Capítulo 12: Esta me la pagarás

4.6K 276 6
                                    

Estaba demasiado cabreado como para preocuparme de todos los alumnos que se reían cada vez que me veían.

Corrí hacia la taquilla de Esther y me planté allí de golpe en frente de ella con los brazos cruzados y con una mirada furiosa.

-¿Qué quieres? -Dijo de mala manera cerrando la taquilla.

Luego se giró hacia mí con la misma pose que yo solo que sin apoyarse en la taquilla.

-Esta vez te has pasado. ¿Por qué hiciste eso? -Dije cabreado y ella rodó los ojos. De su boca solo salían mentiras, no me podía fiar de ella.

-No sé de qué me hablas. -Se encogió de hombros.

Era increíble. Encima de mentirosa se hace la inocente. Con esta chica no se puede mantener una conversación. En menos de un minuto se te acaba la paciencia.

-Lo sabes perfectamente. Fuiste tú la de las compresas.

-Te lo merecías. Por haberme dado mi primer beso. -Contestó cabreada por lo último.

¿Primer beso? ¿Yo le había dado su primer beso? Bueno, no me podía fiar de ella, a lo mejor lo dice para sentirme culpable.

-Fuiste tú quién decidió hacerme el boca a boca. -Contesté en mi defensa y dejé a un lado lo del beso.

-Y fuiste tú quién me engañó.

Lo que decía. Es imposible hablar con esta niña. Suspiré pasándome una mano por el pelo y mirando al cielo. Espero que Dios me esté entendiendo ahora mismo.

-Esther, ¿vamos a estar pelando todo el curso?

-Por mí sí.

De verdad que nunca había conocido a nadie como Esther. Ella es diferente a las demás chicas. Es muy rebelde, vengativa, cabezota, valiente y con mucho coraje. Y no es puta.

-No, Esther. No pienso discutir con una niña irresponsable e inmadura todo el curso. Y esta me la pagarás. -Advertí.

Esther se merecía una venganza. No sé por cuánto tiempo estaríamos así, pero lo que me había hecho... Eso ya era pasarse. Nunca nadie me había hecho algo así.

-Lo que tú digas. -Dijo y entonces se apartó de mi lado y empezó a caminar por el pasillo.

Pero hubo algo que aún no me había quedado claro.

-¡Esther, espera! -Grité y ella suspiró parándose, pero al final se giró.-¿Primer beso?

En escuchar eso, su cara se puso roja como un tomate. Pero esa cara no era de vergüenza, era de rabia.

Se giró cabreada y solté una risa mientras suspiraba. No había manera con esta mujer.

*ESTHER'S POV*

Noah era increíble. Increíble en el sentido negativo. Era increíblemente imbécil y gilipollas. No podía haber otro chico en el mundo que fuera tan idiota como él. Ni en un millón de galaxias, nunca habría nadie tan odioso como él.

Hice lo correcto, pero para él esto no ha terminado. Sé que de aquí poco se vengará de nuevo.

Intentaré disimular que me da igual, pero en realidad me atormenta lo que me vaya a hacer, aun que por si acaso, yo ya tengo mi venganza de vuelta por si él me hace algo esta vez.

Estaba yendo de camino a clase de historia cuando de repente alguien me llama. Que yo sepa, no tengo amigos.

-¡Esther!

Me giré para ver quién era. Lewis estaba corriendo hacia mí para alcanzarme. Al final me alcanzó y se paró en frente mío jadeando del cansancio.

-Fue muy bueno lo que le hiciste a Noah. Se lo merecía. -Dijo entre jadeos y yo alcé las cejas. -Es mi mejor amigo, pero a veces es muy idiota.

Mi cara se puso roja en un instante.

-¿Te lo ha explicado? -Pregunté nerviosa por saber si se lo había explicado a él, aun que era muy probable ya que era uno de sus mejores amigos.

-Sí... No pasa nada. -Murmuró rascándose la nuca. -No me lo dijo todo exactamente, tranquila.

Suspiré aun que sabía que era mentira. Se lo había contado absolutamente todo.

-Solo dijo que estaba arrepentido. -Dijo después de unos segundos y yo reí sarcásticamente.

-Ya le vale.

-Esther, estuvo bien lo que hiciste, él es un gilipollas y se lo merece... Pero en verdad se arrepiente, y sé que suena muy raro, pero él tiene sentimientos. Y sabe perfectamente que lo que él hizo no estuvo bien. No le hagas nada más. Sólo esta vez, pero ya está.

Estuve pensando unos segundos. Sí que se lo merecía lo que le hice ayer por la noche, pero si él me dejaba en paz yo también lo haría. Era así de simple, si él paraba, yo paraba.

-Gracias por decírmelo, pero sabes que nunca le voy a dejar de odiar. -Dije a punto de irme y él me paró de nuevo.

-Igualmente, espero que reflexiones. -Murmuró por último Lewis y yo reí sarcásticamente por dentro.

¿Reflexionar? Él sí que iba a reflexionar cuando le pegue como no se calle y me deje ir.

Al final me dejó de hablar y se fue.

El día se me pasó muy rápido. Ni siquiera presté atención a ninguna clase, solo hacía más que pensar en Noah.

A él sí que nunca le iba a perdonar. Todo lo que me había hecho... Simplemente aun que lo hiciera no podía pedirme perdón y yo perdonarle. Ni siquiera él me iba a pedir perdón, más bien me la iba a devolver.

Me crucé un par de veces con Noah por el pasillo y en cuanto me veía bajaba la mirada disimulando que no me miraba. Eso me molestaba bastante ya que hacía que yo no existía y él era el chico con el que me había dado mi primer beso, y eso nunca lo olvida una chica.

Cuento Hasta Tres ©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant