Me sentía devorada.
Él era un agujero negro y yo un meteorito que iba a ser absorbido en cualquier momento.
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"Tu rutina te a llevado a los lugares que necesitabas, no los que querías"
"No lo entiendo"- logre ver un álbum de fotos en una pequeña canasta y me acerque.
"La reglas de tu vida te han guiado a premios, calificaciones excelentes, méritos, etc, pero salirte de todo eso te trajo aquí conmigo."- explicó desde la cocina. Abrí el álbum, y vi a una mujer joven embarazada, en la primera página, debe ser la madre de Thomas.
"Yo no quería venir"- respondí.
"Deja de engañarte"- volvió a la sala con dos malteadas en las manos. - "Deja eso Luna"
"Lo siento"- dije asustada y cerré el álbum de fotos . Me lo quitó de las manos y lo metió en un cajón, que cerró con llave. - "No, no fue mi intención".
"Toma tu malteada"- soltó frío. Me acerqué a la bebida y aspire por el sorbete, habia tensión en la habitación. Thomas se sentó en el piso y empezó a encender la chimenea.
"¿Estas molesto?"- murmure,
"NO"
"Lo siento"
"No estoy molesto"- una llama apareció y él se quito su gabardina negra. Se colocó en uno de los sofás y miraba el fuego intensamente.
"Ok, llévame a casa"- dije poniéndome de pie.
"¿Por qué?"- no dejaba de mirar el fuego.
"No quiero estar con alguien que nisiquiera va hablar conmigo"- fui a la puerta y esperaba que él viniera. No lo hizo, se quedó plantado donde estaba. Voltee a verlo y una lágrima resbalaba por su mejilla.
"Thomas ¿estas llorando?"- deje mis cosas otra vez en su lugar y me coloque a su lado. - "Oye, no quería ofenderte, lo lamento, es que vi el álbum, y .. lo lamento de veras, no volverá a pasar, yo..."- Mientras hablaba en un rápido movimiento él se giró y atrapo mis labios con los suyos. Me quede estática, empezó a mover suavemente su boca, y me deje llevar, empecé a besarlo, se acomodo y tomo mi cintura, yo lo rodeé con los brazos, y seguimos, Thomas se separo para tomar aire y pego su frente a la mía.
"Lo lamento, pero debia callarte de algun modo"- susurró en mis labios. Mariposas, le quedaba corto a la sensación en mi estómago, una selva completa estaba dentro de mi.
"Entonces hablaré más seguido"- otra persona estaba dentro de mí, una persona a la que empezaba a adorar. Thomas sonrió y volvió a besarme, esta vez más salvaje, con más pasión, su lengua pidió entrar a mi boca y yo cedí, una danza de labios, lucha de lenguas, caricias, era todo lo que en ese momento importaba. Ahora yo me separe para buscar oxígeno, y lo mire a los ojos.
"No me abandones"- dijo Thomas con tono serio y sombrío. No sabría definir si el brillo en sus ojos se debía a la luz del fuego, o a que iba a romper en llanto.
"Nunca"- dije y lo abrace. Estuvimos así por un rato, el se recosto en el sofá y yo en regazo. El fuego poco a poco desaparecía frente a nuestros ojos, y nos quedamos dormidos.
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