Siempre fuiste tú (#3 A través de ti)

CAPÍTULO 14

Llego a la confitería favorita de Maddie mucho antes que ella. Recuerdo que aquí fue nuestra primera cita, y soy tan masoquista que me senté en el mismo lugar de ese dia. En la mesa junto a la ventana que da a la calle, donde una de sus sillas giratorias hace un ruido un tanto molesto cuando giras en ella. Una serie de recuerdos se instalan en mi mente, y es triste saber que en el mismo lugar donde la fui conociendo, se convertirá en el lugar del adiós.

La campanilla de la puerta suena, y cuando levanto la vista, veo a Maddie. Sus ojos tristes y cansados se posan en los míos, la saludo con una mano sintiéndome enfermo, ella asiente con la cabeza y se acerca a nuestro lugar. Me siento nervioso, e idiota, como estaba en nuestra primera cita. Con la diferencia que esta Maddie no está sonriendo.

–Hola –me dice al sentarse.

–Hola –le contesto, y odio la tensión del momento.

–¿Has pedido algo?
–Te estaba esperando a ti –asiente– ¿Dos malteadas?

Vuelve a asentir y hago el pedido. La tensión crece entre nosotros, ninguno dice nada, nos encontramos en silencio mirando hacia la calle, esperando que uno de los dos se anime a hablar, pero al parecer a ambos nos aterra.

La camarera llega con nuestras malteadas, y recien ahi hablamos, pero solo para decir gracias.

–Echaré de menos estas malteadas –dice sonriendo, y solo asiento con la cabeza. Maddie suspira y baja la mirada– Nolan...

–Maddie, lo siento –la interrumpo y la miro, nuestros ojos se conectan, pero no hay nada especial en nuestras miradas. Eso es triste– ¿Tenemos que estar así? Maddie, por favor... no quiero que me dejes. Estas equivocada en lo que dices, yo no siento nada por ella –Maddie baja la mirada– En serio que no. Se que te generan celos mi amistad con Zoey, pero solo es eso... una amistad, nada mas.

Se queda unos segundos en silencio, y yo muero por su respuesta.

–Nunca fueron celos –dice al fin– Creo que solo eran avisos de una realidad –me mira, y hay dolor en sus ojos– Hay más que una amistad allí, Nolan. Y creo que los únicos que no lo ven son ustedes... –su voz se quiebra, y respira profundamente tragando sus lágrimas.

–No es cierto.

–Podrán estar con otras personas, pero están destinados a ser solo ustedes –me mira y medio que sonríe entre toda su tristeza– No puedo estar contigo sabiendo esto. Tu chica es Zoey, siempre lo fue. Yo solo fui un capitulo en tu vida, y está bien –sonríe con lágrimas en sus ojos.

–Maddie eso no esta bien, yo... yo no...

Intento abrazarla, pero se aleja de forma sutil.

–Solo dejame terminar... –asiento y me vuelvo a alejar. Vino a cerrar el tema, no a darme una oportunidad. Me lo aclaro, y eso está haciendo– Tu corazón no me pertenece, solo ocupe una parte de él. No quiero decir que no me duela, me duele porque te quiero, pero porque te quiero te tengo que dejar ir... –me mira a los ojos y ambos secamos nuestras lágrimas. Le niego con la cabeza, pero es inútil, ella no me dejara hablar– Te dejo ir porque acepto que ya no ocupo el mismo lugar –mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas. Estos días no llore delante de nadie, solo estoy llorando delante de Maddie– No te odies porque yo no lo hago. No te odio ni a ti, ni a Zoey, porque eso seria estupido. Además no puedo odiar a una persona que me hizo feliz... –toca mi mano, y las lágrimas caen con furia de mis ojos. No me gusta llorar delante de nadie, me hace sentir débil e incluso tonto. Maddie seca mis lágrimas, cuando tengo que ser yo quien saque las suyas. Cuando la miro, me sonríe y me odio por perder a una chica tan increíble, me odio por no cuidarla y amarla como lo merece. Me odio porque no sé qué demonios me pasa. Todos me dicen que siento algo por Zoey, pero eso es tan ridículo que no lo creo cierto– Tal vez creas que es estúpido que deje que todo se termine por la hipótesis que tengo, quizá en estos momentos crees que estoy loca y estas negando todo –asiento y vuelve a acariciar mi mejilla– Cuanto más lo niegues, mas se complican las cosas, mas fuerte se hace todo.