No habrá distancia que Cambie lo que siento por Ti

Es inevitable el chocar contigo

Punto de vista de Matteo

- Eso no cambia nada en absoluto - seguía dolido, aunque entre él y ella no haya nada, siento que las cosas no volverán a ser como antes.

Una mirada de confusión se dibujó en su rostro. La confesión me había dejado perplejo, pero mi sufrimiento aún no. Cuanto desearía que fuera facil.

- ¿Cómo que nada en absoluto?

- Chica Delivery, yo creía que a pesar de los kilometros, sinceramente, tu no tendrías a nadie en tu corazón más que a mi después de todo lo que pasamos juntos. Tal vez cuando me fuí y aunque te dije que siguieras adelante con alguien más, tuve la esperanza de que me esperarías. Pero veo que no, y no hay nada peor que perder ese sentimiento.

- Matteo yo ya te expliqué esto, yo te amo a tí.

- pero no lo suficiente, no como yo lo esperaba. - toqué mi nuca - Solía creer que eras mi otra mitad, y aunque te amo, temo que si vuelvo a irme vuelvas a lastimarme. Mi futuro es impredesible Luna, yo no lo decido, mis padres lo hacen.

El timbre sonó y debía ir a clases. Aunque recordé que mas tarde tenía que ensayar con Luna para la obra. Debía olvidarla, y así era más que evidente lo imposible que sería sacarla de mi cabeza.

- Tengo clases, me tengo que ir.

- Si, lo entiendo - su voz estaba quebrada y bajó su cabeza. Me fuí.

Siempre había sententido que ella y yo eramos como dos imanes, de todas formas era imposible separarnos, parar esta conexion que tenemos. Estaba empezando a dudar de esto y a reeplantearmelo nuevamente.

Pasó una hora, y me encontraba ya en la clase de teatro.

-Bueno alumnos, como ya saben, vamos a empezar a practicar para la obra. Matteo, Luna, suban al escenario. - los dos subimos sin siquiera mirarnos. - bueno vamos a practicar la escena en donde se conocen, en esta escena se deben acercar mucho así lograr esa conexión entre los personajes.

Incomodamente, los dos nos acercamos, y seguíamos sin mirarnos. Sabíamos perfectamente que con una sola mirada bastaría para caer perdido en la del otro.

- Un poco más, no sean timidos. - nos acercamos un poco más. - ahora mírense y digan el guión que les dí. - nos miramos y fué suficiente, me puse nervioso, pero empecé a hablar.

- Hola, ¿cual es tu nombre, hermosa dama de cabellos oscuros? - besé su mano mientras que su rostro se sonrojaba. Amaba cuando lo hacía.

- Me llamo Meredith, un gusto en conocerlo, mi Lord. ¿Se le ofrece algo? - El personaje de Luna era la sirvienta de mi personaje, Nícolas. Su amor era imposible en esas epocas, por la diferencia social que había.

- No gracias, Meredith. Puede llamarme Nícolas, si gusta.

- Mi Lord, como podría.

- Porfavor, se lo imploro.

- Está bien, Nícolas. - en esa parte sus miradas los entretenían. La atraccion entre ellos era inmensa, pero ambos sabían que su amor era imposible.

- ¡Corte! Fantastico, chicos.

Punto de Vista de Nina

Fuí al Jam and Roller con Gastón. Teniamos que empezar a escribir el blog, y además era una excusa para pasar mas tiempo juntos.

- Traje Licuados, el que te gusta Nina.

- Gracias. - me levanté y le dí un fugaz beso y me sonrió. Volvimos a sentarnos.

- ¿Cómo estas? No me contaste como estuvo tu día.

- Pues, bastante bien, aunque sigo preocupada por Luna. ¿Cómo está Matteo?

- No muy bien que digamos, hacían una gran pareja, y no me niegues que era fantastico salir los cuatro juntos.

- Sí, me acuerdo, la pasabamos increible, ¿pero sabes con quien la paso mejor?

- ¿Con quién?

- Con vos Gastón. - me sonrió y tomó mi mano.

- Después de escribir el blog, vamos a patinar, ¿te parece?

- si, cómo no. Pero tenemos que terminar esto. - se rió y yo le sonreí.

De la nada, ví que entraba alguien por la puerta y me distraje. Me horrorizé al darme cuenta que era Xabi, el pintor brasileño que había conocido durante la competencia internacional. Gastón lo notó y se dió la vuelta. Lo miró y luego me miró confunfido.

- ¿Quien es él?

Punto de vista de Luna

Luego de las clases, fuí a la pista, como ya se esperaba. Era impresionante, él estaba ahí, nos encontramos y nos evitamos. Tratabamos de consentrarnos en practicar, en patinar, pero era inevitable que nuestras miradas se cruzaran. En un momento, nos distraimos y chocamos.

- ¡Chico Fresa ten mas cuidado!

- tu te distrajiste Chica Delivery, mira por donde vas.

- está bien, perdoname.

- perdoname vos, estoy muy tenso ultimamente, no te debería haber hablado así. - lo miré y aunque nos disculpabamos, una chispa de coraje se escapó, tenía que decirselo.

- ¿Porqué volviste Matteo? ¿Porqué volviste a hacerme mi vida imposible y a desordenar todo?

- ¿Enserio quieres que me valla?