Capitulo 50

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POV Camila

De camino al aeropuerto ya iba sintiéndome insegura, Lauren se quedaría aquí con sus amigos, por dos largas semanas, sabía que no iba a faltar quien la incitara a salir o hacer otras cosas, pero asumí mi derrota, debía irme y ella quedarse, no seria demasiado, dos semanas pasan volando, aunque cuando no estoy con ella el tiempo se vuelve lento, verdaderamente mas lento.
Llegando a la entrada principal del aeropuerto supe que todo se volvía mas real, mi incliné por la ventana del auto y observé el día, aún no terminaba de amanecer y el clima estaba algo húmedo, había un auto parado unos centímetros mas adelante, música a un volumen poco adecuado, considerando la hora y el lugar donde estábamos, una chica recostada a la puerta con lentes de sol, justo sol era lo que no había a esta hora, y un café en sus manos, quien mas podría protagonizar una escena como esa, solo Lauren. Ni siquiera esperé que el auto estuviese bien estacionado, en segundos estaba corriendo hasta donde ella estaba, la mezcla de emoción y desconcierto por su presencia aquí ya me estaba enloqueciendo, me lance en sus brazos sin medir mi fuerza, estaba guiada por mis impulsos, ella solo dejó escapar una risa algo fuerte, como siempre, como es ella, y me recibió en sus brazos dándome la tranquilidad que me faltaba, que difícil iba a ser no estar en esos brazos por tantos días.
-Creí que no vendrías -hablé finalmente- ¿y la fiesta? -pregunté confundida
-Bueno, me tenia que asegurar de que no tomaras el avión equivocado Camz -bromeó mientras besaba mi frente- además la fiesta puede seguir sin mi, pero tú no podías irte sin que yo te viera unos minutos por lo menos -habló con una voz dulce- ¿Dónde están tus padres? -preguntó mirando alrededor.
-En ese auto -señale, en breve teníamos a sofia en medio de nosotras.
-¡Lolo! -exclamó abrazándola- ¿Vienes con nosotras a México? -preguntó curiosa.
-...no sofi -habló con un tono suave intentando quedar a su altura- solo vine a despedirme de ti y... -buscó dentro de su auto- a darte un chocolate para el camino.
Con el dulce en sus manos y saltando de un lugar a otro finalmente sofi nos dejó, salió hasta donde estaban nuestros papas y ellos saludaron a Lauren desde el auto.
-Creo que intentas conquistar a mi hermanita con dulces, eh? -pregunté subiendo una ceja.
-Bueno... No funcionó contigo, pero tal vez funcione con ella -dijo encogiéndose de hombros.
-Aún con eso laur? -pregunté incrédula- tienes que superarlo.
-No puedo, te envío chocolates y tu ni me hablas ese día -se quejó- no lo voy a superar tan pronto- sin embargo también te daré algo, a ver si tratas de recordarme cuando lo veas -comentó- puedes regresármelo cuando llegues de México o puedes usarlo siempre, si eso quieres -dijo nerviosa.
-¿Qué cosa? -me invadía la curiosidad, en breve se quitó un anillo que siempre usa y me lo entregó.
-Creo que está de más decirte que amo ese anillo con mi vida -aclaró- cuídalo y el te va a cuidar mientras yo no esté cerca -habló tierna- te quedara bien.
Estaba asombrada y algo conmovida con lo que dijo, de inmediato me puse el anillo y me lance en sus brazos con discreción deje un beso en sus labios, la emoción me ganó y debía besarla, además los siguientes días no tendré esos besos y no sé como voy a soportarlo.
-Eres muy perfecta -hablé perdida en sus ojos, la hice sonrojarse.
-solo hablas por hablar -dijo totalmente roja- yo solo estoy aprendiendo de ti -agregó dejándome en el mismo estado.
Estuvimos un par de minutos perdidas en nuestro momento, tomadas de la mano, mientras esperaba por mis padres, cuidando que nuestros gestos no fuesen tan evidentes, pero sin poder separarme de ella ni un momento.
-En fin Lauren -dije apretando su mejilla para cambiar el tema- ¿ya te vas?
-me estás botando acaso? -interrogó
-cuando sensibilidad mujer -exclamé- no sé si quieres ir a esperar conmigo, tal vez quieras irte a dormir.
-Camila, si eso quisiera estaría en mi casa, durmiendo en la comodidad de mi cama, que debe estar bastante caliente y agradable a esta hora -argumentó sarcástica.
-Ok, entremos entonces mujer sarcástica -dije- ven la tome de su brazo en dirección al interior del aeropuerto. Una vez adentro finalmente mis papás saludaron a Lauren y fueron a resolver los asuntos del viaje mientras nosotras esperábamos con sofi.
