Capitulo 24

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POV Lauren

Estuve un par de minutos en silencio, Camila permaneció igual, nuestra respiración estaba algo agitada, me inquietaba saber si ella podía escuchar el latido de mi corazón, no recuerdo la última vez que se aceleró tanto por algo o, mejor dicho, por alguien. Volvimos a cruzar nuestras miradas, solo eso me lograba estremecer como nada, debí morir un poco al verla.
-¿Nos vamos? -finalmente ella acabo con ese silencio, que más que ser incómodo se volvió perfecto por un momento.
-Si, -dije algo emocionada aún por aquel beso- pero... Vamos -insistí- pasa tu primero.
-¿Hace más calor que antes? -preguntó pasando la mano derecha mano por frente.
-"Después de ese beso hasta el helado estaría caliente" -pensé, pero claro que no lo dije- Si, está insoportable este calor -comenté bajando las escaleras detrás de ella.
Nunca me pareció apropiado hablar sobre "un beso" o cualquier suceso relacionado, son cosas espontáneas que discutirlas sólo lo vuelve incómodo, pero con Camila era diferente, me hacía sentir tantas cosas, que mi principal necesidad era decirle lo mucho que me gustaba tenerla cerca, lo perfecto que era sentir su respiración agitarse con la mía o la locura que despertaba en mi rozar esos labios, pero ¿Cómo sacar el tema?, ¿Cómo hablarle de algo que ella evidentemente evitaba?.
Salimos de la casa quizá a eso a de las 4 o tal vez 5 de la tarde, el atardecer estaba por aparecerse ante nosotras y lo consideré la ocasión perfecta para tener un momento verdaderamente romántico con ella, y lo más importante, un momento que fuese planeado, pues con Camz todo surgía de imprevisto, fuimos hasta la heladería por el camino no hablamos demasiado, el beso genero esa típica tensión entre nosotras, supongo que fuese más simple enfrentarnos y ser claras, pero la presión rara vez trae buenos resultados, me gustaba vivir un día a la vez, aunque lo quería todo, con Camila es mejor asegurar poco a poco cada cosa. El lugar estaba cerca de una playa, aunque no es de las mejores de Miami, mi plan había sido en primer lugar entrar, comprar un par de helados y comerlos mientras recorríamos la playa con la intención de ver el atardecer, algo simple pero romántico, sin embargo mis planes quedaron en el olvido cuando una voz exclamó "Mila, ¿Qué haces aquí" con toda la emoción y alegría del mundo, ni quise girar la vista para saber quien había destruido mis planes del día, pero no hizo falta en breve la persona se acercó hasta nosotras aunque yo estaba de espaldas.
-Mila, ¿Por qué no me dijiste que vendrías? -preguntó nuevamente.
-No, es que no lo planeaba -aclaró ella saludando con un beso en la mejilla a la chica, que al voltear finalmente supe quien era.
-Hola Lauren -dijo algo incómoda.
-Hola -respondí intentando recordar su nombre.
-Ya que conoces a Dinah no te la voy a presentar -comentó Camila- ¿Estás con Siope? -preguntó esta vez para ella.
-No, estoy con mis hermanas, ¿quieren venir a la mesa? -ofreció ella, mientras yo deseaba con todas mis fuerzas que a Camila no se le ocurriera aceptar.
-¿Está la pequeña Regina? -dijo ella emocionada.
-Si, ven a saludarla -dijo Dinah emocionada.
Era un buen momento para estar odiando el hecho de que en Miami todo el mundo se conoce, mire a Camila y no fue necesario decir nada, absolutamente nada, ella entendió que mi intención no era terminar la tarde con Dinah y sus hermanas, en breve hizo el comentario que salvaría la tarde.
-Iré a saludar y regreso, ¿está bien? -dijo guiñándome el ojo, lo que me causo algo de risa.
-Iré pidiendo algo mientras -hablé camino al mostrador.
-Nos vemos -dijo Dinah algo cortada por la situación aún.
-Seguro -respondí alejándome de ellas.
Hice las compras tal vez adivinando un poco los gustos de Camz, mi intención era pasar el menor tiempo posible allí, y que ella en pro de su amistad con Dinah decidiera quedarse junto a ella para finalizar la tarde, me ocupe de pedir y pagar lo más pronto posible, cuando Camila regresó ya tenía todo y le indique que iríamos de salida, ella estaba evidentemente confundida, pero accedió sin mayor complicaciones despidiendo a Dinah con la mano desde el pasillo de la heladería.
