Capitulo 2

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            —¿Para qué quieres saberlo?

            Julian se encogió de hombros con dificultad, lentamente.

            —Yo sólo...

            —El pasado no existe.

            —Ocurrió algo... —insistió, incapaz de levantar la cabeza para mirarlo—. ¿Qué fue lo que ocurrió?

            Hubo un largo silencio, unos instantes que a Julian no sólo le parecieron tortuosamente interminables y en los que deseó escuchar la voz burlona de Oshi desde algún punto de la casa, rasgando la tensa atmósfera, aliviando un poco la pesada carga que él sentía en ese momento.

            —Ocurrieron muchas cosas —Al final fue la voz de Kei la que rompió el silencio y su voz continuó igual de dura—. Pero ninguna de la que quiera hablar.

            Julian contuvo la respiración.

            —A... aquel día... —Julian se llevó una mano al cuello, haciendo una pausa. La garganta le escocía al hablar y el pecho le quemaba—. Me fui...

            —Si no te hubieras ido... estarías muerto —Kei dejó de hablar y Julian creyó que no volvería hacerlo, sorprendiéndose cuando volvió a escuchar la voz de Kei junto a él—. Yo estaría muerto.

            Julian levantó la cabeza y la volvió a bajar rápidamente cuando se encontró con la mirada de Kei fija en la de él. El chico rubio se había agachado a su lado, apoyando los dedos de una mano en el suelo, a un lado.

            —No... —Su respiración era cada vez más irregular y el dolor del pecho se hacía cada vez más insoportable. No podía mirarle a la cara—. Hay algo que...

            Tenía que decírselo, tenía que hacerlo... tenía que...

            Kei suspiró irritado y se levantó ágilmente, apartándose de él y haciendo que Julian se sintiera más vacío y empequeñecido.

            No... no podía decírselo.

            —Yo...

            —¡Pequeñín!

            Julian levantó bruscamente la cabeza y miró a Oshi que corría desde la puerta de entrada y literalmente se echó a sus brazos, aplastándolo en un fuerte abrazo que hizo que comenzara a ahogarse por otro motivo.

            —Oshi... —consiguió balbucear como pudo, sintiendo un alivio tan grande de volver a verlo que extendió también sus brazos para abrazarlo, para asegurarse que de verdad era él, que no era una ilusión.

            Aún así, antes de llegar a tocar su espalda con sus manos, Oshi lo agarró por los hombros y lo separó de él, manteniendo las manos fuertemente agarradas a sus hombros y mantuvo una expresión muy seria, severa y Julian perdió el hilo de los pensamientos, sintiendo pánico de pronto.

            —¿Qué...? —musitó en un hilo de voz.

            —¡Fue horrible! —Oshi comenzó a zarandearlo con fuerza—. ¡Tenía tanto miedo que estuve a punto de mojarme los pantalones! ¡Y no estabas tú para darnos ánimos con unos bonitos pompones rosas! ¡Nos abandonaste! Y yo me sentía taaaaan solo...

            Oshi comenzó a lloriquear a gritos.

            —¿Piensas seguir haciendo el payaso durante más tiempo?

Cuando habla el Corazón 2 (chico x chico)Where stories live. Discover now