27.

5.2K 414 11
                                    

Narra (_):

Era la hora de entrenar así que me fui con el maestro, hoy practicaríamos la telequinesis, cuando llegué me llevé una gran sorpresa, casi me caigo de la impresión. Me encontré con un Raion a punto de meterse a su nave.

-Raion, ¿qué es lo que haces? -le dije impidiendo cualquier movimiento.

-Mi nave está lista, ahora puedo ir a buscar a mi madre

-Pero...pero...¿Cómo es posible? ¿Te ibas a ir acaso sin despedirte?

-Perdoname (_), realmente no tengo palabras para explicar esto, simplemente no quería verte y que se me hiciera dura la despedida. Estoy tan agradecido contigo que...

-Lo entiendo -le interrumpí poniendo atención a una mirada que jamás le había visto y un claro tono de tristeza en su voz. -Sólo dime una cosa ¿volverás no es así?

-Claro que sí, no tienes que preocuparte por mí. -lo abracé muy fuerte y casi se me salen las lágrimas. -Volveremos a vernos te lo prometo ¡Por todas las estrellas del universo! -lo último con gran entusiasmo.

Me reí entre dientes por eso -¡Te creo! Pero que sea pronto.

-Quédate el diamante -me tomó de la mano y lo colocó ahí mismo.

-Pero Raion, hay un millón de diamantes en este planeta ¿Por qué habría de aceptarlo?

-Será un recuerdo como el collar que te dio tu novio.

Asentí y sostuve la piedra un poco fuerte, como si quedara ahí todo aquello que quería decirle sin romper en llanto -Buena suerte amigo.

Mi maestro y yo nos despedimos mientras él despegaba hacía el cielo. A pesar de a veces ser un grosero me había enseñado muchas cosas, aprendí a hacer un campo de fuerza y también a ser rápida como un relámpago. Yo le había enseñado a pelear y también a sentir el ki. Sentía una gran tristeza por su partida pero sabía que volvería a verlo.

El día pasó, entrené sola y después fui a trabajar. Cuando llegó la noche volví a casa, mientras comía pensaba en Trunks, no sé por que sentí un mal presentimiento sobre él. Creí que era sólo una ilusión, como aquella que siente una madre aunque sabiendo que du hijo está en perfecto estado.  Todavía suspiraba al recordar sus caricias aquella noche y sus preocupaciones todo el tiempo que estuvimos juntos...

Estaba acostada en mi cama mirando aquel pequeño diamante que Raion no había querido aceptar, era muy brillante.

Apagué la luz de mi habitación y me decidí por dormir tranquilamente en mi pequeña cama, no era como la que tenía en la casa de Bulma en la tierra pero me encantaba dormir ahí. En la mañana estaba a penas despertando cuando una imagen de mí en algún extraño lugar con un camino muy largo, vino a mi mente haciendo que abriera por completo los ojos, me despertó en el instante.

-¿Qué fue eso?... -mi respiración era agitada -sólo un sueño. -caí en cuenta.

Me preparé el desayuno, comida totalmente diferente a la que había estado comiendo en los últimos meses. Me cambié y estaba lista para ir a trabajar.

-Madre ahora mismo me iré a ayudar a los ancianos de la aldea a recoger la cosecha.

-Está bien, cuídate mucho pequeña. -me abrazó y me regaló un poco de energía pura.

Volé hacía donde estaban los cultivos, pero a mitad de camino otra imagen vino a mi mente, esta vez veía personas corriendo y gritando desesperadamente. «¡Oh no! ¿Se tratara de los terrícolas? No lo creo...pero ¿por qué siento como sí algo andará mal?»

Seguí volando hasta llegar aunque sin quitarme ese mal presentimiento.

-¿Pasa algo señorita (_)? -me preguntó uno de los ancianos.

-No, estoy bien.

-Yo también lo siento, (_).

-¿Cómo dice? -volteé a mirarlo completamente.

-El mal presentimiento ¿no es así? -sus ojos parecían contener toda la verdad del universo.

«Entonces...no puede tratarse de los terrícolas, es algo de aquí» -¿De que cree que se trate?

-No lo sé, pero por la experiencia que tengo de una vida larga, predigo que vendrá del cielo. -miró hacía arriba pero segundos después siguió su trabajo.

-¿Del cielo? No se tratará de...-trague saliva y me alteré un poco al pensar que serían de nuevo esos secuaces de Freezer aunque esté muerto, Goku me dijo que aún servían. Me preocupé pero seguimos trabajando una media hora cuando de repente un objeto bastante grande como para ser hielo cayó del cielo.

-Pero...si no hay nubes -dije preocupada.

Otro objeto cayó del cielo y sucesivamente seguían cayendo más y más. Me acerqué a uno de ellos y no era hielo, ¡Eran...rocas!

-¡¡El cielo, miren hacía el cielo!! -alguien gritó a lo lejos.

Todos miramos hacía arriba y un objeto grande se estaba acercando a la atmósfera de nuestro planeta. Todo fue gritos y caos después de eso, una oleada de pánico inundó el lugar, todas las personas corrían varias direcciones. Me quedé completamente en blanco, sentía como si toda mi vida se viniera a bajo, tragué saliva y agudicé mis sentidos, le di la espalda al pánico.

-¡Corran hacía las casas! ¡A los sótanos! ¡Ahora! -gritaba desesperadamente casi sin quedarme sin voz y llevándome hacia ese enorme asteroide, cuando bajé de nuevo la mirada pude ver que otros guerreros también hacían lo mismo.

-¡Vayan a los sótanos más profundos! ¡Donde guardan los diamantes! -les grité -¡Lleven a los niños! -Todo resonaba a gritos y terror.

«Puedo detener esto...tengo el poder para hacerlo» me elevé más lo más rápido posible a la atmósfera de mi planeta pero el asteroide era más grande de lo que creí y además viajaba a una gran velocidad, este era el momento de lanzar un ataque de energía que Goku me enseñó antes de volver pero jamás lo pude perfeccionar.

De repente vino a mi mente una voz: «Tú puedes (_), eres la número 1» era la voz de Goku, eso me dijo cuando iba a pelear contra 18 en el torneo, él me animó y ahora...sin poder evitarlo vinieron a mi mente recuerdos de mi vida, mis padres, mis abuelos, cuando llegué a este planeta, en la tierra, cuando conocí a mis amigos, con Trunks, el torneo...el asteroide se estaba deteniendo por unos minutos, pero la energía se me acababa y no tenía de donde robarla.

-Ya no...puedo...resistir más... -me dije.

Me quedé sin energía, iba cayendo como una débil pluma hacía el suelo de mi planeta, no podía ni siquiera volar, lo último que veía era este iluminado por una roca gigante entrando a la atmósfera mientras escuchaba los gritos de terror de las personas...tan sólo cerré mis ojos. 

Un viaje inesperado (Trunks y tú)Where stories live. Discover now