Los días iban pasando muy pronto, Andrea cada ves se sentía mejor, Samuel siempre le llevaba el desayuno a la cama, y eso era una de las cosas que más le encantaban aunque después de desayunar el bajaba al despacho o se iba y ella se quedaba casi todo el día sola, a veces trataba de platicar con Rosa, pero ella o la ignoraba o simplemente le decía que estaba demasiado ocupada, había querido ayudarla en dos ocasiones pero ella nunca la dejo. Igual no le iba a rogar. Pero lo cierto era que extrañaba mucho a Petra.
Por más que trataba de aparentarlo cuando estaba Samuel cerca, y aparentar que ya estaba superado, no era así, y la había escuchado algunas veces mientras lloraba en silencio por las noches, intentaba que se le olvidara o bien que lo superara pero no podía quedarse todo el dia con ella, aunque lo quisiera.
Andrea: La verdad...-dijo mientras cerraba la puerta de su habitación con llave y se sentó en la cama soltando un suspiro.-La verdad es que no hemos tenido intimidad.
Latne: ¿Que? Estas de broma? Como que no? ¿Tienes a ese hombre en tu cama todas las noches y no lo aprovechas? Ósea así o más tarada.-dijo indignada y Andrea se echo a reír.
Andrea: Lo que pasa es que he estado muy estresada. Aunque temprano cuando me desperté y comencé a pesar en eso, creo que el intento que hiciéramos el amor un par de veces. Solo que yo no me di cuenta en ese momento.
Latne: ¿Y que harás? Le dirás que ya tienes ganas?
Andrea: ¡Noo! Mi rancherito me mandara al diablo si le digo eso. Se inteligente Latne, lo seduciré solo que no tan descaradamente, creo que ya esta bien de todo esto que esta pasando, el se ha esforzado mucho por mi, y yo a pesar de que lo trato bien siento que no estoy dando lo mejor. Es verdad que extraño mucho a Petra, pero tienes razón ella ya no esta, y es tiempo de ver por mi futuro, además a ella le hubiera gustado verme feliz. y contenta con mi ranchero
Latne: ¡Eso es amiga! A tener sexo con tu ranchero.
Andrea: Latne! No es solo eso.-dijo y su amiga comenzó a reír.
Latne: Bien, bien.-dijo y Andrea suspiro.
Andrea: Te quiero ver.
Latne: Siempre estoy en la hacienda, tratando a los caballos enfermos, pero tu nunca vienes a los establos y tengo mucho trabajo. Ahora nos veríamos pero...son las nueve de la noche. Y dado a que quieres seducir a tu ranchero...
Andrea: Lo se. ¿Y dime? Como te va con Abram?-pregunto sonriendo.-Te ha vuelto a molestar?
Latne: No, supongo que se aburrió de buscarme.-dijo un poco triste.
Andrea: Uuuy el degenerado te gusta ¿cierto?-pregunto riendo y Latne rodo los ojos.
Latne: Supongo que me agradaba la forma en como me fastidiaba, pero bueno, mejor así no le necesito. Bueno, te dejo ya llago la pizza que encargue, hoy me entro por ver una película de esas de amor, donde el protagonista es un príncipe maravilloso.-dijo y Andrea miro a Samuel entrar.
Andrea: Esta bien, buenas noches, y disfruta de la película.
Latne: Disfruta de tu ranchero.-dijo y colgó.
Andrea: Buenas noches.-dijo sonriendo mientras el se quitaba la camisa y este le sonrió.
Samuel: Buenas noches mi amor, ¿Latne?
Andrea: Si, dijo que ya había llegado su pizza, así que tuvo que cortar.-dijo acercándose a el.-Ven te ayudo a quitarte la camisa.
Samuel: Bueno.-dijo sonriendo y ella se acerco a él.-¿Que te traes eh? ¿Qué quieres? Te conozco y tienes esa miradita de querer hacer una travesura.
