Capítulo 32 - Estrellas en el firmamento

43.2K 3.5K 1.3K
                                    

ALLIE

17 de Agosto del 2011

Camino cuidadosamente, con la taza de té en mis manos, rumbo a la habitación de mi hermana. Anoche durante la cena se sintió mal y al parecer los malestares no se han ido porque incluso ha faltado a su trabajo hoy.

Abro la puerta y la encuentro recostada en la cama con varias almohadas detrás de su espalda. Tas está con ella, apoyando su cabecita en el estómago de Lena mientras la abraza.

—Vas a tener que moverte Tas —digo a lo que ella responde con un puchero que deja claro que no desea hacerlo—. Solo un ratito, tu mami debe tomarse este té que está muy caliente. No quieres quemarte, ¿o sí?

—No —dice no muy conforme.

Lena anima a Grace para que me haga caso, así que la niña pronto se levanta y se arrastra hasta la orilla opuesta de la cama. Le doy una sonrisa como recompensa mientras le entrego el té a mi hermana.

—Oye Gracie, ¿no quieres ver una película?

—Quiero estar con mami —se encoge de hombros.

—Mami no se siente bien, cariño. Es mejor dejarla descansar, ¿verdad, mami?

Enarco una ceja hacia Lena, quien le ha puesto mala cara al té.

—Mami se siente muy mal —admite—. Ve a ver una película, bebé. Te vas a aburrir si te quedas aquí todo el día conmigo.

—Bueno... pero solo una.

—De acuerdo —le responde mi hermana, tapándose la nariz para tomarse el té como toda una gran dramática, cosa que me hace rodar los ojos.

Grace baja de la cama, arrastrando la sábana un poco, y da pasitos hacia la salida. Lleva su pijama de vestido con un patrón de dibujos de perritos ojones y el cabello alborotado.

—¿Tía Al? —se vuelve a preguntarme.

—¿Qué pasa, Tas?

—¿Y lindo?

Ahora la que hace un puchero soy yo.

—Supongo que está haciendo lo que sea que estuvo haciendo ayer también y llegará un poco más tarde...

—Ya quiero que venga —se queja.

—Lo sé —digo—. Vamos, te ayudo a poner la película, ¿sí?

Asiente, así que le hago una seña a Lena para que espere en lo que ayudo a Tas a instalar su mini cinema en la sala. Ella se acuesta en el sofá con su peluche favorito de Mickey Mouse y un tazón de bolitas de Nesquik para comer mientras ve la película que eligió.

Una vez que me aseguro de que está cómoda, regreso con Lena, quien solo ha bebido la mitad de la taza del té y ya la ha abandonado a un lado, decidida a no tomar más.

Me acerco y me siento en la orilla de la cama, poniéndole una mano en la pierna.

—¿Te sientes mejor?

—No.

—¿Te cayó mal el burrito de anoche?

—Eso espero.

Enarco una ceja, confundida.

—¿De qué hablas?

Lena se muerde el labio inferior y su semblante se descompone de forma muy rápida. Sé lo que se avecina a ello, así que alcanzo la papelera y se la entrego para luego oírla expulsar su estómago. Arrugo la nariz y le doy su espacio para vomitar tranquilamente, cuando termina me pide ayuda para deshacerse de la papelera. Con asco, debo admitir, hago el trabajo sucio mientras que ella va al baño a lavarse los dientes.

UnplannedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora