Capítulo 8: Mi peor castigo

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-Eres el chico más imbécil y cabezota que he conocido nunca. -Dije suspirando mientras me columpiaba en la silla con los brazos cruzados.

Noah rodó los ojos cruzándose también de brazos sin balancearse en la silla.

Sí, después de toda la guerra de comida, nos habían castigado a los dos.

En una habitación, juntos.

Tres horas.

Ninguno de los dos sobreviviría.

-¿Por qué eres tan pesada? -Refunfuñó él y yo me reí irónicamente.

-¿Que yo soy pesada? -Dije dejando de columpiarme en la silla para levantarme enfadada con los brazos cruzados colocándome delante de él.

Noah me miró e hizo lo mismo sacándome unos cuantos centímetros. No le tenía miedo, y si no, que él mismo lo comprobara.

-Y eso lo dice el chico que empezó toda esta guerra. -Dije fastidiada. Quería empezar el curso con nuevos amigos, no enemigos.

Sinceramente, Noah me había fastidiado todo el curso. ¡Y encima teníamos que hacer el trabajo de Romeo y Julieta! Mi vida se podría definir como una mierda.

Noah me miró cabreado, pero la arruga que tenía en la frente desapareció y puso una cara de inocencia.

-Esther, no empecemos a discutir otra vez. -Dijo cansado mientras me miraba con cara de fastidio. -Mira, ya que estamos aquí, podemos interpretar el papel de Romeo y Julieta. Para practicar. -Murmuró apartando la mirada de mis ojos para dirigirse a su mochila.

Noah sacó unos papeles de dentro de ella y me dio un guión. El guión que teníamos que interpretar.

Lo miré un rato. Esto era bastante cursi. Qué horror...

Me crucé de brazos declarando claramente que no lo iba a hacer y Noah suspiró dejándose caer en la silla.

Ya sé que si no hacíamos esto suspenderíamos, pero prefería suspender que decirle esas palabras tan cursis en la cara.

-Vamos, Esther. -Insistió. Suspiré mientras me apartaba un mechón de pelo y empezaba a leer mi primera frase.

-¿Y quién te guió aquí? 

Noah se levantó rápido y se puso delante de mí para continuar con el guión. Esto iba a ser una de las cosas más vergonzosas que me hubiera pasado en la vida.

-El amor que me dijo dónde vivías.

Ugh.

-Si el manto de la noche no me cubriera, el rubor de virgen subiría a 
mis mejillas, recordando las palabras que esta noche me has oído. En vano 
quisiera corregirlas o desmentirlas... ¿Me amas? Sé que me dirás que sí, y que yo lo creeré. 

Eso es lo que yo no quería decir. Ha sido la peor cosa que ha salido de mi boca en años.

-Te juro, amada mía, por los rayos de la luna que platean la copa de 
estos árboles... -La voz de Noah se fue desvaneciendo al tiempo que su mano me rodeaba la cintura.

Le quité la mano rápidamente y lo fulminé con la mirada mientras él reía por lo bajo y continué leyendo el guión.

-No jures. Aunque me llene de alegría el verte, no quiero esta noche 
oír tales promesas que parecen violentas y demasiado rápidas... -Mi voz se atragantó y los papeles cayeron al suelo desordenados en cuánto Noah me rodeó la cintura con la mano y me inclinó hacia atrás con una mirada pervertida en el rostro dictando una última frase.

-¿Y no me das más consuelo que ése?

Justo en ese momento entró un profesor por la puerta, lo que hizo que Noah me soltara y yo me cayera de culo al suelo.

Noah se mantuvo unos segundos serio mirando al profesor, pero luego me miró y empezó a partirse de risa disimuladamente aun que no pudo contener la risa.

-Señorita Howard, ¿qué hace en el suelo? -Preguntó el profesor. ¿Cómo sabía mi nombre? Ni siquiera yo le conocía.

Me incorporé para recoger el guión e intentar ordenarlo para luego levantarme y excusarme al profesor. Pero no hizo falta ni la excusa, él mismo lo malinterpretó.

-No pasa nada si se te han caído esos papeles al suelo, recógelos y siéntate. -Me encogí de hombros y me senté en mi silla mientras fulminaba a Noah con la mirada quien estaba en la silla fingiendo que hacía deberes.

El profesor nos miró a los dos con desconfianza pero al final se dirigió a la puerta y se fue.

Giré mi cabeza para mirar a Noah de nuevo. Éste se rió poniéndose las manos en la barriga del dolor y formuló la última frase que quería oír en su jodida vida.

-¿Repetimos el guión?

Cogí una carpeta de mi mochila y se la estrellé en la cara.

-¡Eh! Eso ha dolido... -Murmuró molesto mientras se llevaba una mano a la frente.

Suspiré rodando los ojos y volví mi vista a la aburrida pizarra que teníamos en frente.

-Esther, vamos. -Insistió él pero yo lo ignoré. Si iba a hacer una bobada como la que acababa de hacer no estaba dispuesta a interpretar el guión con él. -Nos suspenderán... -Murmuró de nuevo insistiendo y yo rodé los ojos gruñendo. -Te prometo que no haré ninguna tontería. -Dijo. Raro de él.

Giré la cabeza lentamente para acabar mirándole a los ojos y alcé la cejas diciendo que no me lo creía y él suspiró.

-No quiero suspender, ¿vale? -Dijo levantándose cabreado.

Suspiré levantándome de nuevo. A ver, yo tampoco quería suspender. Prefería hacer el ridículo a que me suspendieran y que mi padre me castigara. Y todo por un estúpido chico.

-¿Y quién te guió aquí... -Dije sin ganas bostezando. Noah frunció el ceño mirándome a los ojos.

-Lo haces mal. Vamos, Esther, sé que solo lo haces para joder.

-Oye, ¿te crees que todo esto lo hago por ti? ¡Lo hago por que no quiero suspender este estúpido trabajo! ¡Desde que tú te cruzaste por mi camino no paras de joderme la vida! ¡Eres un puto chico que no... -Noah me interrumpió tirando los papeles al suelo y haciendo algo que no me esperaba.

Me puso sus sucias manos en los dos lados de la cara y acercó su rostro al mío peligrosamente.

En cuanto me di cuenta de lo que iba a hacer, me alejé rápidamente y le pegué un golpe fuerte en el pecho para hacerle daño, pero la única que se hizo daño fui yo.

-¿¡Pero qué haces!? -Chillé furiosa. -¿Con las millones de palabras de odio que te he dicho y tú piensas que es momento para intentar besarme? ¿Tres veces?

Noah rió y las palabras que dijo a continuación causaron una gran explosión dentro de mí. Le iba a reventar su puta cara de niño bueno.

-Yo también te odio, no creas que todo lo que hago es por que sí.

Cuento Hasta Tres ©Where stories live. Discover now