~Capitulo 4.

1.5K 72 0
                                    

En un centro tan pequeño como el nuestro, te sabes el nombre de todos los alumnos de tu curso. En tercer año, somos setenta y tres alumnos y la mayoría vamos a clase juntos desde Primaria. Pero eso no significa que nos conozcamos. Nos hacemos una idea de cómo es la gente por la reputación que tiene, o por con quien sale o por cómo le va en clase. Estos juicios no están basados en hechos reales. Prácticamente, no nos conocemos a no ser que seamos amigos. Y, a veces, ni siquiera entonces.  

 

 La verdad es que yo no pertenezco a ningún grupo. Ya no. Me gusta ir por libre. Bueno, me relaciono con los chicos de One World y,evidentemente, me han colgado la etiqueta de «abraza- árboles». Creo que es una definición demasiado simple. No soy popular, pero tampoco una marginada. No soy de las más deportistas, aunque no se me dan mal los deportes. No soy empollona, pero nunca suspendo. Supongo que parece que soy bastante del montón. Pero eso tampoco es verdad.Siempre me ha costado encontrar gente con la que me sintiera a gusto.Los chicos de One World son geniales, pero Danielle es mi única amiga de verdad. Cuando intento hacerme amiga de gente con la que no conecto demasiado, siempre sale mal. 

Me parece que no merece la pena esforzarse por mantener una amistad con gente de la que, tarde o temprano, te vas a terminar distanciando.Erin quiere que Blake y yo nos hagamos amigos de Jason. No deja de decir lo guay que va a ser el año que viene, cuando los cuatro hagamos cosas juntos. Es como si quisiera que saliéramos en pareja o algo así. El entusiasmo que tiene Erin porque llegue el año que viene asusta un poco.Yo también estoy emocionada, porque es nuestro último año de instituto,pero Erin se comporta como si el último año fuera a ser una fiesta constante y ella la invitada de honor. Aunque no me sorprende. Le encanta ser el centro de atención. También le encanta hablar de los chicos que le gustan, particularmente, sobre si esos chicos están o no interesados en ella.Estoy segura de que, en parte, ese es el motivo por el que hoy quiere que quedemos: para que podamos hablar de Justin.   

  Así que vamos a tomar pizza. Blake se muere de ganas de conocer a Justin para poder criticarlo. Justin todavía no ha llegado. Solo llevamos esperando diez minutos, pero Erin se está volviendo loca.

 —¿Dónde se ha metido?Se asoma sobre el respaldo del asiento y estira el cuello para tener mejores vistas de la acera. Me está poniendo nerviosa. Mide un metro setenta y cinco y parece que esté a punto de dar una voltereta sobre el sofá de escay.

 —No te preocupes —le digo. 

—Ya debería estar aquí. 

—Solo llega diez minutos tarde.

 —Por eso. Nunca llega tarde.

 Me callo lo que tengo ganas de decirle: que es la tercera vez que salen.No puedes saber que una persona nunca hace algo si solo has salido con ella dos veces. 

—Yo solo sé que si no pedimos pronto, me voy a comer una pierna. Y no garantizo que sea la mía — informa Blake.

 —¿No has comido a mediodía? —pregunto. 

—No mucho, la verdad. 

—¿Por qué? 

—Porque no tenía hambre. 

—Eres un poco anoréxico. 

—Sí, por eso ahora me comería tres pizzas. 

—Podemos ir pidiendo para que nos sirvan cuando llegue Justin — digo,mirando a Erin

—. ¿Te parece?Erin vuelve con nosotros. 

-¿Qué? 

—¿Podemos pedir, por favor? —ruega Blake —. Me voy a desmayar y,desmayado, no soy una compañía demasiado agradable. 

El novio de mi mejor amiga.Where stories live. Discover now