Capitulo 15

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—Te... tengo que irme —musitó Julian, desesperado, mirando a su alrededor para buscar sus cosas y salir corriendo para alcanzar a Kei.

No podía ser verdad...

No podía...

Julian intentó cerrarse la cremallera de la cazadora varias veces sin conseguirlo y se secó torpemente las manos en la ropa antes de volverlo a intentar sin dejar de sentir un intenso sudor helado por la espalda y la nuca. Hacía tiempo que había comenzado a híper ventilar.

—Julian, mejor espera a que venga Kei —Julian levantó la cabeza para mirar a Oshi y se mordió con fuerza el labio, tambaleándose hacia un lado. Oshi se adelantó a sostenerlo sin ocultar una expresión de preocupación—, tío, en serio, tienes unas pintas que dan asco. Tú espera aquí a que venga Kei y él ya se encargará de todo.

—No...

Julian apartó a Oshi débilmente y dejó por imposible la cremallera. Sólo tenía que alcanzar a Kei... Ignoró a Oshi cuando le dijo algo y trató de sujetarlo de nuevo y se precipitó hacia la puerta. Sólo tenía que... Se detuvo de golpe, sin llegar a rozar la puerta. No escuchó ni una sola voz al otro lado pero miró horrorizado como una llave entraba en la cerradura y retrocedió torpemente, notando como se le contraía el estómago y esperó inmóvil, sin darse cuenta que tenía una mano en el pecho a que Kei entrara el la habitación.

Lo sabía.

Julian estaba seguro de eso en cuanto los ojos oscuros de Kei se detuvieron en los suyos; feroces, con una sombra aún mayor de la que lo había vuelto a encontrar tras su regreso de Rusia.

—Kei...

Julian retrocedió, angustiado. No sabía qué decir y mucho menos qué hacer. Se fijó de refilón que Isi lo miraba entre la rabia y la confusión, como si hubiera algo que no podía creerse y Julian se encogió. Kevin no estaba por ningún lado.

—Kei...

—Ey, Kei, ¿ha ocurrido algo?

Julian percibió como Oshi se movía a su lado y casi se interponía involuntariamente entre él y Kei, alerta.

—Dímelo.

—¿Qué? Oshi miró a Isi confuso, pero su compañero ni siquiera lo miró, seguía con los ojos fijos en él pero Julian no fue capaz de desviar la mirada del chico rubio—. Oye, oye, que no me entero que pasa, ya sabéis como funciona esto —Oshi movió las manos efusivamente—, con los años se pierden neuronas y todo eso y uno pierde facultades pero...

—¿Qué es lo que ocurre?

Oshi se calló al escuchar la voz de Rykou y Julian se encogió aún más, frotándose las palmas de las manos en pantalón, apretando con fuerza.

—Dí que es mentira.

Kei apartó a Oshi, haciéndolo a un lado con una mano y se movió despacio hacia él, deteniéndose a pocos centímetros de distancia. Julian bajó rápidamente la cabeza, tratado de clavar las uñas en el pantalón, desesperado.. Necesitaba sentir dolor, uno diferente al que le estaba comenzando a asfixiar.

—Yo...

—Dilo, Julian, di que todo es mentira.

Julian no se atrevió a levantar la cabeza, no quería, no podía. La voz de Kei sonaba casi desesperada y Julian abrió la boca para poder respirar, angustiado y se llevó una mano a la chaqueta, apretándola con fuerza contra el pecho.

—Lo siento —musitó con voz débil, notando como las lagrimas le nublaban los ojos y comenzaba a ver borroso.

—¿Sentir? Di que es mentira.

Cuando habla el Corazón 2 (chico x chico)Where stories live. Discover now