Estaba estirada en mi cama intentando dormir cuando de repente suena mi móvil.
Tan sólo eran las siete de la tarde pero yo ya quería irme a dormir. Ayer no había dormido nada.
Me levanté a duras penas y alargué el brazo para coger el móvil.
Era un número desconocido.
Número desconocido: Hola, por fin encontré tu número.
Tecleé rápidamente. No sé quién era esa persona, y más le valía decirme quién diablos era. Mi móvil tenía tan pocos contactos como el de los abuelos.
Yo: ¿Quién coño eres?
Número desconocido: Gracias, me acabas de confirmar que eres Esther.
Suspiré rodando los ojos.
Yo: Perdona, quién quiera que seas. Soy yo... Hoy estoy un poco mal.
Número desconocido: No eres tú, soy yo que te estoy cogiendo un asco que flipas.
Esta vez me cabreé, pero al menos ya sabía quién era el inútil que me estaba escribiendo.
Yo: Noah...
Noah: ¿Como te diste cuenta?
Yo: Nadie es más retrasado que tú.
Noah: Te pasaste. Eso duele. Justo aquí, en el corazón.
Yo: ¿Qué corazón?
Noah: Eres más plasta...
Reí y bloqueé el móvil. Ni siquiera sabía de donde había sacado mi número pero me daba igual, yo ahora solo quería dormir.
Me estiré en la cama de nuevo para relajarme pero esos segundos duraron poco.
-¡ESTHER! -Gritó mi hermana entrando como un rayo en mi habitación haciendo que diera un brinco y me golpeara con la luz del techo. No me acordaba que al estar en el piso de arriba, el techo estaba más abajo.
YOU ARE READING
Cuento Hasta Tres ©
Tínedžerská beletriaEsther Howard, una joven de 15 años, devastada por la muerte de su abuela, ya no valora nada. Ni siquiera valora las cosas que había estado teniendo delante de ella todo el tiempo. Su vida dará un giro inesperado en cuanto se entere de un secreto q...