¿Cómo mierda me convierto en un mujeriego versión femenina?

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SPICE!

Si no llegáis a las notas de autor, solo quiero anunciaros que, a pesar de ser repetitivo y cliché y todo eso, muchísimas gracias por lograr mis dos fanfics logren conseguir miles de visitas, sois increíbles, os lo juro por lo que más quiero. Vuestros votos, comentarios, críticas constructivas, ánimos... me dan la energía para continuar adelante. *Inserte aquí emoticono de la fuerza del WhatsApp* ¡Ya podría Wattpad poner emoticonos y así ahorrarme palabras! Bueno, oskm. 

♥Disfrutad de este cap, mis bebés♥

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Apenas hay diferencias entre estar ebrio y hablar con el orgullo.
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...

— Miku, cielo, explícame de nuevo qué es eso del Instagr... ¡aaah! —Cuando oí el grito de mi madre salí de mi armario. No había caído de milagro, pues se había sujetado a mi tocador—. ¿¡Se puede saber qué desastre es este?! —Me preguntó casi a gritos, haciendo referencia a la piscina de ropa que tenía en el suelo.

— Eh... Es que tengo que salir y... no encuentro nada bonito que ponerme. —Se lo expliqué con una sonrisa nerviosa.

Mi madre arqueó una ceja y se recompuso.

— ¿Acaso vas a quedar con algún famoso y no me he enterado? —Me preguntó, recogiendo un par de prendas con las que había resbalado. Las sacudió y colocó sobre mi tocador. Me sonrojé al oír su pregunta y bajé la mirada al recordar la... ¿cita? que tenía.

— No, solo he quedado con una amiga y no sé qué ponerme. —Jugueteé con mis dedos, desviando la mirada. Quizás mamá pensara que solo estaba exagerando, pero si ella supiera quién era esa chica...

— Ay, tontorrona, pongas lo que te pongas te quedará increíble. —Me animó mi madre, dedicándome una de sus sonrisas antes de acercarse y cogerme las manos. Junté mis cejas, sin creerla del todo—. ¿Qué tal lo que te pusiste la semana pasada, en la cena familiar? —Hice recuerdo de lo que me puse: una camisa gris, unos vaqueros negros, mis adidas y una chaqueta vaquera. Torcí mis labios, no muy convencida. Era simple.

— No sé, es muy simple y...

— Miku, solo vas a quedar con tu amiga. —Rió mi madre y yo la miré ligeramente confundida. Pero tenía razón. Solo era una estúpida quedada de un par de minutos.

— Sí, tienes razón. —Fingí una amplia sonrisa antes de mirar la ropa esparcida por el suelo—. Me pondré eso, total, tampoco tardaré en volver. —Comenté antes de agacharme y recoger las prendas—. Y no me vendría mal una ayudita...

— Y unas narices. Ya sabes el lema de esta casa: quien lo tira, lo recoge, así que comienza. —Cómo odiaba ese maldito dicho—. Cuanto antes termines, antes saldrás con tu amiga. —Soplé mi flequillo y comencé a lanzar toda la ropa del suelo a mi cama—. Por cierto, no me has dicho con quién vas a quedar.

Mierda santa. A ver, piensa, en cualquier amiga, la primera que te venga en mente. ¡Venga, date prisa, mamá te está analizando demasiado con la mirada!

— ¡Rin! —Exclamé de golpe, volteándome hacia mi madre. Ella me observó durante unos segundos, sorprendida por mi repentina respuesta. Sonreí algo nerviosa—. O sea, que voy a quedar con Rin, jé. —Añadí, rascándome la nuca antes de darle la espalda y doblar la ropa sobre mi cama, intentando evitar que mi madre siguiera observándome y me pillara.

SPICE! | RiLenWhere stories live. Discover now