Capitulo 13

18.4K 1.4K 857
                                    

Desde el principio Julian había sabido que todo terminaría así, y siempre había imaginado que sería Kevin quien lo delatara, pero esperarlo no hacía que se sintiera mejor o lo afrontara con mejor determinación. Estaba asustado. Ni siquiera esa era la palabra.

Estaba aterrorizado.

A cada segundo que pasaba sentía que todo a au alrededor daba vueltas y cada vez a más velocidad. Notaba un sudor frió por todo el cuerpo y hasta unas gotas caían por su frente.

—Eh, Julian, ¿estás bien?

Julian no fue capaz de enfocar a Isi, ni siquiera notó como se acercaba hasta él y lo tocaba, poniendo una mano en su hombro, incluso creyó que en algún momento Henry se reunió con ellos, saliendo del gimnasio, y mucho menos sintió el dolor que sus uñas producían en la palma de su mano; cuando Kei giró el cuello a mirarle después de hablar con Kevin, Julian sintió que no era capaz de sostener las piernas y las rodillas cedieron, cayendo torpemente al suelo mientras todo dejaba de dar vueltas hasta ponerse negro.

—¿Estás despierto?

Julian abrió los ojos lentamente cuando notó una cálida mano en su mejilla y miró el rostro de Kei através de lo que la luz de las persianas bajadas le permitía.

—¿Dónde estoy?

Julian cerró los ojos una vez más, saboreando el contacto de la mano de Kei sobre su piel. Era agradable estar así; demasiado agradable...

—En mi casa. Decidí traerte cuando te desmayaste frente a tu gimnasio.

Abrió los ojos de golpe, recordándolo todo y comenzó a respirar con fuerza, mirando a Kei asustado.

—Kevin... —consiguió decir con la voz entrecortada.

—Sí, Kevin ha venido de Japón. Fuimos a buscar a Oshi, pero no pretendía asustarte. Debemos terminar lo que Viktor había empezado. Se lo debo. Además, hay alguien a quien tengo que recuperar.

Julian se apartó lentamente de Kei, sintiendo un ahogo en el pecho y mirándolo con ansiedad. Buscaba a Nathan, vengaban a Daiya, a su tío... y todo por su culpa.

—¿Kevin no ha dicho nada?

—¿Decir? —Kei se levantó de la cama y caminó lentamente hacia la puerta. Su sombra se le asemejaba grande, oscura y tenebrosa y Julian sabía que era exactamente igual que el alma del chico rubio y él había aportado a ella—. Como todos, tiene mucho que opinar. Aunque tú te mantendrás al margen, por supuesto. Hubiera preferido que te mantuvieras alejado, pero Oshi tuvo que meter la pata. Hablaré con el seriamente.

Su voz era tranquila, amable y Julian se mordió con fuerza el labio, conteniendo las lágrimas. No se merecía eso.

—No me estaba alejando de ti —murmuró sin voz—. Te quiero...

—Quédate un poco más y luego le pediré a Rykou que te acerque a casa.

Julian apoyó los pies en la cama, sin dejar de mirar a Kei que ya había puesto la mano en el manillar de la puerta y se levantó.

—No... ah... ¿puede ser Kevin? —Kei se giró para mirarlo y Julian se encogió intimidado.

—¿Kevin? Aún no está recuperado completamente.

—Solo... —Julian se humedeció los labios—, solo quieto hablar con él.

Kei guardó silencio unos instantes, observándolo, con el brillo de los ojos resplandeciendo bajo la poca luz que entraba en la habitación.

—En otro momento, Julian. Ha venido mucha gente para reorganizarnos —abrió la puerta y las voces de varias personas llegaron hasta sus oídos, pero Julian no consiguió comprender nada—. Pero yo aún no me voy a ir.

Cuando habla el Corazón 2 (chico x chico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora