CAPÍTULO 22

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Su lengua recorría mi pezón derecho mientras que su mano jugaba con el izquierdo. Comencé a jadear y pronto necesité más. Intenté ponerme encima de el, pero me paró con una sonrisa.

- No tan de prisa princesa.- Dijo tranquilo mientras que soltaba mi pezón izquierdo y bajaba la mano por mi vientre hasta mi clítoris. Empezó a jugar con este, mientras que yo gemía, cada vez más fuerte. Lo quería sentir dentro de mí, pero el no lo hacía, me tenía tendida en la cama queriendo más, haciéndome sufrir. Grité sus nombre mientras que enredaba mis manos en su oscuro cabello. En respuesta mordió un poco el pezón con el que jugaba y metió dos dedos dentro de mi. Gemí más fuerte, era algo que jamás había experimentado y que jamás había pensado que sentiría.

- ¿Así esta mejor?- Gruñó Zayn, pero yo no podía contestar, estaba demasiado distraída con todos los sentimientos y experiencias nuevas que mi cabeza y mi cuerpo estaban disfrutando. De pronto noté como comenzaba a hacer pequeños círculos y a presionar mi clítoris con su pulgar mientras que sus dedos seguían moviéndose dentro de mi. Zayn empezó a besar mi cuello y yo perdí la cabeza. Mis gemidos eran cada vez más fuertes, gritaba su nombre mientras que mi cuerpo empezó a temblar. Ya no aguanté más y llegué al clímax.

- Eres perfecta!- Dijo Zayn mientras que besana mis labios jadeando y entreabiertos, y me ponía encima suyo, con cada pierna a cada lado de su cuerpo.- Pero ahora es mi turno de disfrutar.- Siguió mientras que me bajaba poco a poco haciendo que quedase dentro de mí, hasta el último milímetro de el. Estaba bastante sensible y cansada del último orgasmo, pero empecé a moverme lentamente hacia arriba y hacia abajo mientras que el agarraba mi cadera. Mientras que la velocidad aumentaba, también lo hicieron nuestros jadeos que pasaron a ser gemidos y acabaron en profundas y pesadas respiraciones.

Estaba tumbada encima de su pecho que se movía con rapidez, oía su corazón que parecía a punto de estallar. Me quité de encima para que pudiese quitar el condón, y me quedé abrazada a su cintura. Él también me abrazó mientras que me besaba la cabeza y nos tapaba a los dos con la manta.

- Bueno, ¿que me dices por lo de mañana?- Preguntó exhausto y a punto de dormirse. Yo solo fui capar de gruír, a lo que el rió por lo bajo, pero pronto estábamos los dos profundamente dormidos.

Era la primera vez desde que llegué a Londres que me levantaba por mi propia voluntad. Sentí una mano en mi cintura y una respiración pesada en mi oído. Mi cuerpo tembló recordando todo lo que pasó anoche y ante la idea de tenerlo durmiendo junto a mí, conmigo. Sonreí y me dí media vuelta. Para cuando lo hice, el ya tenía un ojo abierto, yo me reí y le dí un suave beso en los labios.

- Buenos días amor!

- Buenos días mi niña!- Dijo con la voz ronca y su mejor sonrisa.- Espero que ya me des una respuesta a lo de la cita...- Yo reí y justo cuando iba a contestarle, mi móvil sonó, a lo que él rodó los ojos divertido y yo me reía mientras que me estiraba para poder contestar.- Ya no sabes ni qué inventarte para rechazarme.- Dijo haciendo un puchero.

- No digas eso tonto!- Dije besándolo y contestando al móvil.- ¿Diga?

- ¿Marel?

- Mamá! ¿Que tal?- Dije emocionada mientras me sentaba en la cama y Zayn se desperezaba.

- Humm... bueno... sobre eso quería hablarte.- La voz de mi madre no sonaba llena de vida como siempre, por lo que empecé a asustarme. Supongo que Zayn lo notó, ya que se puso los boxers y se sentó frente a mí.

- Mamá, ¿que es lo que pasa?

- Es tu abuela cariño, el médico le a dado una semana de vida.- Lágrimas empezaron a salir sin control de mis ojos mientras que Zayn me abrazaba e intentaba tranquilizarme.- ¿Vendrás a casa?- Preguntó algo esperanzada.

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