Capítulo II

334 58 15
                                    

—Ya basta, es tu cumpleaños y no quiero verte mal. Mejor dame tus uñas te las pintaré.— buscó en su mochila y de ella sacó otra mochila casi más pequeña, enseguida la primera se desplomó en el piso quedando completamente vacía y Kary abrió el set de maquillaje que nunca podía faltar en su vida: esmaltes, pintura de ojos, labial...un set de belleza completo. —Bien muéstrame tus manos— se las tendí pero, escuche el auto de mis padres estacionarse en la cochera.

—Mierda —solté a lo que Kary abrió los ojos como platos, era extraño que yo utilice esas palabras —  Dijeron que vendrían hasta el amanecer. Cierra las cortinas y ve a apagar la luz del baño— le dije. Yo empecé a recoger la ropa tirada que nos estábamos probando en la tarde. Metí todo debajo de la cama, escondí la bolsa de maquillaje de Kary en mi armario. —  Vamos Kary apresúrate— casi le ordené, cuando trataba de limpiar las gotas de aguacate que se habían regado en el baño. La jale del brazo, escondí la toalla con la que se había limpiado el rostro entre la ropa sucia y asegure la puerta de mi habitación. Nos metimos a la cama e hicimos silencio.

Sentí la puerta abrirse, y los tacos de mamá subir al segundo piso.

¿Qué sucede?—murmuró mi castaña amiga. Coloque mi mano en su boca y la calle, esperamos diez minutos estáticas, hasta que mis padres entraron a su habitación y cerraron la puerta. Solté un suspiro aliviada.

—No me digas que no puedes estar despierta hasta altas horas de la noche— se burló.

—Sabes como se ponen con los horarios en días escolares— baje la mirada, en realidad si odiaba lo estrictos que eran mis padres, bueno, a veces.  A decir verdad, me ahogaban entre tanto "NO", por eso casi no tenia amigos, por no decir que no los tenía, de hecho  Kary era la única, pues los pocos que algún día pude tener, se cansaban cuando no salía con ellos, o simplemente papá no dejaba que los lleve a casa, en especial chicos, los repelía como moscas.

—Luna, acabas de cumplir 17, en otros estados eres técnicamente adulta. No puedes seguir así.

—Solo será un año más, después iré a Yale.—bufé

Sus ojos se abrieron como platos y abrió la boca sorprendida, era tarde para dar explicaciones, sus ideas salieron a flote.—Así que estudias para salir de esta cárcel. Eres mala Luna, y eso me gusta.—

—No soy mala, al menos no lo veo así. Escucha, yo los quiero mucho, pero a veces... todo es un poco asfixiante—me di la vuelta dándole la espalda.

—Un poco. Luna si sigues así, harás honor a tu nombre Luna, la solitaria— soltó con voz de  comercial barato.

—Podrías bajar la voz. Y no me quedaré sola ¿bien?— había desatado yo misma el mar de preguntas en la cabeza de Kary, era necesario pararla —  Además mi preocupación ahora es Biología, no se qué temas trataremos.— y aunque lo supiera, el problema es ¿como ganarse a la maestra?. Odiaba a esa mujer, de seguro nunca puso un 10 en su registro.

—Es biología, la vida, el cuerpo, la reproducción: S E X O"- masculló en mi oído haciendo que mi piel se erice.

—Cállate— le lancé la almohada en la cara.

—He pensado saltarme esas clase, no me mostraran nada nuevo.— se alzó de hombros.

—Tu... tu,.. ¿ya no eres virgen?— pregunté bajito, con cierto grado de sorpresa.

—No— me imitó —A poco tu si — no supe qué responder mire al techo y eso  fue la respuesta que ella esperaba. —Luna, eres virgen, virgen como la Luna— se burlaba de mí, y debo admitirlo fue gracioso escucharlo.

—Ya silencio, no lo divulgues... no es la gran cosa— coloque mis brazos tras mi cabeza y seguí mirando las grietas del techo.

—Levántate, haremos algo— me jalo y buscó su cartera, apunte el armario y fue a sacarlo, tomó un encendedor, busco papel y lápiz en mis cajones y nos sentamos en el piso. —Mi abuela, decía que si escribes tus deseos en  papel y lo quemas durante tu cumpleaños,  se vuelven realidad—

—Mi cumpleaños ya paso— comente

—Según mi reloj, no, naciste a medio día, entonces aún tenemos tiempo, son las once— sonrió satisfecha.

—Bien dame eso— arranqué el papel de su mano—espero que funcione ¿eh?— Estire el papel y escribí "Universidad de Yale',  como primer punto ella estiró su cuello y miro lo que puse.

—Ay, Vamos Luna, te dije el secreto de mi abuela para que describas a tu chico ideal— cogió el papel de mi mano y empezó a chasquear los dedos.

—¿Qué?!!, yo no tengo un <<chico ideal>>— me puse de pie para ir a la cama, pero me detuvo del tobillo, haciendo que golpee mi trasero en el duro piso. Esperaba que el golpee no despierte a mis padres, de lo contrario pasaría castigada el próximo fin de semana.

—Claro que lo tienes, adivinare: Inteligente— rayos, nunca lo habia pensado, pero en realidad sentía cierta atracción por los hombres con alto coeficiente intelectual, no como Albert Einstein,pero sí listos.

—Alto— solté con una sonrisa

—Eso es Luna, venga, dime mas que yo lo escribo—

—Guapo, educado, gentil, divertido, de bonita sonrisa, caballeroso, cabello impecable, ojos de infarto....— fueron algunas de las cosas con las que llenamos la hoja. Kary sacó un encendedor, abrimos la ventana y dejamos que el fuego quemará la descripción del 'Chico Ideal'. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por un DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora