Capítulo 20: No debiste hacer eso

3.5K 263 3
                                    

La gira de Mateo ya había arrancado, por lo tanto, Sam ya no estaba en casa. A veces Mateo me daba rabia, me quitaba a mi hermana a la hora que quisiera y siempre estaban los dos enganchados en cualquier momento. Como si pudiera. A ver, son novios, lo entiendo... ¡Pero también es mi hermana!

Echaría de menos a Sam, ¿qué iba a hacer sin ella?

Recuerdo las últimas palabras que me dijo: "Estarás bien sin , además, tienes a Brittany. Sobrevivirás."

Tenía razón. Sobreviviré. Ni que fuera para toda la vida, además, ella no se va a morir ni nada de eso... ¿Verdad? Sí, verdad.

Llegarían de aquí unos meses, para ser extactos, dos. La gira era corta ya que solo era por Europa, pero igualmente me alegraba por Mateo. Pensé que nunca tendría éxito, como muchos otros cantantes.

Bueno, ahora solo podía pensar en como apañármelas sin Samantha en casa.

Mi padre es un pesado del que no me fío, Brittany siempre está con Jessica y Hayden, y a penas pasamos rato juntas, y mi madrastra se pasa el día limpiando y haciendo recados.

Total, que estaría sola en casa una buena temporada.

Hoy era viernes por fin, había esperado toda la semana para la venganza de vuelta a Noah por haberme hecho un morado en la frente que ahora ya casi está curado pero me gané unas cuantas miradas por los pasillos.

Ya no tenía nada por lo que preocuparme, Noah estaba a punto de sufrir mi venganza de aquí a unas horas y yo tenía que intentar ponerme más hielo a ese moratón que sobraba de mi frente.

Cuando Brittany y yo llegamos al instituto, todo el mundo estaba susurrando sobre el rumor que yo había expandido por todo el instituto.

-¿Qué está pasando aquí? -Me susurró Britt y yo me reí por lo bajo. Qué cruel que era.

-No lo sé. Quizás un nuevo rumor. -Respondí toda tranquila y disimulando la risa.

Creo que era una de las mejores venganzas que había hecho en toda mi vida. Ya para dar fin con las venganzas, esta sería la última.

Ya, pensé que la anterior sería la última venganza, pero esta se la debía. Por haberme llamado fea y por haberme hecho un morado en la frente que es lo que más se nota en mi rostro.

-¿Sobre quién...? -Cuchicheó Brittany hacia mí, pero en seguida alguien que jugaba a fútbol salió del vestuario solo con una toalla amarrada en la cintura corriendo como un loco por el pasillo mientras una bandada de alumnos lo perseguía. -¿Qué diablos...?

Me fijé más en su cara antes de que pasara por mi lado disparado.

Era Noah. Noah estaba siendo atracado por una banda de chicos sin ropa, solo con una toalla en la cintura por todos los pasillos del instituto. Y... espera, ¿tenía un tatuaje en el pecho izquierdo o eran alucinaciones mías? No, sin duda era un tatuaje. ¡El muy cabrón me había mentido! Ya decía yo que resultaba muy poco creíble que no tuviese ningún tatuaje...

-Por favor, dime que el que acaba de pasar no es Noah Scott. -Me rogó Britt preocupada y avergonzada.

-Claro que no. Imaginaciones tuyas... -Dije susurrando y la voz cada vez se me iba desvaneciendo un poco más.

El ver a Noah con solo una toalla en la cintura, aguantándose la toalla mientras corría metros por todo el instituto... Madre mía, esto tenía que disfrutarlo mucho más. Esta era mi venganza.

-¿Le seguimos? -Dijo Britt curiosa y yo asentí, sería divertido ver como atracaban a Noah. Muy divertido.

Seguimos corriendo al lado de todos los alumnos que perseguían a Noah y al final lo alcanzamos.

Estaba cansado y no paraba de jadear pero entonces miró un momento hacia atrás para controlar a los otros chicos y cuando se volvió iba tan rápido que se estampó con el director.

-Mierda. Vámonos. -Susurré a Brittany para que me hiciera caso pero la única que escapó de allí fui yo.

Mierda, mierda, mierda. A Noah le podrían expulsar por mi culpa. Yo no quería eso, pero tampoco quería que se riera de mí durante el resto de la semana.

Pasó todo el día y no había ni rastro de Noah. Empezaba a pensar que había recibido una expulsión y había sido enviado a casa. Pero él no tenía la culpa de que una docena de chicos de fútbol le estuvieran persiguiendo como locos como si fuera carne viva.

Al final, alguien se paró en frente mío y esta vez con ropa.

-Esther... -Noah susurró mi nombre furioso.

-Hola, Noah.  -Saludé alegre y él frunció el ceño pero me dejó estar por unos segundos, cuando volvió a hablar de nuevo.

-No debiste inventarte eso de que soy gay. ¿Sabes cuantos chicos han intentado coquetear conmigo en las duchas? ¡Casi salgo violado de allí! -Dijo fastidiado con una mueca al recordar ese momento.

Estallé en carcajadas. Tenía que disimular que no había sido yo. Si me pillaba (que él ya daba por hecho que había sido yo), puede que me expulsaran.

-No sé de qué te ríes. Tú misma inventaste ese rumor.

-No, yo lo oí. Pero esperaba que fuera verdad.

-¡No es verdad! -Se quejó avergonzado y yo reí. -Esther, sé que fuiste tú, no te hagas la tonta. Si lo admites, te juro que no diré nada.

-¿Y como me fío yo de ti? Sí, fui yo. -Admito encogiéndome de hombros y frotándome una pierna.

-El director me ha advertido que si encontraba al culpable lo expulsaría, pero me voy a callar y voy a decirle que el rumor se expandió solo. -Explicó tranquilamente y yo ahí ya veía un montón de problemas.

Eso era mentira. ¿Después de lo que le había hecho y no se iba a chivar? Esto tenía que ser una broma. Yo no me fío de él.

-No te creo. ¿Después de lo que te he hecho y Noah Scott no aprovecha esta situación para vengarse? -Dije sarcástica y él medio sonrió.

-Tampoco quiero que te expulsen...

-Pues yo a ti sí. -Dije rápidamente pasando por su lado.

Esperaba que lo último que le había dicho no le hubiese hecho cambiar de opinión, por que mi reputación de niña buena estaba en las manos de Noah.

Cuento Hasta Tres ©On viuen les histories. Descobreix ara