No habrá distancia que Cambie lo que siento por Ti

La luna hoy brilla para nosotros

Era el día de el baile de máscaras, y todo el Blake South College estaba siendo remodelado e iba a ser grande. Es más, iba a realizarse en el nuevo salón que habían empezado a construir tiempo atrás, antes de yo llegara incluso, para que se realizen este tipo de cosas para los alumnos.

Con Nina habíamos comprado unos vestidos, esta sería nuestra primera fiesta de gala así que le pedimos a mi mamá que nos acompañara. Nos perdimos en las tiendas, entre vestidos, zapatos, y de más. Teníamos que apurarnos, Gastón y Matteo nos esperarían en el baile directamente. No accedimos a que nos vieran a menos que sea en el baile.

Punto de vista de Matteo

Con Gastón llegamos al baile, esperando a las chicas. Salí al estacionamiento por un poco de aire, me apoyé en un auto mientras veía mis pies.

- ¿No deberías estar adentro chico Fresa? - Levanté la vista y mis ojos se iluminaron.

- ¿eres mi novia? Wow, ¿que hice para merecerlo? - se rió por debajo mientras se sonrojaba, pero apenas podía ver su rostro en la oscuridad.

- si, soy tu novia Matteito.

- La luna parece que hoy brilla solo por vos, mi vida. - se acercó a mí y apoyó sus manos sobre mi pecho mientras yo rodeaba su cintura. Yo seguí apoyado contra el auto, así que se acercó a mí, sin dejarme escape, y me besó.

- hoy brilla para nosotros. - su mentón se elevó hacia el cielo y yo la seguí. Con su pulgar acarició mi mejilla y se dió la vuelta. - vamos a bailar - estiró su mano y la tomé sin dudarlo.

Apenas llegamos, bailamos. Me perdí en sus ojos y se me olvidaban los pasos. Casi la piso varias veces por distraerme y ella solo reía. Cada sonrisa que se escapaba sin intención de sus labios era como la lluvia luego de un día caluroso. Sin embargo, siguió bailando y guiándome.

- ¿tu bailas bien Matteo, que pasa? - dijo mientras se reía de mí.

- es tu culpa, me estás desconcentrando Chica Delivery. Ya para.

- bueno, me voy así bailas mejor. -se dió un paso haciendo como que se iba, con una sonrisita de las que hace cuando bromea. Apenas lo hizo, la acerqué más a mi cuerpo, aferrandola sin escapatoria.

- Prefiero bailar mal. - su cuerpo tembló y lo noté al instante. Sentí una leve y suave caricia en mi brazo y continuamos bailando. - pero hay algo que si puedo hacer bien ahora estando contigo.

- ¿qué exactamente? - me acerqué a su
oido, escuché su respiración y mi corazón no dejaba de palpitar, y acomodé un mechón de cabello detrás de su oreja.

- cantar. - enredó su mano con la mía y nos dirigimos al escenario. No necesitamos decirnos ni qué canción cantaríamos.

"Alguien que me aclare
Si es la duda, la esperanza.
El camino que me lleva
En tu dirección"

Le dí una vuelta lentamente mientras cantaba. Nuestras miradas se cruzaban en cada verso, en cada palabra. La mitad de la canción ya la cantamos y el tiempo pasó volando.

"Alguien que me explique
Lo que siento cuando me hablas
Y me llenas de señales
el corazón"

"Solo tú estas a mi alrededor,
Y por eso es que canto.
Que más dá,
Lo que siento es diferente si tu estás.
No me importa lo que tienes para dar
En tus ojos puedo estar
Si me miras, no precisas hablar
Tal vez eres mi otra mitad"

La canción concluyó y no podía parar de mirarla. Ella percatandose de que seguíamos ahí parados frente a todos, como si fueramos los únicos en toda la fiesta, hizo un gesto para avisarme que bajaramos. Yo tan solo la seguí.