Luna Valente es una simple chica cuyo novio, Matteo Balsano, tuvo que irse a Italia. Pero a su regreso, las cosas se complican a tal punto que les causan un dolor inevitable. ¿Su destino será chocar a pesar de todo?
Genero: romance/ drama.
Basado...
Luego de 3 meses, mi vida ya había vuelto a donde estaba, al menos, eso creía aunque sabía que había un vacio enorme dentro de mí. Estoy de novia con Felipe, un chico dulce y bueno que conocí en el Jam and Roller. La verdad fue mi ayuda para no pensar tanto en él, quería olvidarlo, lo necesitaba. Él estaba cantando en el open y yo lo veía, hasta que en un momento noté su presencia y mi corazón latía rapidamente.
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Me dí la vuelta, creí estar loca, pues su presencia me aftecta de tal forma. Sentía como me miraba, mi sufrimiento. Trataba de no hacerle caso, y seguir viendo a mi novio en el escenario.
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- Matteo basta, no me atormentes más. - en ese momento voltié a verlo. Sus ojos, su sonrisa, su mirada, mi corazón latiendo fuertemente. Su recuerdo me afectaba. No me respondió, tan solo me miraba con esos ojos, y yo sentía que me derretiría ahi mismo. Vamos Luna, deja de pensar en el, tienes a tu novio al frente tuyo.
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No podía parar de mirarlo aunque quisiera, pero miré hacia mi novio y él me saludó mientras cantaba. Luego me volví a dar la vuelta, y Matteo ya no estaba ahí. Un dolor invadió mi pecho. ¿Porque debia estar en mi memoria? ¿Era una especie de castigo o algo así?. Finalmente, terminó la presentacion de Felipe y el bajó del escenario. Besó mi mejilla pero yo no le presté tanta atención, ya que mi corazón andaba en otro lado.
- ¿que te pareció?
- pues, bien... Bien.. Estuviste fantastico.
- Gracias amor. Te noto rara, ¿algo te pasa? - no, no me pasa nada solo que acabo de ver a mi ex novio al cual sigo amando y que está a miles de kilometros de distancia.
- No, no me pasa nada. - el sonrió y fué a buscar unos licuados
Su olor, su aroma, sus labios, sus ojos, invadían mis pensamientos. En ese momento, ví el collar que me había regalado. Mis ojos se cristalizaron y lo cerré fuertemente antes que llorara a mares. Basta Luna, él no volverá y de todas formas tu vida ya esta hecha.
Pasaron 2 meses más, y todo seguía exactamente igual. Su recuerdo, estas apariciones, los sueños, se hicieron constantes y empezaba a preocuparme. ¿Alguna vez lo olvidaré? . La culpa de no serle fiel con el corazón a Felipe me atormentaba. No volví a hablar con Matteo luego de la ultima vez que lo ví, aunque eso me costó la vida. Nina me lo inpedía, ya que eso sería una daga en el corazón que no podría sacar jamás. Sería imposible olvidarlo si lo llamaba, asi que simplemente ninguno de los dos los dos lo hizo.
