Capitulo 31

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—Kei...

Julian levantó tímidamente la mirada hacia los ojos de Kei, quien lo miraba desde arriba, sin inclinar la cabeza para hacerlo y casi se sorprendió cuando el chico rubio puso una mano sobre la que sostenía la pistola y notó por primera vez la manera que le temblaban las manos. Abrió mucho los ojos y apartó la mirada, avergonzado y dejó que Kei le quitara el arma.

—La guardaré yo por si acaso.

Julian no respondió y vio como detrás de Kei arrastraban a varios hombres heridos e imaginó que no pertenecían a su equipo por la manera que los trataban pero sus ojos se detuvieron en el hombre al que él había disparado y que aún vivía. Kevin y otros dos hombres lo estaban levantando a la fuerza y Kevin le clavó los dedos en la herida cuando el hombre comenzó a forcejear y gritar violentamente, arrancando de su garganta un grito de dolor y algo que aunque fue un ruso, Julian imaginó que fueron insultos. Otro de los chicos que estaban con Kevin le dio un puñetazo en la cara y por fin dejó de hablar, aunque Julian vio como aun así sus labios seguían moviéndose.

—También está vivo —informó uno de los hombres comentando lo obvio.

—Le disparó el muchacho —Julian se puso tenso y miró horrorizado al hombre que recordaba haber visto en la habitación de Oshi y giró lentamente, con esfuerzo, el cuello para volver a mirar al chico rubio. Kei lo observaba con una media sonrisa en los labios.

—¿En serio? —dijo con burla, mirando la pierna herida del hombre—. En la pierna...

—Apuntó a la pierna.

Sakuya se puso a su lado y Kei tardó unos instantes en apartar la mirada de él hacia la chica, endureciendo la mirada.

—Llevadlo con los demás dentro de la habitación. Vamos a empezar con el interrogatorio y será más divertido si es delante del otro.

Hubo algunas risitas y Julian miró con mayor curiosidad hacia la puerta medio abierta de la habitación pero no llegó a ver nada. Comenzaron a arrastrar a los hombres dentro del cuarto y sólo uno de ellos comenzó a gritar cuando le obligaron a mirar hacia la cama.

—¿Qué...?

—Se trajeron un regalito de la estación —explicó Sakuya inclinándose hacia él—. Y Kei lo ha usado para atraerlos tal y como hicieron con Nathan para atraparlo a él.

Julian dio un paso hacia atrás para tratar de ver algo dentro, pero el cuerpo de Kevin y varios hombres custodiando la puerta se lo impedía.

—¿Qué ocurre? —Julian apartó rápidamente la mirada de la habitación y la clavó en las manos de Kei mientras cruzabas los brazos sobre el pecho, aún con la pistola en la mano—. ¿Te apetece asistir a un interrogatorio? Puede resultar interesante. E incluso igual te animas a participar —sugirió Kei sin disimular el tono irónico que marcaba cada una de sus palabras—. Has estado ya en algunos, ¿no? Puede ser refrescante estar al otro lado de la balanza esta vez.

Julian se encogió, recordando la manera que lo habían golpeado, que habían atacado a él y a las personas que había a su lado cuando los habían interrogado en el almacén, cuando habían tratado de sacarles la información del paradero de Kei a Kevin y a él... y sintió un escalofrío.

—No...

—¿Seguro?

Julian ignoró el sarcasmo ácido de Kei y sacudió débilmente la cabeza.

—Kei —Julian suspiró aliviado al escuchar hablar a Rykou. El japonés atravesó el pasillo desde el ascensor y no se detuvo al llegar a su altura, sino que se acercó a la puerta de la habitación donde se encontraba Oshi y empujó suavemente la puerta con los dedos, mirando hacia el interior con una expresión vacía, como si tan solo comprobara algo antes de apartar la mirada con lo que a Julian le pareció esfuerzo y clavó los ojos en los de Kei. Julian vio el intercambio de miradas entre los dos amigos e imaginó que Kei había estado observando cada uno de los movimientos de Rykou, en silencio—. Déjame interrogarlos. Conseguiré la información y la dirección.

Cuando habla el Corazón 2 (chico x chico)Where stories live. Discover now