Descontrol, parte II

1.1K 86 61
                                    

Spice!
.
Todo caos tiene su dulce introducción
.

...

Mi corazón se detuvo en ese instante, no daba crédito a lo que veía, no quería hacerlo. Solo había subido un puto segundo para coger la llamada, solo un puto segundo. Los vi, vi a los dos besarse y luego abrazarse, desgarrando mi alma hasta que los ojos de Rin chocaron con los míos con sorpresa, inquietud, temor. No quería creerlo, no de ella. Y Rinto, oh, ese hijo de puta. Prometí no golpearle otra vez, no partirle la cara, se lo prometí a ella. Lancé el móvil al suelo, sin descargar la mínima parte de la rabia, y me apresuré en salir de ahí, notando el desenfreno de mi corazón.

¡ARGH, DEMONIOS! Quería romper cosas, quería desquitarme con alguien, quería hacer algo para descargar toda la presión que sentía.

- ¡Oye, Len! ¿¡Dónde vas?! -Ia apareció frente a mí, tomando mi hombro, deteniéndome a mitad de las escaleras. Ella había salido de la fiesta conmigo, queriendo ver a dos amigas suyas mientras yo hablaba por teléfono. Cuando volteé mi rostro hacia ella, enseguida se preocupó-. ¿Qué te ocurr...? -Pero antes de que me preguntara, la empujé con algo de fuerza contra la pared y ataqué sus labios casi con rabia, cerrando con molestia mis ojos. Ella pareció sorprendida durante unos segundos hasta que sus manos se entrelazaron en mi nuca y comenzó a mover sus labios contra los míos, intentando igualar mi fuerza antes de que abriera la boca y dejara que nuestras lenguas chocaran la una contra la otra.

No sentía nada. Aquél beso había sido detonado por la rabia. No se le comparaba con aquél tornado de emociones que los labios y las caricias de Rin conseguían. Nada de dulzura, nada de delicadeza, nada de lujuría, nada de deseo. Solo enfado, molestia y tristeza; al menos por mi parte. Joder, Rin, tú debías de ser quién estuviera atrapada entre mi cuerpo y la pared.

Me separé de sus labios para atacar directamente su cuello, tan pálido y suave como el de Rin. Lamí, succioné y mordí. Sus dedos se perdieron entre mi cabello, mis manos sujetando con fuerza su cintura y ella jadeando cerca de mi oído.

- Gime mi nombre. -Ordené con la voz más dura que podía, sin desatender su cuello, acariciando su espalda, notando cómo se estremecia y frotaba nuestras cinturas.

- L-Len, Len... -Gimió, despeinándome con fuerza. Ataqué de nuevo a sus labios. Mis inquietas manos subieron hacia su pecho, palpándolos bajo aquella molesta tela, sacándole más gemidos. En cambio, cuando separé nuestras bocas entre jadeos y mis ojos por fin conectaron con los suyos sentí cómo un balde de agua helada caía sobre mí.

Esa azulada mirada que tanto se parecía a la de Rin me abofetearon. No, no era justo lo que estaba haciendo. Estaba jugando con Ia porque Rin había besado a Rinto, lo estaba haciendo por venganza.

- ¿Len? ¿Q-qué ocurre? ¿Por paras? -Me preguntó jadeando, confundida, con sus manos sobre mis hombros. Mi corazón palpitaba con fuerza y me alejé de ella como si ardiera.

Len, me has dado razones para no confiar en ti. Pero esta vez quiero arriesgar y te diré que sí.

- Joder, Ia, no quiero. -Fue lo único que dije entre balbuceos antes de salir corriendo del edificio, escuchando por última vez mi nombre en su grito.

Me sentía enfurecido, gilipollas, entristecido. Mierda, mierda, ¡mierda!

Rin, había desfraudado a mi Rin. No tuve que haberlo hecho, ni siquiera pensado. Pero, joder, ella se había besado con Rinto y dolió, como una apuñalada.

Yo había confiado en él, había sido mi gran amigo, nos habíamos ayudado mutuamente cada vez que el otro se metía en graves problemas. Pero todo cambió cuando me contó que estaba saliendo con mi hermana. No me lo creí, pensé que era otra de sus bromas, pero cuando Rin lo confirmó... Demonios, sentí cómo mi corazón se desgarraba. Era horrible; horrible porque en ese momento me di cuenta de que sobrepasaba la línea del amor fraternal por Rin. Fue como una patada en los huevos, la misma patada que le di a Rinto casi como un acto reflejo.

SPICE! | RiLenWhere stories live. Discover now