Siempre fuiste tú (#3 A través de ti)

CAPÍTULO 37

Canción del capítulo: everything has changed

Cuando sientes que vuelas, que te elevas, que solo subes hasta querer tocar las nubes, tienes miedo de la caída, de ese posible y hasta seguro impacto. Porque así funciona la mayoría del tiempo, te elevas tanto que la caída te destruye por completo y ya no quieres volver a volar, o si lo haces, lo haces con cuidado.

Pero yo no tengo miedo de volar, no me da miedo seguir elevandome, ya casi toco las nubes, estoy a punto de llegar al punto máximo de vuelo y no le tengo miedo al impacto. Miro hacia abajo y no me aterra la altura, es más, hasta me gusta. Me gusta como se ve todo desde donde estoy, me gusta este lugar, me gusta volar y no tener miedo. Siento que no habrá ni caída, ni impacto, siento que pase lo que pase estará ella para sostenerme, así como yo estoy para sostenerla, para decirle que se anime a volar conmigo, que no tenga miedo, que la cuido.

Esta seguridad que siento en mi vuelo no las llamo ilusiones, porque no estoy volando a base de una ilusión, estoy volando sobre algo que de a poco está creciendo, sin apuro, con tiempo y a su manera. Creo que estoy demasiado feliz como para ponerme a pensar en las posibilidades. Zoey podría no quererme como su chico, y yo podría dejar de volar, pero no quiero detenerme a pensar en eso, solo quiero disfrutar de esto, de lo que hay hoy y tengo ahora. Si ella me quiere o no como su chico, no cambiará en nada la imagen que tengo de su persona; será siempre la chica que me roba las sonrisas más sinceras del mundo, seguirá siendo la loca divertida que me hace llorar de risa, será para siempre mi Wendy, y aunque cabe la posibilidad de que no sea su chico, ella siempre sera mi chica, porque lo que Zoey me hace sentir nadie se le acerca ni por poco. Lo que ella me hace sentir es algo muy especial, algo que no tiene nombre porque no estoy seguro de si existe la palabra justa de lo que Zoey me hace sentir.

Tal vez esto pueda sonar injusto para Maddie, pero lo de Maddie fue diferente, fue único a su manera, porque ella también me hizo sentir cosas, fue y sigue siendo especial. Amaré a Zoey, pero siempre querré a Maddie, siempre será un recuerdo lindo, un capítulo especial en mi vida, siempre le estaré agradecido por todo lo que hizo por mi. Es agradecerle por todo, y pedirle perdón por tan poco, aunque de seguro ella no estaría de acuerdo con esto.

Maddie acepto quien soy y me quiso pese a todo, Zoey hizo lo que soy, es la mejor parte de mi desde que tengo memoria.

–Sea lo que sea lo que estés haciendo con Zoey... no dejes de hacerlo –me dice Ruth, ambos teníamos hora libre y nos encontrábamos en el patio del instituto, el tiempo lo amerita– La estás sanando, Nolan. Me atrevo a decir incluso que la estás salvando, siempre haces eso con ella, la salvas. Cuando estuvo mal por Trevor, tu la sacaste de ese pozo depresivo, y ahora estás haciendo lo mismo.

–No soy el único que lo hace.

–Claro, estamos todos para Zoey. Pero lo que tu le das... es algo más especial, llegando al punto de ser único –me mira y sonríe– Tienes que darte cuenta de lo que estás haciendo, de la fuerza que tienes en la vida de Zoey.

–Y de la fuerza que tiene ella en la mía.

–Eso es lo que quiero hacerle entender.

–Y de seguro no lo entiende.

–No te creas, ya no me discute tanto al respecto. Creo que por fin la cabeza hueca comienza a entender lo especial que es en tu vida –me río– Es tan lindo lo que ustedes tienen. Es lo que todos quisieran vivir, a mi me gustaria vivir una historia así, y eso que no soy para nada romántica como para que me canten desde una casita del arbol.

La observo y tiene una sonrisa divertida en su rostro.

–Le dije que no te lo contara, que te ibas a burlar de mi.