Por un Deseo

Cap. 31

"Santo cielo, ese chico si que es impredecible. Quien diría que detrás de esos ojos oscuros y ropa de 'hey tu, que miras' "- esto último lo dijo imitando la voz de un chico. - "había un corazón tan tierno". - decía mientras nos dirigimos al salón para recibir las últimas clases.

"Lo sé, tampoco lo imagine pero..."

"Señorita Miller" - interrumpió el director Franklin, quien me llamaba desde el otro lado del pasillo. - "necesito hablar con usted".- hizo ademán de que lo siguiera.

"No te preocupes copiare las tareas para ti"- susurró Em, y fui tras el director.

"Sí, qué sucede director Franklin"

"A mi oficina por favor"-  entre a la dirección, algo que me extraño ya que para lo único que yo cruzaba esa puerta era para recibir algun reconocimiento, pero hoy un presentimiento extraño llego a mi estómago. - "Siéntese."- así lo hice y el se coloco en su silla.

"¿sucede algo malo?"- pregunté tímida. Su calva, su voluptuosa confección y grandes ojos negros me intimidaba.

"Tú dímelo"- puso en la mesa, mis últimas notas de Biología y estaba en el promedio regular: 7 - "Luna, eres una de las mejores estudiantes que instituto Whitefield ha tenido y no sé que te sucede"- su cara se puso roja y yo sentí mis mejillas arder - "Sabes que si no logras una buena nota en esta materia, tus esperanzas y mis esfuerzos porque entrés a Yale se irán a la basura ¿no?"- era verdad, el director Franklin y Kary eran los únicos de mi sueño en Yale, y también era verdad que gracias a él mis esperanzas de ingresar habían crecido, pues había hecho contacto con varios colegas y me había conseguido una entrevista para cuando me gradué.

"Lo siento yo solo... "- no sabia que decir. - "prometo estudiar mas. Lo prometo"- tenía la mirada en el piso, me sentía tan mal, tan decepcionada de mi misma y tan culpable.

"Eso espero Luna, como tu director mi consejo es que te concentres en tus metas, a menos que no quieras ir Yales, y como amigo te digo que haré lo posible para que la maestra Emma, te ayude con algun trabajo y subas tu promedio."

"Muchas gracias, y de verdad lo siento, estudiaré  lo prometo, no lo decepcionare"- estreche su mano.

"Eso espero. Vuelve al salon Luna"- añadió y sali.

No podía seguir así, no podía dejar que mis sentimientos jueguen con mi futuro, una lagrima bajo por mi mejilla, entre al salón y vi a Em con cara de preocupación y con una mímica en sus labios preguntaba '¿estás bien?', yo solo asentí, pero no era verdad. Pase toda la clase pensando en como subir mi calificación, diablos ¿no podía ser tan difícil ganarse a la señorita Emma?, el problema era  ¿como?, el solo verla me daba escalofríos, de todas las asignaturas, biología me aterraba. Si Luna, quieres estudiar medicina, pero te aterra biología, que excelente manera de proyectar tu futuro. Extrañaba al maestro Wilson, él hizo que me enamorara de la materia, su manera de enseñar era única, y entendía todo, su paciencia era esencial y de verdad lo apreciaba, pero su edad no le permitió seguir impartiendo clase. Se llevaron al ángel y trajeron un demonio, uno que no me enseña nada y solo califica con 8, 7, 6, y así de forma descendente. A veces llegaba a dudar de mi futuro, Emma hizo que le temiera a la biología, tanto así que aborrecía escuchar o leer esa palabra. Pero pensar en mis posibilidades de ayudar a la gente, ir a Nueva York y salir de Londres me aferraba a intentar aprender. En especial los temas de último año que serian los puestos en la prueba de admisión.