-Así que tampoco puedo elegir el sabor de mi helado -dijo algo irónica- ¿algún día me dejarás opinar en algo? -preguntó mirándome firme.
-Es que no quise interrumpirte cuando estabas con tu amiga y decidí hacer el pedido yo, pero te gusta el chocolate, no? -dije intentando no fallar en eso- además si te hubieses quedado conmigo te hubiera dejado elegir -expliqué.
-Me fui por unos minutos no creí que quisieras salir corriendo de la heladería. -replicó de inmediato ella.
-No me quiero perder el atardecer en la playa, aunque esta no es la mejor, ni más bonita, pero el atardecer sigue siendo el mismo -dije caminando por la arena.
-¿En serio amas con locura estar en la playa? -preguntó algo convencida de que así era.
-¿A quién no podría gustarle? -respondí con una pregunta de vuelta.
-Lo sé, pero tú, tú realmente amas venir a las playas, siempre estás pensando en eso -comentó.
-Hay otras cosas en las que pienso también -expliqué dando una sonrisa sincera- pero venir a la playa me hace recordar mi infancia, lo diferente que era mi vida entonces... -hable con algo de nostalgia.
-Eran tiempos felices y no lo sabíamos -reflexionó ella haciéndome pensar un poco en sus palabras.
-Tienes toda la razón, quizá tú y yo si podamos entendernos bien después de todo. -dije mirándola con algo de paz porque sabía que en el fondo ella no era tan diferente a mi, no tanto como yo esperaba.
Nos quedamos un tiempo más observando la puesta de sol, a pesar de los pequeños contratiempos, este había sido un día perfecto con Camila, por lo menos para mi, y eso, en el fondo me llenaba de mucha felicidad, la cual no sabía si era real, si tenía algún sentido, pero me daba tanto gusto, pasaba mucho tiempo mirándola, amaba cada gesto que hacía, en ocasiones notaba que se daba cuenta y trataba de disimular un poco, para no incomodarla.
-¿Tengo helado en el rostro? -preguntó algo perturbada.
-No... -dije observándola con detenimiento- no, nada.
-Es que... ¿Por qué me miras tanto? -preguntó finalmente sin dar más vueltas.
-Me encantan tus muecas, tus muy raras y divertidas muecas -dijo sonriéndole- me divierte mirarte.
-A mi me incomoda, siento que tengo algo feo en la cara -dijo apenada.
-Tu cara es preciosa -dije sin pensar, lo que me genero un calor en mi rostro y sin demorar mucho apareció ese rojo claramente marcado en el de ella también.
-Lauren -dijo algo apenada- hoy estás muy amable -comentó ella.
-Intento ser amable, pero tampoco te gusta que lo sea? -dije algo confundida y frustrada.
-Es que no te entiendo, a veces eres tan odiosa y otras veces eres como ahora, no se quien eres -dijo mirando hacia la arena.
-Es complicado, tampoco yo lo sé -terminé confesando- desde que tu llegaste a mi vida con dificultad me reconozco -finalice diciendo mientras miraba la arena de vuelta.
-Es que... No entiendo nada, ¿A qué te refieres? -dijo confundida nuevamente y esta vez posando su vista en mi.
-A que tú me estás cambiando la vida Camila y lo más asombroso es que ni siquiera lo sabes -dije rendida en la arena.
-Ahora lo sé -dijo sentándose a mi lado- y eso cambia todo, lo pone en otras perspectiva -dijo pasando su mano por mi mejilla- juntas vamos a averiguar quien eres -dijo sincera.
POV Camila
Estuvimos allí por un buen rato, termine sentada con la Lauren recostando su cabeza en mis piernas, creo que es la tarde más tierna que hemos tenido, me gustaba acariciar su cabello, a ella parecía encantarle que lo hiciera porque parecía que en cualquier momento se quedaría dormida en esa posición, pero cada vez oscurecía más y debíamos volver a casa, no quería interrumpir aquel momento, pero era necesario, ella me dio una mirada y sin necesidad de decir nada supo que era hora de irnos, no se explicar bien de que va esa conexión tan nuestra de hablarnos sin necesitar palabras, era como si nuestros ojos hubiesen ideado un lenguaje tan suyo que podíamos entendernos con simples miradas cruzadas.
