Luna Valente es una simple chica cuyo novio, Matteo Balsano, tuvo que irse a Italia. Pero a su regreso, las cosas se complican a tal punto que les causan un dolor inevitable. ¿Su destino será chocar a pesar de todo?
Genero: romance/ drama.
Basado...
Salimos juntos de la fiesta, y caminamos mientras apreciabamos lo que era Buenos Aires de noche. Luna quería ir a un bar donde tambien fueron Simon, Ambar, Gastón y Nina luego de la fiesta.
- La neta estuvo muy divertida la fiesta.
- Si, me divertí muchisimo.
- Ya queda cerca, no falta mucho.
- Nos tardemos ¿si?
- Nos estan esperando Chico Fresa.
- Solo un beso. - se detuvo, y con su mano agarró mi chaleco para atraerme hacia ella. Nuestros labios se tocaron suavemente. - Te amo - dijo mientras rozaba su nariz con la mía y se reía. ¿Esta podría ser mejor noche?
- Yo te amo más.
- Ya te dí lo que querías y perdimos tiempo, así que alcánzame. - corrió y yo la seguí.
- ¡Espera Luna! - tan solo podía verla reir y tratar de correr con sus tacones, lo cual sorpresivamente, lo lograba.
Bajó la vereda rápidamente y distraida totalmente, no se dió cuenta que un auto se acercaba.
- ¡Luna, espera! - hubo poco tiempo para darse cuenta de mi advertencia y giró hasta ver el auto y quedarse helada. Cayó al suelo y rapidamente la atrapé con mis brazos. El conductor paró y se veía muy preocupado.
- Disculpá, no la ví. Voy a llamar una ambulancia ya mismo.
La veía, inconciente en mis brazos e inevitablemente lagrimas empaparon hasta el ultimo centrimetro de mis mejillas.
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- No me dejes, Luna, no me dejes, porfavor. - la desesperación y la angustía se volvieron carne en mí y no poder ver sus ojos atormentaba mi espera. Vino la ambulancia y me subí con ella. Todo pasó tan rápido, en un instante estabamos completamente en nuestro mundo y al otro este mundo podría perderse para siempre. Llamé a Gastón para que le avisara a los chicos y a la madre de Luna. No podía soltar su mano ni un segundo.
- Señor necesitamos llevarla al quirofano.
- ¿es imposible que valla con ella?
- es el reglamento del hospital, disculpe.
La alejaron de mí rapidamente y nuestras manos se soltaron. ¿Que clase de tortura es esta? Sentía que iba a desmayarme y me senté en la sala de espera. Llegaron todos corriendo y los padres de Luna fueron directo a registrar sus datos. Todo era un caos de gritos y preguntas, no podía contestar ninguna. Solo veía a un punto fijo tratando de analizar lo que había sucedido. Gastón me tomó la cara para que lo mirara.
- Cállense todos, no lo dejan hablar y está mal. - al instante todos dejaron de hablar. - ¿que pasó amigo? - mi alma estaba tan quebrada que en mis ojos se podía notar mi dolor.
- A Ella.. Ella... - trataba de hablar, pero el nudo en mi garganta no me lo permitía. - la atropellaron. - todos saltaron mirandose y a mi parecía no importarme nada ni nadie.
- ¿Como pasó?
- Corrió y yo iba detras.. Detras de.. De ella y un auto vino. - mi amigo me abrazó lo más fuerte que pudo, pero yo seguía perdido y en shock. Todos me abrazaron tratando de reconfortarme, pero la única capaz de hacerlo era ella.
