Cap. 40

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-"Luna, deber ir a la escuela, estas dejando que esto se salga de control"- dijo Em abriendo las cortinas de mi habitacion, habia faltado ya tres días. - "Solo mirate, estas horrible y aparte... ¿quien demonios murio aqui adentro?"- soltó quitando las cobijas de mi cama.

"Yo Em, yo morí, mi corazon murio"

"Deja de exagerar, y levántate."- me jalo de la mano y me puso de pie- "Ahora a la ducha"- tiró de mi camisa, y sentí vergüenza, así que la pare y yo misma entré al agua, cuando salí, me había preparado té. Bajamos a la sala porque mi pieza era un desastre y la verdad me sentía un poco mejor.

"Luna, debes superarlo bien. Es solo un chico"- bebió su té.

"Eso lo dices porque no te pasó a tí ¿qué tal si Ethan te deja?"

"Bien, entendí, el caso es que: ¿por que rayos faltas?, te estas perdiendo temas importantes en biología y todas las clases"- me abrazo

"Porque no quiero verlo"- sollocé- "no podría verlo a los ojos sin sentir culpa"

"Pues de todos modos no lo veras, Thomas..."- ella se aclaró la garganta

"¿Qué, qué pasa con Thomas"

"Se transfirió a otro instituto"

"!¿Qué?!! ¿a donde? ¿cual?"

"Hey, hey cálmate, no lo sé, nadie lo sabe, falto igual que tú, y cuando pregunte en recepción me dijeron que se fue"

"Pero porque!! Mierda, ¿no hablaste con él?"

"No quiso escucharme Luna"- soltó suplicante.

Suspire y trague toda la rabia, la pena y los sentimientos dolorosos de mi corazón. - "Mañana iré"

"¿A donde?"- abrió los ojos como platos.

"Al instituto"- me limpie una pequeña lágrima que apenas sentí salir - "si él se fue, quiere decir que no me quiere, y si es así ¿porque yo debería quererlo?, es ilógico".

"Eso es Luna, esa es la chica que conozco"- terminamos el té, y vimos varias películas.

La verdad, no entendía a Thomas, no entendia su forma de ser, y pese a que me contó sus secretos, jamás pude descifrar el imán que me unía a él. Y el problema era que, por él me volví una experta mentirosa, confronte a mis padres, y mi vida era un caos, y yo amaba lo que había hecho Thomas conmigo. Y ahora que se fue no dejaría que alguien me quite esto y me vuelva sumisa.

***

Llegue al salón, al entrar todos clavaron su mirada en mí pero recordé a Thomas y poco me importó, fui a mi lugar y empecé a ojear el libro de Em, "Maldito Romero".

-"Luna, lamento lo del viernes..."- era Brad

- "Olvidalo y no me hables"- me limite a ello y a seguir con la vista en el libro.

-"Es que tu no entiendes, desde ese día yo..."

-"Que no me hables"- solté fría, quería olvidar ese día, y él solo me lo recordaba.

-"Bien"- suspiro y se colocó tras de mi.

Empezada la clase, recogí mi melena, pensando en el comentario de Thomas "Brad toca tu cabello". Las horas pasaban y yo seguía sintiendo un vacío, ya no estaba el "señor lo sé todo", ni las bolitas de papel, tampoco el cosquilleo en mi estomago. Mi cabeza no se concentraba correctamente y mi cuerpo temblaba.

-"¿No irás a casa?"- preguntó Em cuando le dije que iría a hablar con alguien.- "No me digas que lo vas a buscar porque..."

-No, no, te dije que lo voy a superar- la tranquilice.

-Ok, pero cuidate ¿si?.- asenti, Em entró a su casa . Me dirigí al "Bar: vida Feliz", donde todo comenzó, donde quizá lo encuentre.

-Hola Luna, qué milagro- dijo Liam limpiando unas copas.

-Hola, pues ya vez, vine a ver como esta todo por aquí.

-Nada nuevo, ebrios, mujerzuelas, multas, lo de siempre. Pero dime tú, ¿que has hecho con tu vida, después de lo del..."

-"No"- puse mi mano enfrente para que calle - "no me lo recuerdes, y sírveme un whisky"

-"¿Whisky?"- abrió los ojos como platos - "sabes que tienes 17 años ¿verdad?

-Lo sé, y también sé que tengo dinero para pagar, e incluir propina, ahora solo dame la maldita bebida.

-"Tranquila chica, ten"- me lanzó la pequeña copa con líquido marrón y dos cubos de hielo dentro,  nunca lo habia probado, asi que trague aire, y lo lancé a la garganta, el whisky paso quemando mi esfago hasta llegar a mi estomago, dejando un sabor extraño pero adictivo en mi boca. Poco a poco empecé a marearme, reír, y llorar. Liam estaba ahí pendiente de que no caiga, pero no de que vomite. Él era muy dulce y pese a mi terrible borrachera, no me dejo sola. Me llevo a casa y mis padres empezaron a regañarme pero era tanto el alcohol que me quede dormida cinco minutos después.

Por un DeseoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz