Cap. 37

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No asistió a clase durante una semana entera, les dije a los maestros que estaba enfermo y que no podía salir de cama, pero que no tenía justificante porque su necedad no permitía que viera un médico, y conociendolo, todos me creyeron.

"¿Y que haremos este domingo?"- preguntó Em emocionada.

"Trabajar que más"- me alcé de hombros.

"¿cómo trabajar?, Luna , ¡es nochebuena!"- gritó Ethan. La señorita Rebecca no habia venido asi que cada quien se unió a un grupo a charlar, leer o escuchar musica.

"Diablos lo olvide"- golpee mi frente con la palma de la mano.

"Luna, si que eres distraida"- Em golpeo mi hombro con un puño.- "¿Podríamos hacer algo en la heladería ¿que les parece?, el salon es grande y... nos convendría"

"Es buena idea, en la tarde atendemos normalmente y después de las 5:00 Pm, hacemos algo loco, musica, globos, todo eso...Edward nos ayudará, ese chico es amante de las fiestas, si habla con su mamá de seguro lo deja"- Dijo Ethan. Y efectivamente la madre de Edward era la propietaria, y era una señora muy gentil.

"¿De que hablan?"-la voz de Thomas entro por mis oídos, llegó a mis pensamientos y estremeció mi corazón. - ¿me extrañaron?- dijo con una sonrisa y me avente sobre él.

"Sabes que sí, no deberias preguntar"- susurre en su oído y me hundí en su cuello un momento, mientras Em y Ethan decían : "Awww"con bastante ternura.

"Lo siento, debí llamar"- puso un mechón de cabello tras mi oreja y me beso. Demonios extrañaba profundamente esos labios,sus dulces y adictivos labios.

"Ok, ok, una cosa es que se abracen y otra que compartan saliva enfrente de los demás"- comentó Em, haciendo que rieramos y nos separemos.

"Bien, ¿que tanto discuten?"- siguio Thomas, no podía creer lo fuerte que era la persona que estaba a mi lado, lo inspeccione profundamente mientras Em le contaba sobre el plan del domingo, miré su cabello, esa perfecta y rebelde melena negra que llevaba a un lado casi cubriendo uno de sus ojos, los eléctricos y oscuros ojos azules, con los que me intimidaba el dia que nos conocimos, su perfilada nariz y sus labio, su sonrisa, su blanca tez, lunares y todo.

"Luna, Luna"- Ethan movió su mano frente a mi cara, devolviendome a la realidad.

"Sí.. sí.. ¿que?"- jugue con mi lápiz y baje la mirada.

"Nada solo que, estabas apunto de regar saliva en toda la mesa por mirar a Thomas"- el río, y mis mejillas hirvieron a 100 grados centígrados. - "solo bromeaba, no es necesario que te sonrojes"- esos comentarios hacían que me sintiera aun mas incomoda.

"Ya callate Ethan, y dime ¿que quieres?"- gruni, pero, sentí la mano de Thoma rodear mi cintura y su respiración entre mi cuello y oreja.

"No te enojes"- susurro, como no obedecerlo, después de las descargas eléctricas que me provocaba.

Terminadas las clases fuimos, donde Edward a decirle nuestro plan, y estuvo mas que encantado, llamó a su madre, y después de varios ruegos dijo que sí. Fuimos al centro comercial a comprar lo necesario, globos, serpentinas, servilletas, ordenamos un pastel de chocolate y otro de vainilla. De paso visitamos algunas tiendas, Em, se llevó un vestido muy hermoso para estrenarlo el domingo, Thomas insistió en comprarme uno, pero no pude aceptarlo 1. No podía, y 2. No era muy fan de los vestidos. 

"Adiós chicos"- dijeron Em y Ethan al unísono, mientras bajaban del coche. 

"Adiós"- susurré y me volví donde Thomas. - "¿Y bien?"

"Y bien, ¿no vas a invitarme a pasar?"

"Si eso es lo que quieres"- abrí la puerta del coche y fui andando hasta mi casa. Abrí la puerta y lo hice pasar. - "Ya llegue"- dije sin obtener respuesta y me encogí de hombros- "siguen molestos"- tome la mano de Thomas y subimos a mi habitación.

"Veo que ya la decoraste, no quedo mal"

"¿Por qué no fuiste a clase?, te llame un par de veces y no contestaste"- solté directo, Thomas se puso rígido y quitó todo rastro de felicidad de su cara.

"Cosas"- contestó, ya me lo esperaba.

"¿Que tipo de 'cosas?" , no te conoceré minuciosamente bien, pero sé cuando tienes un secreto".

"Y por eso se le llama secreto Luna, porque nadie mas puede saberlo"

"Vamos Thomas, puedes confiar en mí, dímelo"- lo rodee con mis brazos y el bajo sus manos hasta mi cintura.

"No lo sé, aun no confio completamente en ti"- dijo sonriendo maliciosamente.

"Ok, entonces adiós"- dije abriendo la puerta -"no puedo estar con alguien que no confia en mi".

"¿Me estas echando"?- levantó una ceja.

"Tomalo como quieras"- él se acercó malévolamente a mi y beso mi cuello.

"¿Aun quieres que me vaya?"- dejo otro beso y sentí mis piernas flaquear.

"Mierda"- solté - "Ven aqui"- lo jalé de la camisa y lo pegue a mí, cerré la puerta despacio y coloque el seguro, de tras.

"No creí que tuvieras ese vocabulario Luna"- acarició mi estómago. Y me quito la blusa. 

Por un DeseoWhere stories live. Discover now