38. Niños perdidos

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✏Dedicación especial a @xSweetDreamsxx: Tardé siglos buscando tu comentario, pero al fin logré encontrarlo. Creo que eres de las nueva lectoras, así que bienvenida y gracias por leer :) ♥

Peter entró a la cabaña dejándome a solas con el pequeño rizado, quien no dejaba de mirarme.

—¿Tú y Peter tendrán un bebé? —soltó de la nada.

Mis ojos se abrieron como platos al escucharlo.

—¿Qué? No, por supuesto que no —dije desconcertada por su pregunta.

—¿Estás segura, Clare?

—¿Por qué crees eso?

Harry comenzó a jugar con sus manos mientras se balanceaba en sus pies, bajando la mirada.

—Una vez, mi hermana me dijo que cuando dos personas se besaban y tenían un abrazo especial era porque querían tener un bebé. Tú estabas teniendo un abrazo especial con Peter, igual que los que tenían mi mamá y mi papá.

—Oh, no, Harry —negué ruborizada—. Tú eres el único bebé aquí, no habrá más.

Los ojos del niño brillaron y corrió a abrazarme.

—¡Qué bueno!

—¿Por qué quieres ser el único bebé? —sonreí despeinando sus rizos.

—Mi mamá tuvo un bebé nuevo y por eso llegué aquí —susurró—, si tienes un bebé entonces no me querrás más a mí.

Sentí un golpe en el pecho al escucharlo, dolía saber que Harry se había convertido en un niño perdido por sentirse reemplazado.

—Se siente demasiado amor por aquí —dijo Peter observando al niño abrazado a mi pierna—, demasiado para mi gusto.

Rodé los ojos y fingí ignorar sus celos irracionales sobre el encantador niño.

Peter me entregó un arco con flechas y le extendió lo mismo a Harry.

—Toma, enano —dijo dándole un arco.

—Asombroso —chilló tomando el arma.

—No deberías darle una arma a un niño tan pequeño como Harry —dije cruzándome de brazos.

—Clarisse, él sabe usar el arco mejor que tú —alzó una ceja.

—¡Estás bromeando! Tiene como cinco años —dije incrédula.

—Tiene siete años y lleva mucho tiempo en la isla.

—Además es adorable, míralo, él no mataría una mosca.

Peter me dedicó una sonrisa burlona y después miró a Harry.

—Vamos, muéstrale —lo animó.

Harry tomó una flecha y la colocó sin ningún problema, miró hacia el cielo un segundo antes de disparar. Se movió un paso hacia la izquierda y un ave cayó, dejándome estupefacta.

—Los niños perdidos así son —dijo Peter con una sonrisa de autosuficiencia.

Me aclaré la garganta y traté de que mi quijada no cayera hasta el suelo. Resultaba imposible que el mismo niño que creía que por un beso tendría un bebé pudiera tener buena puntería y sangre fría al cazar.

—Vámonos antes de que descubra que Harry también puede volar —dije colgando el carcaj en mi hombro junto con el arco.

—Bueno, ahora que lo mencionas —vaciló Peter.

No te pertenezco Peter PanWhere stories live. Discover now