POV Lauren
Tal vez exageraba un poco, pero entrar a ese aeropuerto con ella y saber que saldría sola me estaba matando. Lo peor de toda mi tortura era la sonrisa que debía tener permanentemente en mi cara, por qué: ¿cómo justificaría mi tragedia ante los señores Cabello? Camila se veía hasta ansiosa, aunque me aseguraba que no quería irse, en el fondo yo comprendía que probablemente ella estaba deseando ver de nuevo a sus amigos, al resto de su familia y con el corazón pedía que a nadie más, ningún ex, nadie más, pero nunca se sabe.
El vuelo fue anunciado, sofi saltó del asiento, creo que "México" era la palabra de su felicidad, la misma que a mi me robaba todas las sonrisas hoy, había dos cosas que me estaban alterando la calma, Camila se iba, esa sería la primera y la peor el hecho detener que "despedirme" y saber que como lo hubiese deseado era imposible con toda su familia sobre nosotras.
-Hora de entrar -dijo refriéndose a la sala de check in del aeropuerto- ¿me vas a extrañar? -preguntó mirándome como si fuese a encontrar la respuesta en mis ojos.
-lo voy a intentar -dije sonriendo para no parecer demasiado sensible.
Lo único que quería era detener el tiempo con esos ojos chocolates viéndome, creo que en esa mirada iban todos los besos que no podía darme, pero los abrazos no estaban prohibidos supongo y, en ese punto lo que hubiese deseado era quedarme para siempre en sus brazos "serán unas semanas Laur, solo unas semanas" susurró en mi oído, sonaba como si serían años para mi, el mundo puede acabarse y volver a iniciar si tengo a Camz cerca, por eso no creo saber con exactitud cuanto tiempo la tuve de rehén mis brazos, pero de seguro fue mas del apropiado, una mirada extraña de sus padres me hizo comprenderlo.
-Vendré por ti en dos semanas -dije dando la sonrisa más forzada de mi vida, realmente estaba triste- estaré esperando a que regreses -completé
-NO te diviertas demasiado sin mi -dijo con esa mirada de niña pequeña que tanto adoro- no beses a otras -agregó haciéndome reír un poco fuerte.
-¡Lauren! No es para que te rías -dijo golpeando mi hombro- es para que realmente no lo hagas -afirmó.
-No besaré a nadie -respondí más seria ahora- tampoco tú lo hagas, promete que no irás allí y te vas a enamorar.
-No lo haré -aseguró- ahora deja de verme de esa forma, me estás matando -confesó.
-estoy lamentando haber parado las cosas en tu habitación -dije en tono bajo, casi susurrando, sus papás estaban cerca.
-Creo que es tarde ahora para pensar en eso -dijo ella riendo de mi arrepentimiento.
-Créeme que estaré pensando en eso hasta que regreses -respondí en un tono coqueto.
-¡Estás loca Lauren! -exclamó tocando mi cabello.
-De hecho lo estoy -admití- por ti.
-Quieres parar con eso? -preguntó con un gesto de tristeza- harás que mi viaje sea un tortura mayor a la que ya es -comentó mirando el reloj- creo que debo entrar.
Realmente Camila y yo tomamos mas tiempo del permitido para "despedirnos", ya sus papas estaban listos para irse, solo aguardaban por ella, yo cordialmente me despedí de ellos quienes se fueron adelantando, sofia me dio un rápido abrazo y fue detrás de ellos, la siguiente en alejarse era Camz.
-Te voy a extrañar -dijo en un breve abrazo.
-Yo también -admití entre sus brazos- y no tienes idea de cuanto -argumente dándole un arriesgado beso a la velocidad de la luz, con ese beso iba a tener que resistir su ausencia- ¿no puedo secuestrarte ahora?
-No creo que sea secuestro si lo consultas conmigo -dijo riendo- puedes secuestrarme en dos semanas -avisó.
-Adiós pequeña -dije sonriéndole.
-Adiós amor -habló con un tono suave mientras se alejaba.
Los siguientes segundos hubiese deseado con toda mi fuerza poder detenerlos, Camila solo se iría un par de semanas pero yo lo sentía como un par de años, esta vez ella atravesó la puerta y yo me quede del otro lado, oficialmente mi dos semanas de vacaciones estaban arruinadas, ¡cuanto la iba a extrañar!
