Por un Deseo

Cap. 24

"Mierda, te quito la ropa"- dijo sorprendida, mientras caminábamos a casa, resulta que vivíamos por la misma calle. - "Pero no paso nada que lastima. Debo admitir que el lado malo de Thomas lo convierte en un imán de chicas".

"Si..."- mire mis pies, cuando dijo lo último. "Bien, ahora lo sabes y no se lo dirás a nadie. Prometelo"- hizo señas de cerrar su boca con un cierre,  y tirar la llave. Ambas reímos. Emmily, es una buena y divertida chica.

"Ok, lo prometo. Mi turno"-dijo ansiosa- "Ethan se me declaro"- abrí los ojos como platos.

"Rayos, Ethan es el chico mas deseado del universo que suerte tienes"- dije emocionada.

"Ni tanta"- suspiro y bajó la cabeza - "al ser el chico 'mas deseado', hay la posibilidad de que me rompa el corazón"

"Entonces ¿si te gusta?"

"Mucho"- dijo sonrojandose.

"Deberías, darle una oportunidad, después de todo... no todos los días el chico mas precioso del instituto te da esa oportunidad"- añadi

"Lo sé, pero tengo miedo, no es fácil sabes. Es como leer un libro y no quiero ser uno más en biblioteca"

"¿Qué quieres decir?"

"Cuando lees, entras a otro mundo, te emocionas, te enamoras, estás en el clímax del amor, sigues leyendo y te desesperas, cuando te das cuenta que la historia termino, que no hay más hojas y que los protagonistas pusieron punto final. No quiero tener un final trágico como "Maldito Romeo"- me mostró el libro que leía en la biblioteca. - "No quiero ser un libro que leerá y luego guardará olvidándose de él".

"Pero, todo libro busca ser leído Emily, en los humanos, el problema es que somos nosotros quienes elegimos a nuestro lector"- llegamos y estaba parada frente a mi casa. "Todo saldrá bien. Supongo que aquí nos despedimos, llegue a casa"- dije.

"Si yo también"- señalo la casa de alado, Emily era mi vecina y nunca lo supe. - "Adiós Luna"- agrito su mano.

"Adios".

Entre a casa, fui a la cocina me serví un poco de jugo de mora y subí a mi habitación. Casi se me sale el jugo por la nariz cuando vi a Thomas recostado en mi cama.

"¿Que haces aqui?"- dije asustada, sentí mi nariz congestionarse por el jugo. Ardia.

"Vine de visita"- sonrió. - "lindo color de cuarto"- dijo burlándose de las paredes rosas. La verdad es que ni a mi me gustaba, fue mamá quien lo pintó así.

"Solo dime que quieres y sal de mi habitación" 

"A ti"- soltó erizandome la piel. - "le dije a tus padres que vendría por tí. No se opusieron"

"Eso es imposible mis padres nunca en su vida dirían eso... y aunque así fuera, lo siento tengo mucho que hacer. Por si no lo sabes, hay personas que vamos a la escuela y tenemos obligaciones"- dije, y la verdad es que con todo lo de anoche, no me había tomado un tiempo para quitar las fotos de Kary y yo de mi habitación, necesitaba desintoxicar el lugar y retomando el sarcástico comentario de Thomas, cambiaría el color de mis paredes: morado, si mi color favorito.

"Bien, tienes una hora para hacer lo que tengas que hacer"- me recostó en mi cama con las manos tras la cabeza, mientras me inspeccionaba de pies a cabeza.- "¿Que esperas?"

"Eres increible"- me crucé de brazos.

"No hace falta que lo digas, ya lo sé"

"Que modesto"- ironice.

"Es una mas de mis virtudes".

"Que virt...!, sabe que, si vas a quedarte aquí, hazlo pero me ayudarás a limpiar, no pienso hacerlo con tus ojos sobre mí todo el tiempo"

"Olvide que te  resulto intimidante"- se sentó en la mesa.

"Solo toma una funda de basura y empieza a despegar esas foto de mi espejo"- dije lanzandole una funda negra de basura en la cara, que saqué de mi armario.

"Lo haré, con una condición"- se puso de pie, acercándose demasiado, retrocedí pero choque con la pared, él siguió caminando hasta que su abdomen chocó con el mio. - "saldrás conmigo esta noche"- me miro directo a los ojos, se pasó la lengua por los labios, y cielos un deseo intenso por besarlo se apoderaron de mi.