-De acuerdo, es hora de irnos -dijo ella levantando su cuerpo del mío y sentándose en la arena.
-Vamos -dije en un intento fallido por ponerme de pie.
-Yo te ayudo -dijo Lauren, que en segundos estaba de pie sin dificultad, creo que admiro su habilidad y coordinación la cual no tengo.
Estiro su mano y en poco estaba de pie junto a ella, quedamos de frente una vez mas y esta no fue diferente a las anteriores, Lauren con suma delicadeza coloco ambas manos alrededor de mi rostro y poso un suave beso en mi frente.
-Gracias por un día especial -dijo alejando sus labios de mi rostro.
-A ti -dije nerviosa y sorprendida por su gesto- gracias por cocinar para mi -comenté con una sonrisa.
-No fue nada, solo espero que te haya gustado mi comida especial de Cuba -dijo orgullosa.
-sobre eso, tengo que decirte que mi madre también es Cubana -hablé riendo un poco- así que claro, adoro esa comida -exclamé.
-Eso no es justo -dijo algo decepcionada- ¿Por qué no me lo dijiste antes? -preguntó confundida
-No quería que te decepcionaras por tu idea, además es algo bueno, tenemos eso en común -explique dándole animo.
-si lo pones de esa forma no sueva tan mal-dijo ella intentando animarse.
Caminamos hasta su auto como dos niñas pequeñas, molestándonos por todo el trayecto, en ocasiones ella me intentaba llenar de arena y, yo la empujaba para fastidiarla un poco, solo hubo risas y poca conversación hasta entonces.
-Próxima parada la mansión Cabello -dijo ella subiendo al auto- ponte el cinturón de seguridad que iremos de prisa -anuncio.
-¿Estas loca? -Dijo exaltada- quiero llegar viva, gracias pero conduce con precaución -advertí.
-De acuerdo aburrida, iremos lento entonces -dijo decepcionada mientras encendía el motor y a su vez el estéreo.
-¿Puedo colocar la música yo? -pregunté con una de mis caras de niña consentida que nadie puede negarse a ceder.
-Si lo pides así, claro... toma esto -extendió su celular para que lo conectase al estéreo.
Por el camino fuimos escuchando algunas canciones que estaban de moda, su música estaba muy actualizada, aunque también había muchos clásicos, creo que encuentras cosas de los años 70 en adelante, no parece la música de una chica de su edad, pero con Lauren todo es así fuimos cantando un poco aunque con la música en el volumen tan alto que iba no se distinguían demasiado nuestras voces, sin embargo ella sonaba bien con lo poco que alcanzaba a escuchar, al termino de una de las canciones ella bajo considerablemente el volumen.
-Sabes que el plan de la playa es totalmente un hecho, ¿no? -preguntó mientras conducía.
-Ni siquiera le comentaste a tus amigos aun y ya lo das por hecho -dije escéptica de que de verdad sucediera.
-Cuando "Lauren Jauregui" y "playa" están en la misma oración te aseguro que nada puede resultar mal, dalo por hecho, iremos a la playa esta semana -repitió convencida.
-Esta bien, si insistes así será -dije rindiéndome ante su determinación.
Volvimos a escuchar música aunque no tardamos demasiado en llegar hasta la casa, Lauren estacionó lo más cerca que encontró y bajó el sonido por completo, apagó el motor y se giró a verme mientras yo me quitaba el cinturón de seguridad, creo que el momento mas incomodo de todos mis encuentros con Lauren, siempre sin duda, es el de la despedida, nunca se bien como decirle adiós, nunca se si darle un beso en la mejilla o simplemente despedirme con una beso rápido en los labios como ya es habitual entre nosotras, pero los nervios siempre terminan protagonizando el momento.
-No quiero excusas Cabello -dijo mirándome firme- esta semana iremos a la mejor playa de Miami.
-Entendido Jauregui, si me botan de la escuela será tu culpa -dije riendo un poco nerviosa- bueno... -hice una pequeña pausa dramática- gracias por todo. Iré a casa -dije abriendo despacio la puerta.
-Claro -dijo ella mirándome con desconcierto- ¿un abrazo de despedida al menos? -preguntó quitándose su cinturón rápidamente.