El tiempo sin ella no solo pasó lento, casi fue una tortura, contaba los días para su regreso, en ocasiones llegué a contar las horas, me quedé la mayor parte de la primera semana en mi casa, aburrida, pero mas que eso deprimida por su ausencia, nunca te das cuenta de lo mucho que puedes adorar estar con alguien hasta que dejas de tenerla cerca, su teléfono decidió no servir a razón de la distancia, otro país, otras líneas, ella como estaba de visita pasaba mucho tiempo de salida, casi no estaba de día en la casa, por eso solo alcanzábamos a comunicarnos en las noches, en un par de ocasiones por video-llamadas, pero siempre estaba con alguien, así que decidimos que mejor usaríamos medios menos "visuales", llegué a sentirme muy "romeo y julieta" cuando nuestro único medio de contacto fueron las cartas, aunque en estos tiempos fueron e-mails, no me parecía malo, me encantó escribirle, pero por varios días ella parecía estar tan ocupada que daba respuestas breves, a veces, prefería no recibir nada.
Llegó el sábado y seria mi primer fin de semana en casa, sin ella, casi mi primer fin de semana de soltera, o al menos así me estaba sintiendo hoy, pero mi tranquilidad fue alterada, llamó Cece haciéndome una invitación que no requería negación y tampoco la aceptaba.
-Es sábado, la novata no está y tú no tienes nada mejor que hacer -aclaró mientras el ruido casi me deja oírla.
-No quiero ir -dije con voz pesada- creo que tengo sueño -agregué mirando el reloj.
-estás volviéndote una de esas -aseguró
-¿una de qué? -pregunté sin comprenderla
-De esas que solo salen cuando "la esposa" la deja -dijo burlándose, no pude evitar reírme también
-Eres tan idiota a veces -dije aturdida
-Ya ven -repitió en el mismo tono que yo le hablaba.
-¿Dónde es la fiesta? -pregunté cansada de tanta insistencia.
-En casa de Emma -habló naturalmente- te enviaré la dirección por un texto -aclaró- tienes una hora para llegar -dijo colgando sin escuchar mi respuesta.
"De acuerdo es hora de salir de casa" pensé poniéndome de pie frente al closet, tenia que buscar algo que usar esta noche, tomé un par de opciones y las probé todas después de salir de la ducha, arreglé un poco mi cabello, usé el perfume que tanto adoraba Camz, quizá por mi necesidad de tener algo hoy que me recordará a ella, aunque en realidad fuese algo que a ella le recordaba a mi. Salí a la dirección que minutos antes Cece envió a mi teléfono, Emma no estaba siendo de mis personas favoritas últimamente, pero ahora era la "chica" de Cece, entonces por obligación me tocaba tolerarla también, como siempre, las amistades implican sacrificio, nada que no pudiera hacer por la rubia tonta que tanto amo. Al estar en lugar indicado, di el aviso y no tardé ni unos minutos en estar acompañada en la entrada.
-¡Sabia que vendrías! -dijo Emma saludando con un beso y un abrazo más que efusivo.
-Cece insistió y yo no pude negarme -dije intentando terminar con tanto afecto que me estaba incomodando.
-¡Ven! -Me llevó casi sin dejarme estacionarme correctamente, estaba realmente inquieta esta mujer- te voy a presentar a unas amigas, a mi hermana, a varias personas -hablaba sin parar, la comparación no tenia cabida, pero por un instante escucharla hablar tanto me recordó a Camila.
-De acuerdo -dije vencida por tanta emoción- pero primero busquemos a Cece -pedí aunque ella estaba tan ansiosa que creo que ni me escuchó.
Al entrar ubique a Cece quien parecía muy sumergida en una conversación con varias personas, no sé de que demonios estarían hablando y no me fue simple averiguarlo tampoco porque Emma comenzó a presentarme con gente que honestamente no me interesaba conocer, finalmente llegamos a donde estaba la rubia, quien ahora solo se encontraba en compañía de un chico simpático, este estuvo por unos instantes con nosotras y luego lo perdí de vista, como a casi todos los que "conocí" anteriormente, pasada una media hora de estar allí, con toda esa gente enérgica, que la verdad gastaba mas tiempo en beber y conversar que en "bailar" como en las verdaderas fiestas.
-Llego mi hermana -anunció Emma- la vas a adorar -aseguró- por eso te dije que tenias que venir sola, ustedes se van a adorar. Ahora Emma me estaba buscando pareja, genial.
-Lucy ven para acá -la llamó, yo ni siquiera me molesté en mirarla, no le encontraba sentido a este juego de cupido.
-Ella es Lauren -presentó- y ella es Lucy -dijo mirándome ahora a mi.
Realmente no creí que nada pudiera interesante en la hermanita de Emma, no hasta que al verla reconocí ese rostro, pero me costaba ubicar donde la había visto antes.
-¡mucho gusto! -dije tratando de hacer memoria.
-¡Tú! -así que tu eres la famosa Lauren Jauregui -sonrió asombrada- ¿Quien iba a imaginarlo? -habló exaltada.
