tratando de ocultar mi apenada cara porque aquel chico me estaba poniendo nerviosa y no dejaba de mirarme. "ya basta" le dije en mi mente. Miré de reojo al príncipe, me pareció un hombre tan atractivo como imponente, no podía creer que tenía frente a mí al mismísimo hijo del último Rey Saiyajin, parecía algún tipo de obra valuada en millones de planetas.

Goku les contó toda mi historia con la cual todos quedaron sorprendidos, al parecer creían también que ellos eran los únicos saiyajin vivos.

-¿Cómo es posible que una saiyajin de sangre pura tenga un nivel tan bajo de pelea? ¡Es indignante! -dijo el príncipe con indiferencia hacia mí.

-Disculpe príncipe Vegeta -de nuevo la necesidad de ser la cosa más educada del universo me invadió -Pero yo no crecí siendo entrenada para pelear, por eso es que vengo a buscar su ayuda, pero a pesar de eso tengo otras habilidades mentales.

-¿Cómo cuáles? -preguntó incrédulo.

Les mostré algunas de mis habilidades como curar una herida que tenía Yamcha, volé, me teletransporté y hasta le regalé un poco de energía al testarudo príncipe "no cabe duda que es un saiyajin".

-Eso no es nada comparado con nosotros -ni siquiera se sorprendió.

De repente una voz femenina cortó la conversación, la miré y era la esposa del príncipe, una mujer hermosa y elegante, en verdad parecía la esposa digna de un hombre como Vegeta, me sentí una bolsa de papas a lado de una bolsa de oro junto a ella.

-Puedes quedarte a vivir con nosotros, tengo robots y una cámara de gravedad para que entrenes con mi esposo y mi hijo.

-Muchas gracias pero eso sería una molesta para ustedes. -me apené.

Ofreció una ligera sonrisa -Por supuesto que no, vamos, mi casa es muy grande y te daremos una habitación y ropa nueva.

Acepté, tenía planeado quedarme en la montaña o algo por el estilo, pero me pareció la oportunidad perfecta para conocer más al hijo del rey de mi raza y convivir más con los habitantes de la tierra, me entusiasmaba demasiado que al fin pude conocer a Son Goku y al príncipe el cual ni siquiera me pasó por la mente que siguiese vivo.Nos dirigimos a su casa en na nave extraña y muy sofisticada.