23. Fingiendo

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✏Dedicación especial a @Vanessa0820: Mil gracias por leer esta historia, sé que a ti te encanta que Peter evite a Clarisse por ser su nieta así que tenía que dedicarte este. Lol

Suspiré pesadamente, sin saber cómo responder ante la hipótesis de Félix.

—Estás viendo cosas donde no las hay, ayer no pasó nada —mentí.

—Claro, entonces ambos tuvieron insomnio. Que curioso —dijo sarcástico.

Tenía entendido que Félix era la mano derecha de Peter, por lo tanto, él sabía más que yo.
No entendía muy bien cuál era su punto, él probablemente sabía todo así que no veía necesario contarle que había pasado.
¿Qué podría decirle? No le contaría que Peter me había despreciado, quería guardar un poco de dignidad.

—Ayer Pan me dio una puerta, la cual está hechizada —le expliqué.

—¿Sólo eso? —preguntó con interés.

—Sólo eso —asentí fingiendo seguridad.

—Sí, ya veo —dijo sin creerme una sola palabra.

—Deberías dejar de jugar al espía, Félix —resoplé con fastidio.

—Oh, olvidaba que ese era el trabajo de Pan —masculló irritado.

—Así que hoy alguien se levantó con el pie izquierdo —rodé los ojos.

El rubio frente a mi se pasó una vez más la mano por el cabello, suspiró cerrando los ojos y volvió a abrirlos pareciendo más relajado.

—Lo siento, Clare. No debería meterme en asuntos que no son míos pero a veces me frustra la situación —dijo en voz baja.

—No hay ninguna situación. No te preocupes, Félix —sonreí.

—Seguro ya habrán despertado todos —dijo con una mueca.

—Rubio, mejor vámonos —sugerí—. Los chicos estarán a punto de cometer canibalismo si seguimos perdiendo el tiempo.

Félix se puso de pie y me tendió la mano, la acepté con una sonrisa. Al menos después de la charla extraña que habíamos tenido, ya no parecía tan distante conmigo.

El resto del día lo pasé en el campamento, ayudaba en todo lo que podía para no aburrirme. Además, quería mantener mi cabeza ocupada en algo.
No quería pensar en Peter Pan e incluso agradecía que no lo hubiera visto en todo el día. Aunque me parecía un poco extraño no verlo dando órdenes de un lado a otro, o lanzando comentarios sarcásticos cada que podía.
Sin Peter me aburría, sin él no tenía con quién discutir.

La noche estaba comenzando a caer y Félix encendía la fogata mientras yo veía distraída cómo las llamas comenzaban a cobrar vida.
Sólo estábamos nosotros, el resto de los niños perdidos habían ido a cazar. Supuse que la razón era Pan, ya que no se había aparecido en todo el día y tal vez no confiaban en que él traería la cena.

Sin embargo no me preocupaba eso en lo absoluto, mis pensamientos no tenían nada que ver con la cena.
Mi cabeza en esos momentos no dejaba de repetir las mismas palabras, una y otra vez.

«Clarisse, iré por ti lo más rápido que me sea posible. Te lo prometo

—¿Cuánto tiempo llevo aquí? —dije lo suficientemente alto para que Félix me escuchara.

—En Neverland el tiempo se detiene, no podría responderte cuánto llevas aquí —respondió sin despegar la mirada de su tarea.

Rodé los ojos y suspiré.

No te pertenezco Peter PanWhere stories live. Discover now