~Capitulo 37.

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El mejor cartel que he hecho para One World hasta ahora ha sido reducido a pedazos. Tardé dos horas en hacerlo. La tipografía era impecable. Usé purpurina de ocho colores distintos. Hasta hice unas gráficas chulísimas y las pegué al póster.

Pero alguien lo ha arrancado y lo ha hecho trizas. Y luego ha esparcido los trocitos por el suelo.

Me agacho a recoger uno de los pedazos. Es una de las Tierras que Justin hizo la noche de las manualidades. La había usado para hacer la «O» de World. Estaba decorada con purpurina azul y verde. Nuestra pequeña y perfecta Tierra de purpurina.

Es una pena que la Tierra no sea perfecta. Sigo sin poder enfrentarme al panorama de la cafetería. Que no se nos permita salir del campus del instituto no quiere decir que tenga que comer allí. Mi plan es saltarme la hora de la comida terminando cosas de la asociación o yendo a la biblioteca. Mantenerme ocupada es la clave.

Hoy voy a almorzar en el hueco de las escaleras del ala de Ciencias. Necesito pasar un poco de tiempo sola. Si alguien me descubre, ¿qué más da? Creo que ya no pueden humillarme más. Blake comería conmigo, pero hoy no ha venido. Mi madre se ablandó y le dejó dormir en casa una noche más. Su tío Rick ha venido a buscarlo esta mañana.

Después de hablarlo con mi padre, mi madre llamó al servicio de protección de menores para presentar una queja anónima. Le dijeron que el maltrato verbal es tan grave como el maltrato físico. Cualquier tipo de maltrato conlleva daño emocional. El padre de Blake lleva maltratándolo psicológicamente tanto tiempo que ya ni me acuerdo de cuándo empezó a hacerlo. Nadie debería vivir así.

Así que el tío de Blake lo ha arreglado para que se quede con él hasta que vaya a la universidad. No estoy segura de qué va a pasar con su padre. Yo estoy aliviada por que Blake ya no tenga que seguir viviendo con él. Su tío Rick vive a cuarenta y cinco minutos de aquí y Blake tiene que ir y volver al instituto en tren todos los días. Hoy va a ir a casa a recoger sus cosas mientras su padre está trabajando.

Anoche, mientras Blake y yo veíamos una película, Justin me llamó como mil veces. Al principio no respondí. Sé que, si hablo con él, me será aún más difícil mantener la promesa que le he hecho a Erin. Pero me mandó un mensaje diciéndome que no iba a dejar de llamarme hasta que respondiera al teléfono. Blake me dijo que Justin ya había sufrido bastante y que al menos debería escuchar lo que tuviera que decirme. Así que la siguiente vez que Justin llamó, respondí y fui a mi habitación.

—Has contestado —me dijo.

—Le prometí a Erin que no hablaría contigo.

—Lo sé. Pero tengo que hablar contigo de todas maneras. ¿Puedo ir a tu casa?

—¡No! Si se entera, nunca recuperará la confianza en mí. La semana pasada le dije que no volvería a verte ni nada por el estilo.

—No tiene por qué enterarse.

—Pero yo sí.

—¿Ella es más importante que yo?

—Eso no es justo.

—¿Pero qué se supone que va a probar que te mantengas alejada de mí? Ya sabe que hemos estado juntos este verano.

—Pero no hay por qué empeorar las cosas.

Silencio.

—Sabes que me siento fatal por lo que ha pasado — le digo —. Odio que las cosas sean así.

—¿Y por qué tienen que ser así?

—¡Porque es mi mejor amiga! ¡Por eso!

—No, es porque tú estás haciendo que sean así, pero podrían ser como tú quisieras que fueran.

—Bueno, ¿me estás diciendo que estar conmigo te parece buena idea? ¿Dejarnos ver juntos en el instituto, delante de Erin? ¿Y torturarla más de lo que ya lo hemos hecho? ¿Se supone que deberíamos pasearnos por los pasillos dados de la mano y comer juntos y que me lleves a casa en coche después de clase?

—Ehhh... Sí.

—¡Ni hablar! Eso solo lo empeoraría todo.

—¿No quieres estar conmigo?

—Claro que quiero estar contigo. Ya lo sabes.

—Antes lo sabía, pero ya no estoy tan seguro.

Todo este tiempo he estado tan preocupada por no herir los sentimientos de Erin que no me he parado a pensar en cómo estaba afectando esto a Justin. Sabía que los dos lo estábamos pasando mal, pero cuando le dije que no podía estar con él, lo aceptó en contra de su voluntad, porque le importo muchísimo.

—No quiero que las cosas sean así —dice Justin—, Pero, sobre todo, quiero que seas feliz. Si estar conmigo va a hacer que tu vida sea miserable, entonces me mantendré alejado de ti.

—Yo no he dicho eso.

—Pero es verdad.

Esta es la peor conversación que he tenido en mi vida. No solo estoy haciéndole daño a Erin: también se lo estoy haciendo a Justin. Pensaba que las cosas no podrían ponerse peor hasta que llegó la clase de Informática. Lo bueno es que esta asignatura se da en la sala de ordenadores y puedes hacer cosas que se supone que no deberías estar haciendo mientras el profesor no está cerca. Además, hoy tenemos clase con un sustituto que nos va a dejar la hora libre para hacer lo que queramos.

Aunque estaba deseando desconectar de la realidad durante la hora libre, no voy a poder. Me gustaría flotar en una burbuja cibernética hasta que termine el instituto. Y eso es difícil cuando la gente no deja de mirarte y reírse de ti. Pero bueno, da igual, la gente lleva mirándome y riéndose de mí muchísimo tiempo. Aunque ahora es evidente que me miran y se ríen por un motivo concreto.

Echo una mirada a las pantallas de los ordenadores de la mesa que hay frente a la mía. ¿Estoy loca o estoy viendo una foto mía? En internet. Una foto horrible que yo no he colgado nunca en ningún sitio.

En mi pantalla aparece un mensaje de chat. Dice:

Quieres orla?

Y luego me llega un link. Pincho en el enlace. Cuando la página se abre, siento ganas de vomitar inmediatamente. Había dado por hecho que no serían tan crueles.

Me equivocaba.

La página se llama «Comité Antiputas». Debajo de la foto horrible hay un montón de comentarios que dicen que doy asco y que, como no puedo conseguir novio yo sola, tengo que robárselo a mi mejor amiga. Otro comentario dice que resulta ridículo que me preocupe tanto por aparentar que me interesa salvar el planeta cuando en realidad lo único que quiero es entrar en una buena universidad. Hay otra chica (estoy segura de que es chica porque solo nosotras podemos ser tan crueles) que despotrica sobre todas las cosas presuntuosas que se supone que he hecho desde Primaria.

Por alguna de las cosas que ha escrito, deduzco que es Danielle.

Danielle ha escrito esto.

Era mi amiga.

¿Qué habrá escrito Erin? ¿Será ella quien ha hecho la página? Es imposible saber quién es el autor. Quizá un grupo de gente. Ahora que todo el mundo la ha visto, no hay nada que pueda hacer para pararlo.

Se me parte el corazón. ¿Cómo puede ser que una persona que significaba tanto para ti un día no signifique nada al día siguiente? Pensé que Erin siempre estaría ahí, sin importar lo que pasara. Pensé que era la única certeza con la que podría contar siempre.

Esto es una prueba de lo rápido que tu vida puede ser destruida incluso cuando pensabas que las cosas no podrían ponerse peor.


El novio de mi mejor amiga.Where stories live. Discover now