Descubrir, para demostrar que eres tan valiente

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En ese momento me dí cuenta ¿y si este tal Felipe mentía?. Sus argumentos eran un poco raros y la verdad parecía que me odiaba. Tal vez quiere lastimarme de alguna manera lo está logrando. Herí al chico de los recuerdos quien había sido el unico que había estado ahí para mí . De todas maneras ya lo había perdido, al único chico que realmente me importaba. Y siendo sincera, había empezado a sentir algo por él.

Me fuí a mi casa, tratando de pensar en otra cosa, como el anuncio de papas fritas que había visto en el Jam and Roller. Abrí la puerta, y me encontré a la chica rubia y al chico de la gorra que me habían visto en el hospital y de vez en cuando se acercaban a preguntarme cómo estaba.

- Hola, ¿cómo estuvo su tarde?

- Fantastica, hicimos de todo. ¿No querés acompañarnos? - me dijo la rubia haciendome un gesto para que me sentara.

- No los quiero molestar chicos, además se ven muy lindos juntos, no quiero arruinar su cita.

- Está bien, enserio ven.

- No, no, ustedes tranquilos. La neta estoy muy cansada de todas formas.

- como quieras. Mi amor, yo ya vuelvo, voy a pedirle a Moni algo para comer. - ella se levantó y se fué a la cocina. Inmediatamente yo caminé, con la misma intención, pero el chico me detuvo.

- Espera, necesito que escuches algo antes de que te vallas a dormir. - agarró su gitarra y comenzó a cantarme.

"Vas a crecer, vas a despertar
A descubir, para demostrar
Que eres tan valiente,
Todo lo que quieras lo podrás alcanzar"

Un flashback pasó por mi mente y una serie de imagenes se hicieron presentes. Así se sentía recordar. Tal como pasó cuando me acordé que patinaba.

- ¡Simón! - corrí  a abrazar a mi mejor amigo entre risas, me daba tanta alegría poder recordarlo. - te recuerdo.

- si, ya veo. Que buena onda, ya vas a ir recordando todo, lo prometo. - su sonrisa de oreja a oreja me llenó de felicidad y el hecho de haberlo recordado también.

- Gracias amigo. - llegó su novia, la cual seguía sin recordar y decidí continuar mi camino hacia mi habitación luego de despedirme de ellos. Lo noté muy contento de que lo recordaba.

A todo esto me fuí a descansar, a dejar de pensar por un segundo. Cerré mis ojos. En mis sueños, ella apareció.

- Mamá se puede decir que estoy eclipsada, perdida en la oscuridad de la noche. ¿Seré la Luna entonces?

- hija, tu eres las dos. Decide a tu criterio.

- creo que dejaré que me llamen Sol cuando recupere mi memoria, cuando los rayos de lucidez me iluminen, hasta entonces seré solo Luna.

- lo que tu decidas estará bien. Recuerda que siempre estoy viendote y cuidandote.

- gracias mamá.

- otra cosa, no creas en lo que te dicen, cree solo en lo que te diga tu corazón.

- ¿a qué te refieres?

- tu sabes a qué me refiero. Solo cuidate, ¿quieres?

El sueño se esfumó y desperté. Mi decición estaba tomada, el alivio recorrió mis venas. Me levanté (tarde que digamos) y recordé que no tenía escuela, por lo de la memoría. Entendí perfectamente el mensaje de mi madre, y tenía razón. Le marqué a Felipe, mi decicion estaba tomada.

- ¿Hola?

- Mira, escuchame. Tengo muchas razones para no creer en tí, asi que no me mientas porque creo saber el tipo de persona que eres. - suspiré para seguir hablando, el coraje era incontrolable - joder, piensa que debo saber quien soy, no me lo digas. Si realmente te importo o te importé dejame en paz, dejame descubirme. No me lo hubieras dicho si realmente me amaras, así que no quiero saber más de tí por lo menos hasta que recupere mi maldita memoria ¿me entendiste? - en ese momento, lo recordé, bueno, parte de eso. Se que hubo alguien de por medio, y no era claro quien era. Pero sí lo recordé a el. Escuché cuando tragó a través del telefono.

- Está... bien.

- y ya dejame en paz, Felipe. Acabo de recordar quien eres idiota, así que ni se te ocurra acercarte y lastimar a quienes amo. - la llamada se cortó y me sentí fantastica. Y ruda a la vez. Me gustó en cierto modo, aunque esto de insultar a la gente por telefono claramente no era lo mio.

No habrá distancia que Cambie lo que siento por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora