Capitulo 20

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Julian caminó detrás del silencioso Rykou por el largo corredor del último sótano del edificio donde se encontraban recluidos. Desde que habían terminado de hablar, el japonés lo había conducido a aquel lugar, sin decirle a dónde lo llevaba o qué quería que hiciera y a medida que avanzaban en un absoluto silencio, Julian miró la espalda del chico con el angustioso pensamiento de que únicamente lo llevaba a un lugar apartado donde matarlo.

No importaba. Julian bajó la cabeza, prácticamente pegando la barbilla en el pecho y encorvó débilmente la espalda, caminando sin apartar la mirada del suelo mal embaldosado. Tal y como estaban las cosas nunca tendría la oportunidad de demostrarle a Kei lo importante que era para él, ni siquiera podía poner en palabras que lo sentía sin que realmente éstas pudieran expresar el dolor que sentía por lo que había hecho. Y sin él, no quería seguir viviendo con ese dolor.

—Cámbiate de ropa.

Julian levantó la cabeza sorprendido de volver a escuchar a Rykou y miró el interior de la puerta metálica que estaba abriendo con llave en aquel momento.

Dentro se asemejaba bastante a los vestuarios del gimnasio donde había estado practicando inútilmente ese tiempo. Había varias taquillas cerradas aunque ninguna disponía de cerradura y dos bancos se metal se distribuían a los dos lados de la pared contigua. Julian no trató de averiguar lo que se encontraba al otro lado de la pared del fondo.

—¿De ropa? —preguntó con timidez, mirando a su alrededor en busca de algo para vestirse.

Rykou abrió con malos modales una de las taquillas, mostrando algo que parecía un uniforme militar completamente negro.

—Date prisa. El equipo sale dentro de quince minutos.

—¿El equipo? ¿A dónde?

Rykou también comenzó a cambiarse de ropa y Julian lo imitó, comprobando que la ropa le quedaba bastante más grande que su talla.

—Vamos a entrar en casa de Ivanoh, uno de los generales de Alexander —explicó Rykou rompiendo el incómodo silencio. Julian levantó la mirada hacia el chico que se estaba atando casi con rabia el cordón de la bota— Hemos averiguado que tiene una casa independiente fuera de la ciudad. Sabemos —hizo una pausa para mirarlo también y dejó el pie en el suelo aunque no hizo ademán de levantarse— que hubo hace años unas obras destinadas a crear una planta bajo tierra. Nuestra misión es acceder a ese lugar y buscar algo que deberian tener allí —Julian sintió una punzada en el estómago pero deseó que su expresión no hubiera mostrado nada—. Encontrar a Ivanoh y capturarlo... y hacerlo vivo lo consideramos algo imposible, como hacernos con el control de la casa tal y como nos encontramos en este momento. La misión es simple: echamos un vistazo, cogemos algo que nos interesa y nos vamos —Julian asintió con la cabeza, sin saber realmente qué decir y menos bajo la atenta mirada de Rykou que no había apartado la cabeza de él mientras le explicaba lo que pretendían hacer—. Y estaba organizada para mañana a las ocho de la tarde.

—¿Mañana?

Rykou se levantó finalmente y Julian se apresuró a atarse las botas. No eran tampoco de su número, pero eran lo suficientemente cerradas como para que no supusieran un problema.

—La hemos adelantado para hacer el asalto sin la presencia de Kei.

Julian soltó el cordón y volvió a mirar a Rykou que lo miraba desde la puerta.

—¿Qué?

—Obviamente Kei no está completamente recuperado de lo ocurrido la última vez.... Por tu culpa —La voz de Rykou fue áspera y helada y Julian se encogió, incapaz de moverse. Por su culpa... ¿hasta qué punto Kei había sido herido? Él no había notado nada, Kei no había demostrado nada y eso hacía que el dolor fuera más intenso—. Él ha organizado esta misión con él liderándola pero hemos decidido adelantarla sin su permiso para que no tenga que participar.

Cuando habla el Corazón 2 (chico x chico)Where stories live. Discover now