Por un Deseo

Cap. 16

No quería ir a casa, mi cuarto estaba decorado con fotos mias y de Kary, pulseras, todo lo que me vinculaba con ella. Si entraba solo terminaría haciéndome trizas. Mi casa estaba a dos cuadras a la izquierda, un extraño impulso, hizo que me girara y empezara a ir a la derecha, era una zona desconocida para mi, ya que el trayecto que yo manejaba, era del Instituto, a casa y viceversa, las pocas veces que salía, era con mis padres, no muy lejos, y en los viajes la primera en dormirse en el coches era yo.

Camine sollozando, sin rumbo, llegué a un boulevard, y recorde la cancion bulevar of the broken dreams de Green Day, y la verdad era como me sentía: con los sueños rotos. La noche estaba apunto de caer, me senté en una silla del primer parque que encontré, levante mis piernas, las abrace y hundí mi cabeza en ellas. Llore, llore como nunca lo había hecho, mi "mejor amiga", me hecho como una basura, como un parásito, como ella mismo dijo, sin ninguna razón valedera. Oía a la gente pasar y murmurar cuando me veían, pero sus comentarios eran nada, comparado a lo que Kary me dijo. Levante mi vista, tratando de olvidarlo, ya era de noche, la luna era llena y luminosa, seguramente mis padres ya llamaron a la policía, bomberos, y si no exagero al FBI, para buscarme, sin embargo poco me importaba ahora. Volví a retomar mi indeciso camino, y visualice un un letrero luminoso que decía "Bar Vida Feliz", eso era exactamente lo que necesitaba: una vida feliz, sin pensarlo entré, era como si otra persona me controlara, una más valiente y osada.

"¿Qué te sirvo muñeca?"- dijo el de los preparados, era un hombre gordo, con barba, que aprecia poco aseado.

"No bebo"- dije y me senté en uno de los taburetes.

"Pues si quieres quedarte, debes pedir algo"- guiño su ojo y un escalofrío horrendo recorrió, mi cuerpo, estaba dispuesta a salir de ahí, pero vi a Thomas cinco asiento más adelante, trague saliva y me gire para que no me vea.

"Ok, sírveme una cerveza"- solté es seco. 

<<¿Qué haces Luna?,  nunca antes has bebido, ¿empezarás ahora?>> pensé.

Bip, bip, bip- sonó una alarma, señalando las 8.00 P.M. Definitivamente acabo de firmar la sentencia de muerte en casa.

"Lo siento Chester, tu turno terminó"- dijo una voz más joven, al hombre gordo que me tenía con los nervios de punta.

"Solo dejame servirle su cerveza"- volvió a sonreirme y yo solo oculte mi cara.

"Déjalo, yo lo hago"- él muchacho le quitó el vaso de la mano, lo puso en mesa y empezó a quitarle el delantal que llevaba 'Chester', lo empujó fuera y tomó su lugar. Me sentí aliviada cuando se fue - "Siento si te molesto, Chester suele ser algo..."

"Asqueroso"- pensé en voz alta y enseguida me tape la boca. - "lo siento"

"No te preocupes, creí que era el único en pensar eso"- me regalo una sonrisa, y tomó el vaso para llenarlo.

"No"- dije agarrándole la muñeca. Él me miró, y lo observé más de cerca, por la poca luz del bar no me había fijado en lo atractivo que era, llevaba el cabello como el de Thomas, pero en color chocolate, sus labios eran finos y marcados, una nariz pequeña y ojos avellana. Enseguida quite mi mano de su muñeca y volví a mi postura normal, sintiendo mis mejillas quemar.

"Sabes que si no pides algo..."

"No puedo quedarme"- termine - "ya me lo dijeron, pero enserio no bebo"- él soltó el vaso, tomó uno de los taburetes de madera que estaba sobre la mesa para sentarse, puso sus codos en la misma y con sus manos sostuvo su cabeza, para mirarme detenidamente.

"Soy Liam"- me tendió la mano.

"Luna, mucho gusto"- la aprete, pero el se burlo.

"Rayos, nunca has chocado la mano con alguien"- negué - "Bien, primero debes chocar las palmas de la mano con la otra persona"- tomó mi mano y empezó a explicar, había cierta calidez en Liam, era de esas personas que hacen amistad en cualquier lugar, y nadie puede decirle 'no'- "Ahora haces un puño y lo chocas. Bien ahora intentalo"- choque mi palma con la suya, y luego con el puño, fue... extrañamente divertido

"Nunca había saludado así a alguien"- sonreí

"Es es porque eres una chiquilla estirada"- se burló de pronto.

"No soy estirada"- bufé

"Apuesto que vives a cinco cuadras abajos de aquí, en la zona de "Bienvenidos a Camden"- seguía burlándose.

"No es "Bienvenidos a Camden""- trate de imitar su voz, pero noticia, tambien soy mala en eso. - "es solo Camden, además, solo nos separan cuadras ¿qué tiene eso de diferente?"

"Que allá la gente piensa que son mejores que nosotros".- Se puso de pie y empezó a servir cerveza, ya que poco a poco el bar se iba llenando.

"¿Que son ustedes?"

"Según tu diccionario: 'La zona negra' de Camden"

"Que los demás piensen eso, no quiere decir que deba hacerlo también"- me encogí de hombros.

"Bien, así que de veras no eres una estirada"- me volvió sonreír, tenía una sonrisa muy hermosa sin duda. - "Toma"- me lanzó un vaso con bebida, pero se lo devolví de inmediato- "Es solo para que piensen que pediste algo, de lo contrario tendre que sacarte de aquí".

"Bien"- tome el vaso y lo acerque a mi.

Liam empezó a maniobrar con las bebidas, ordenaba copas, vasos, lidiaba con algunos ebrios que no querían pagar y seguía manteniendo su semblante de amabilidad, por momento él hacía que me olvide de mi catastrófica vida ahí afuera. Mientras veía a Liam, mi vista se desvió hasta donde se encontraba Thomas, el muy .... estaba comiéndole la cara a una rubia que llevaba una minifalda y brasier, una rabia inmensa subió desde los dedos de mis pies, hasta la coronilla de mi cabeza. Sabía que él y yo no teníamos nada pero, verlo así me enfurecia, la chica por poco y se desnuda allí mismo, agarré el vaso de cerveza y me lo tomé de un solo trago.