17.

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¡La pelea final estaba punto de comenzar! Mr. Satan dará el premio de un millón al ganador del torneo.

La pelea comenzó antes de que yo pudiese salir del vestidor, antes de dirigirme hasta allá me eché una mirada al espejo, tratando de que todo estuviese intacto. Al llegar me di cuenta de lo rápida que iba la pelea, pero claramente Trunks es más fuerte que 18. Al principio los dos peleaban a la misma velocidad, después Trunks comenzó a lanzarle algunos poderes y 18 cayó a la plataforma destruyendo un pedazo de ella. Se levantó y le lanzó un poder en forma de disco, Trunks pudo esquivarlo pero lo hirió en el brazo causándole una herida y sangrando al instante. La pelea se mantuvo así uno minutos, él sangraba mucho, al parecer su herida era profunda.

18 descendió un poco y Trunks se elevó, ambos sacaron un poder de sus manos y esta vez ya no era golpe contra golpe, era poder contra poder. El lugar del torneo estaba completamente iluminado, casi como si una estrella fugaz hubiese pasado por la atmósfera. A pesar de que Trunks estaba lanzando el poder con una sola mano, pudo ganarle a 18 y ella cayó de nuevo en la plataforma rompiendo otra parte. Parecía que todo estaba perdido para la rubia. 

El narrador comenzó a contar, fueron los 3 segundos más largos que sentí, yo sólo esperaba que terminara para poder ayudar a Trunks, no me gustaba verlo así de lastimado, pero tampoco podía correr como desamparada a limpiarle la sangre.

...¡3! ¡El participante Trunks es el ganador del torneo de artes marciales!

Bulma y Bura gritaban de emoción y Vegeta nuevamente se le veía feliz, así no parecía tan malvado.

Trunks como todo caballero fue inmediatamente a ayudar a 18. Goten también ayudó, le dio una semilla del ermitaño haciendo que se recuperara inmediatamente.

-Número 18 -le dijo antes de que se retirara -quiero que sepas que el premio del millón te lo daré, tú lo necesitas más que yo y además has peleado genial.

-Muchas...gracias... -respondió con una mirada tan sorprendida como la de todos los de alrededor.

-Trunks ¡has peleado muy bien! -le dijo Goten y se retiró a los vestidores.

-Que alegría que haya ganado -me incliné haciendo una reverencia en forma de respeto para después acercarme a curar sus heridas sin preguntarle.

Me agradeció y fue detrás de Goten.
La ceremonia del triunfo se llevó a cabo, todos estábamos muy felices, mr Satan haciendo sus shows -"Que hombre tan ridículo" pensé. Me sentía realmente cansada, ya no quería hacer nada más que tirarme en la cama el resto de la tarde, después de un largo rato de charlar y comer por el festejo, por fin la vida se apiadó de mí y pude tomar una siesta hasta ya bien caída la noche, muy noche a decir verdad. Salí al balcón a tomar un poco de aire fresco y a observar las estrellas, sabía que sería de mis últimos días en la Tierra así que quería disfrutar de la vista nocturna que ofrecía la corporación cápsula, la luces a lo lejos parecían pequeños diamantes. -¡Qué hermoso es el cielo de este planeta! -dije en voz baja.

-Siempre hablando sola mujer espacial. -la voz del hombre mas apuesto pareció llegar de la nada, estaba flotando.

-Y ahora soy yo, la que espía a las personas mientras duermen ¡Un poco de privacidad!

-¿Por qué no me has ido a buscar últimamente?

-¿Y por qué habría de hacerlo? Me imaginé que estaba tan enfadado y que tenía una nueva imagen de mí, como si fuese una cualquiera, que sé yo. ¿Cómo me iba a atrever a hablarle? -puse una mueca de disgusto que supuse que no notó por la falta de luz.

-Por supuesto que yo no pienso que eres una cualquiera. Eso sería lo último que pensaría de ti.

-Lo creería si no fuera por aquella apuesta.

-No menciones eso, ¡Me siento tan mal!, nosotros no jugamos contigo, simplemente queríamos conocerte y eso era todo, a los dos nos gustaste.

Mis ojos lo miraron como platos, pero me resistí a responder algo que no fuese lo más debido.

-Goten me dijo que volverías a tu planeta después de el torneo ¿Eso es verdad?

-Así es...ahora mismo no tengo una razón para quedarme. -En realidad tenía mil razones y mi razón principal era él, pero no iba a decirlo si él no dejaba su orgullo. Esperaba que él dijera algo pero no lo hizo, sólo cerré mis ojos y suspiré hondo mientras me recargaba en la pared. Nos quedamos así unos momentos hasta que él interrumpió el silencio.

-En realidad...-paró unos segundos. -quiero decir que, me encantaría que te quedarás.

«Creí que nunca me lo pedirías»

-No te lo he dicho, bueno en realidad no te he dicho nada en el torneo pero...hoy te veías hermosa, casi me ahogo con mi bebida al verte llegar por la mañana.

No pude evitar sonrojarme y sentí en mi rostro la misma sensación que uno siente cuando le pegan los primeros rayos del sol.

-Discúlpame por actuar como idiota, simplemente estaba celoso porque Goten te había besado antes que yo.

Me sentí avergonzada al oírlo -Pues no tengo más remedio que perdonarle -añadí un tono felicidad maquillado de indignación. -Pero no lo haga más porque me pone triste.
Me quedé prendada mirándolo y después mire al cielo, justo en la misma dirección que lo hacía él.

-A veces miro las estrellas -dijo de repente -e imagino cuantas personas están allá afuera, viviendo quien sabe que cosas, o cuantas personas estén ahora mismo muriendo.  Desde qué comencé a crecer me he puesto como meta tratar de vivir al máximo, encontrar cosas nuevas y disfrutar de los buenos momentos. Empecé a salir con varias chicas pero al parecer ninguna resultaba ser lo que yo creía, por las noches me pregunto si algún día tendré la oportunidad de conocer a alguien especial...

Bajé la mirada al escuchar la forma en la que hablaba, como si yo no fuera la persona que él esperaba, aquella persona especial que yo creía ser.

-Siento que tú y yo estamos unidos de alguna manera especial. -continuó -no sé si alguna vez has sentido algo parecido, es la primera vez que me pasa, pensé que esto sólo pasaba en las películas.
Trunks estaba al fin diciéndome lo que sentía por mí, lo había esperado desde que comencé a encariñarme con él. Sólo sentí la necesidad de abrazarlo y así lo hice. Él acarició mi mejilla, ojalá hubiese podido mirarlo fijamente en aquel momento, pero no podía ni siquiera levantar la mirada, lo primero que pensé fue en no volver a cometer el mismo error, si me acaba de confesar que le gustaba a ambos me había dispuesto a no arruinar una amistad de años por mis caprichos de mujer, pero en todo el tiempo que pensé esto y aquello, él me acercó a su rostro y me besó.

Un viaje inesperado (Trunks y tú)Where stories live. Discover now