Me acerqué para darle el abrazo que ella pidió, lo divertido y quizá más irónico es que ambas sabíamos hacia donde iría a parar ese abrazo y fue instantáneo que nuestros labios se juntaron como si la fuerza de un imán estuviese en medio, era la primera vez que nos besamos por el gusto o la intención de ambas, sin tanta torpeza del momento, sin tantas trabas, era como si ella estuviese contando los segundos para ese beso de despedida, yo podría pasar el día entero, pegada a esos labios, pero se que en el fondo nosotras no tenemos nada definido y eso no esta bien, sin embargo los problemas morales no existían cuando estaba probando esos perfectos labios, no fue nada demasiado prolongado, en cuestión de segundos terminamos el beso, ella solo me miro y dijo algo que sonó sorprendente viniendo de Lauren Jauregui "besas como nadie más", y es que para mi Lauren era lo mejor de lo mejor en esa materia y que ella tuviera ese concepto de mi, de cierta forma me elevó el ego. Medité antes de decir alguna tontería impulsada por mis nervios, pero ya era costumbre que Lauren me pusiera de esa forma y que más tarde que temprano acabara diciendo lo mas idiota que pasase por mi cabeza.
-Eso debes decir de todas... -dije sin medir- todos -rectifique- de... -preferí el silencio como una opción mas valida.
-claro -ella solo sonrió por mi comentario mientras negaba con la cabeza y soltaba un leve suspiro en cada sonrisa que me regalaba.
-te veo mañana dije -bajando del auto para no decir otra idiotez mayor- buenas noches -comenté cerrando la puerta.
No llegué hasta la puerta cuando sentí las manos de Lauren alrededor de mi cintura, ya era de noche y la verdad no había demasiado ruido o luces en la cuadra, ella solo me giro y dio un suave pero determinado beso al cual casi ni pudo responderle, acercó sus labios a mi oído izquierdo y con una voz algo sexy pero dulce susurró "Nunca le había dicho eso a nadie" sin decir media palabra mas regreso hasta su auto y entonces se retiró.
Entré a mi casa con una sonrisa algo tonta dibujada en mi rostro que nadie, ni nada podría borrar, salude a mis padres y obviamente me excuse por la hora de llegada, fui hasta mi habitación y me tire en la cama mirando hacia el techo, creo que repase lentamente cada momento del día con Lauren y podría, sin problema alguno, repasarlo durante toda la noche, ya tengo una idea bastante clara de como se siente estar caminando entre nubes, es que con ella nunca más volví a tocar el suelo.
POV Lauren
Tenia dos cosas en mi cabeza, Camila Cabello como era típico últimamente y el reciente plan a la playa con los chicos, eso podría resultar bien a excepción de dos factores importantes: Cece y Drew, pero el plan estaba hecho era solo cuestión de avisarlo y con seguridad estaríamos tomándonos un día de escuela para pasarlo en la plata con los chicos, decidí informar del suceso pero a mi conveniencia, envié un mensaje general de cual era el lugar y el día que iríamos, pero no mencione a Camila por ahora, eso lo haré con algo de suerte mañana cuando este en la escuela, primero me ocuparé de que Cece acepte a Camila y entonces luego le doy la noticia de que estará con nosotros mas de lo que ella imagina.
Llegué finalmente de vuelta a mi casa, los autos de mis padres estaban estacionados afuera, eso implica que ya están todos en casa, baje sin preocupación y entre en mi pequeña burbuja de amor, la cual estaba repleta de sonrisas desde que regrese de casa de camz, salude de manera general y creo que respondieron todos, honestamente no di importancia a eso, mi única misión era llegar a mi habitación y por fin estar en silencio para escuchar algo de Lana del Rey y pensar en mis siguientes pasos con Camila.
Pasaron algunos minutos y yo no conseguía dormirme o concentrar mis pensamientos en otra cosa, es que desde que la conozco debo admitir que duermo menos, no se como ha podido apoderarse de mis pensamientos, no salir ni por un momento. Escuche pasos afuera y de un golpe se abrió mi puerta, me exalte porque nadie entra sin tocar, saben que lo odio.
-Necesito pregúntate algo muy en serio -exclamó Chris bastante serio desde la entrada de la habitación.

STAY/QUÉDATE (CAMREN)Where stories live. Discover now