Un viaje inesperado (Trunks y tú)

8.

-Espera Goten... -me aparté de él aunque no era lo que más quería.

-Discúlpame, fui un idiota. -dijo dándome la espalda y sonando arrepentido.

-Por favor no le digas a Trunks. -le dije tomándolo del hombro.

Me sentía como una estúpida, ahora no sabía a cual de los dos quería o cual de los dos me ponía más nerviosa cuando los miraba a los ojos, sentí la presencia de alguien acercándose.

-¡(_), Goten! ¿Están aquí? -era Trunks.

-¡Si, aquí estamos!. -respondí.

-Creo que ahora me voy -dijo Goten saliendo por la ventana y volando lo más rápido posible.

-Espera... -no pude terminar porque seguramente ya no me escucharía, un sentimiento de tristeza me invadió...

-(_) ¿Cómo te encuentras? ¿Éstas bien? ¿Dónde está Goten?

-Él tuvo que irse... -no podía evitar hablar con un tono triste.

-¿Qué ha pasado?

-nada... -le di la espalda.

-Si pasa algo...

-De verdad no es nada -le sonreí fingidamente y al parecer se lo creyó. -Sólo estoy cansada

-De acuerdo, seguiré entrenando con mi padre, descansa. -antes de irse me dio un beso en la frente, ¡¡tierno!!

Las horas pasaron, no podía quitarme de la mente aquello con Goten, Bulma me invitó a comer a un lugar muy elegante, me puse una blusa carmesí y unos pantalones que hacían juego, me maquillé un poco pero al verme al espejo noté que no podía quitar la mirada de preocupación y decepción a mí misma. Traté de olvidar todo mientras comíamos, nos divertimos, le conté acerca de mi vida, casi todo. Le conté acerca de como pasaba mi día a día, Bulma me contó más acerca de ella, a cerca de como conoció a Goku, como conoció a Vegeta y como se enamoraron. su historia parecía una novela famosa, perfecta para llevarla a una obra teatral, un marido que se comportaba horrible, asesinaba, y parecía no tener sentimientos pero cayó por una mujer que le dio todo, y ahora tenían una hermosa familia, que interesante vida llevaba ella, tenía tantas cosas que contar mientras lo único que yo podía contar era las mismas cosas que ya le había contado y unas pocas más. Le conté que había participado en el teatro de mi pueblo algunas veces, sobre como mi madre y yo ibamos a sembrar la comida, las fiestas y carnavales cercanos a casa, los trajes, la comida, las tradiciones, la belleza que poseía la naturaleza. Parecía haber vivido tantas cosas.

Pero tan pocas al mismo tiempo.

La pasamos bien aproximadamente unas 2 horas, regresamos a casa y Trunks ya me esperaba afuera de mi habitación.

-Al fin llegaste (_) -me miró con una gran sonrisa y un tono muy amigable. -¿la pasaste bien con mi madre? -me miró detenidamente.

-Por supuesto que sí, su madre es una persona genial, siempre puede ayudarme.

-¿Ahora estás lista para ir conmigo?

Estaba un poco cansada, este día me había parecido tan largo que las piernas me dolían pero no iba a dejar ir esta oportunidad.

-Claro que estoy lista, vamos ya -le dije en un tono optimista ocultando mi cansancio.

-Sígueme -dijo mientras salía volando por la ventana.

Lo seguí y ambos volamos lo más rápido posible, no sé en que momento fue pero Trunks me estaba tomando de la mano. Parecía muy feliz de estar conmigo y eso me llenaba de armonía el alma. El aire hacía que mi cabello volara y esto era algo incómodo ya que era muy largo, el de Trunks también volaba con la brisa pero él por supuesto que se veía mejor que yo. Podía ver los paisajes de este planeta, eran hermosos, el atardecer era de un color distinto, rojizo y anaranjado, era precioso y romántico, parecía una pintura hecha al oleo. Si alguien me hubiese preguntado por los colores más hermosos en el universo, habría descrito ese cielo.