Un viaje inesperado (Trunks y tú)

11.

-Vaya, vaya...-por tener la cabeza pensando de Trunks no me di cuenta que Vegeta se acercaba.

No tenía palabras para negar algo que era evidente, me había escuchado también así que sólo pude quedarme con la cara reflejando vergüenza al máximo.

-Ya sabía que tú y Trunks tenían algo entre ustedes.

-Yo...

-No me interesa en lo más mínimo lo que hagas con Trunks, mientras no lo interrumpas en sus entrenamientos lo demás no importa. Aunque no puedo creer que Trunks se haya fijado en una mujer como tú. -siguió caminando sin decirme nada más.

Sentí que un tornado me había levantado, sacudido por todo el planeta y me hubiese dejado caer con la fuerza más grande del universo. "El príncipe me escuchó y ahora ya piensa que Trunks y yo...¡que vergüenza!"

De repente escuché una risa la cual no sabía de quien era porque me perdí de nuevo en mis pensamientos, como solía hacerlo siempre.

-Ay (_), estás tan palida como una pared. -decía Bulma sin poder contener su risa.

-Bul..bul...bulma...también usted está aquí...-lo que me faltaba.

-Así que piensas mucho en Trunks ¿¡No es así?!

-¡Por supuesto que no! -lo único que podía era soltar una risa nerviosa y negar todo lo relacionado.

-Jaja...ya no tienes que ocultarlo más -me quitó el collar que tenía sobre mi mano sin que me diera cuenta y me lo puso en el cuello. -¡Vaya! Trunks si que es un chico lindo, lo heredó de mí sin duda. -sonrió.

-Si eso parece. -¿Qué mas podía hacer mas que seguirle algo evidente? -Bueno, nos veremos después, ¡Adiós! -dije saliendo de ahí lo más rápido posible.

Pasaron unos días desde aquel momento, quería ver a Trunks, pero no quería interrumpirlo con sus tareas y además su entrenamiento, sólo falta una semana para el torneo y ahora es cuando más concentrado está.

De tantos cambios de cabello que se hacía la señorita Bulma me convenció de hacerme un cambio de look. Sabía que el cabello de los saiyajins puros no cambiaba, pero creo que me había aburrido de tenerlo siempre igual y me gustaría cambiar un poco por comodidad ya que era demasiado largo.

Era un sábado, no había nada que hacer por el momento así que me fui a la cocina a ver si podía cocinar algo que me recordase a casa pero sólo pude encontrarme con la cara de Bura, me senté frente a ella en la pequeña mesa que había en el lugar.

-(_), que hermoso te queda el cabello con ese corte. -me dijo al instante.

Di un suspiro de aburrimiento y le respondí. -muchas gracias Bura -mientras apoyaba mi cabeza sobre mi mano y pensaba a cerca de mi futuro en la tierra después del torneo.

-¿Qué te pasa (_)?, no te pongas así sólo porque Goten y Trunks ya no salen contigo por estar entrenando. -rió.

-¡Por favor Bura! No es el momento para decir ese tipo de bromas... -No estaba del mejor humor del mundo, tampoco podía quitarme de la mente lo que vieron Vegeta y Bulma, me levanté y caminé hacía la ventana, observé a esos dos tontitos entrenando junto a Vegeta, los poderes que lanzaban parecían juegos artificiales. Todo aquello me hizo pensar "¿qué haré después de esto? ¿Hacía dónde iré?" Por un momento recordé el abrazó que Goten me dio aquella vez, después de el beso ya no volvió a buscarme, de un momento a otro había sido invisible para él, como si fuese un mueble viejo en una habitación del rincón, y a pesar de que se apartó de mí no dejé de sentir ese cariño hacía él, pero ahora había cambiado. ¿Por qué habrá hecho eso? -Es cierto...no lo había pensado -dije en voz baja.