-Se que te conozco -dije mirándola sonriendo por su espontanea personalidad- pero no te ubico en mi mente.
-sonrió con picardía- te ayudaré a recordar -dijo, en ese punto Cece y Emma nos miraban ya intrigadas por nuestra conversación- el destino nos hizo chocar -habló.
-Claro -sonreí aliviada- no te reconocí sin la sangre en tu frente -bromee con ella.
-Asi que se conocían ya? -preguntó Emma decepcionada de no ser ella la cupido de nuestro encuentro.
-digamos que tu hermanita no es muy diestra al volante -bromee nuevamente- ella me choco hace un tiempo atrás.
-¿Ella es la niña sexy que chocaste? -le preguntó a Lucy- ella no paró de hablar de ti por dos días -afirmó, haciendo que Lucy le golpeara el hombro a su hermana.
-Emma. -dijo Cece golpeando su codo- porque no vamos por unas bebidas para todas -sugirió llevándosela lejos por un rato.
Converse con Lucy durante un rato, digamos que nos conocimos o eso intentamos, nos contamos lo básico, me agradaba Lucy, desde el momento en que la vi bajar de su auto me pareció linda, pero solo eso, no tenia otras intenciones con ella, pasó un rato y ya Lucy había bebido algunos tragos de más y estaba inquieta, Emma no ayudaba a la situación y nos pidió ir hasta un lugar cerca del muelle, allí un amigo de ellas nos conseguiría mas licor o eso dijeron, la idea de ir con Lucy en el estado que ya se encontraba no me agradaba en lo absoluto, no entendía porque simplemente no iban Cece y Emma o las hermanas juntas, pero quedarme era una idea menos atractiva aún.
-¡Yo conduzco! -anunció buscando sus llaves.
-Ni lo sueñes -garanticé- yo lo haré.
-No seria muy responsable conducir en este estado -dijo moviéndose sin ninguna coordinación- ten mis llaves -finalizó.
-De hecho no seria responsable dejarte conducir en ningún estado -dije intentando mantenerla estable en el asiento- digamos no me has dejado una buena impresión al volante.
-Sabes que siempre me gustaste -dijo sin anestesia.
-Bueno... Tú también me "agradas" -dije nerviosa.
-Perdón por eso -comentó intentado tocar mi mejilla, me aparté en cuanto pude- es que tú no puedes ir por ahí con esa cara y no recibir cumplidos todo el tiempo.
-Yo... Gracias -dije bastante fuera de lugar con esas declaraciones.
- Cuando te vi bajar de tu auto aquel día, realmente quería regresar e impactar mas fuerte mi auto al tuyo -dijo riéndose.
-Claro, eso tiene sentido -hablé mirándola algo perturbada por su comentario- ¿te dieron ganas de matarme o qué?
-hablo de que si el choque hubiese sido mas importante, ya sabes con mas daños, hubiese tenido que pasar tiempo contigo en el seguro y te hubiese conocido -explicó.
-Después de todo nos conocimos -dije riendo un poco del extraño comentario- sin necesidad de dañar nuestros autos -agregué
-¿Estaría mal si te beso? -preguntó con una mirada intensa, ya no parecía tan descoordinada, no como antes.
-Tú estás ebria -dije intentando no perder la vista del camino.
-No estoy tan ebria -replicó apenas pronunciando bien esas palabras- Y no olvidaré nada de esto mañana - aseguró poniendo su mano en mi cara- pero, no tienes que hacerlo si no quieres -pasó su dedo índice por mi labio, eso me erizó un poco.
-Lucy, estás ebria y eso seria una estupidez -dije retirando su mano de mi rostro.
-¿No te gusto Lauren? -dije con un tono algo tímido- ¿no te parezco linda?
-No es eso Lucy -dije pasándome la mano por frente, creo que comenzaba a sudar- es que yo estoy con Camila, ¿entiendes? -expliqué.
-Si no estuvieras con ella -hizo una pausa acomodando su postura en el asiento- ¿me besarías?
-Y no solo eso -dije sin considerar mis palabras, "¡Lauren! Compórtate" pensé mientras ella me miraba confundida por mi comentario o tal vez solo por su estado- es decir, si... Pero no puedo, no está bien.
-Tiene suerte, ¿Cómo dices que se llama? -preguntó en un tono odioso.
-Camila -dije sonriendo solo de pronunciar el nombre.
-Así será de importante que ni del nombre me acuerdo -comentó- pero esta bien, si que tiene suerte, espero que te cuide o si no, yo lo haré -dijo tocando mi mejilla (¿qué le pasa a las mujeres de ahora?) Era todo lo que pensaba mientras conducía.

STAY/QUÉDATE (CAMREN)Where stories live. Discover now