Benditos cheesecakes

1.1K 88 18
                                    

Spice!
.
Solo hace falta un beso para darse cuenta de todo un sentimiento
.

......

Todavía quedaban menos de dos horas para que Galaco y su hija llegaran y a tía Lily parecía que le iba a dar un ataque de nervios. Después de comer a toda prisa, nuestra querida tutora había mandado a Rin preparar la mesa y limpiar el comedor de arriba abajo, dejándolo impoluto y a mí a la cocina para ayudarla y hacer el postre.

Jamás pensé que iba a costar tanto hacer una maldita lasaña vegetariana. Entre los nervios de tía Lily, el caos que liamos porque se nos quemó las verduras mientras buscábamos el pan para los burritos y las constantes idas y venidas de una agotada Rin en busca de platos, vasos y utensilios para la mesa, nos llevó más de dos horas hacer todo. Y aún me quedaba por preparar el dichoso postre. Por suerte, tía Lily nos había dado la oportunidad de un bonito y merecido descanso, el cual aproveché para pegarme la ducha del siglo y cambiar el uniforme que todavía llevaba por una camisa Levi's gris y unos vaqueros negros. Limpié mis gafas con la camisa antes de ponérmelas. No era fan de las gafas, pero últimamente mi mirada se cansaba con más facilidad y me veía obligado a usarlas por lo menos en casa. Aunque bueno, era innegable que mis gafas con aires ochenteros me quedaban jodidamente bien.

Tras alistarme, bajé las escaleras de dos en dos hacia la cocina de nuevo, donde tía Lily todavía estaba, colocando algunos trastos en el lavavajillas.

— ¿No te había dicho que fueras a descansar? —Le hablé, colocándome por segunda vez en aquél día el delantal. Ella se sobresaltó antes de voltearse hacia mi dirección. No hizo falta que me respondiera cuando vi que todavía tenía su particular moño bajo su rostro decorado con gracia por pequeñas manchas.

— Te juro que ya me iba. —Me aseguró con una sonrisa nerviosa antes de comprobar que todo estuviera en orden mientras se quitaba el delantal—. Ya está la lasaña hecha, los burritos guardados en el microondas y solo falta lo tuyo.

— Ya, he pensado en hacer cheesecakes en tarros. —Comenté, acercándome a los armarios sobre la encimera para comenzar a sacar las cosas que me harían falta.

— ¿Enserio? Pues dame media hora y...

— Ni en broma, tía Lily. —La interrumpí, arqueando una ceja hacia ella—. Vas a subir ahora a tu habitación, te vas a dar una larga ducha y prepararte bien para tu futura mujer. —Sonreí burlón y enseguida mi tía enrojeció levemente.

— ¡N-no es mi mujer! —Exclamó, volteándose de inmediato con el mentón alzado—. ¡Le diré a Rin que venga a ayudarte de todos modos! —Me hizo saber mientras abandonaba la cocina.

Amplié mi sonrisa, sacando los ingredientes de la nevera y  encendí la radio, con mi emisora favorita reproduciendo una de las canciones más populares del año antes de ponerme manos a la obra. La cocina realmente me apasionaba, era mi hobbie particular, siempre me había llamado la atención la cantidad de platos asombrosos que existían y cuya mezcla, en un principio, podía parecer imposible pero que con el tiempo, se convertía en algo exquisito que lograba rozar la perfección.

— Len, tía Lily me ha pedido que te ayude. —La melodiosa voz de mi hermana llegó a mis oídos y volteé mi rostro hacia la puerta, topándome con su pequeña sonrisa. Sin evitar que mis ojos se pasearan sin pudor por un cuerpo que en un principio, tenía prohibido.

Por unos segundos olvidé dónde estaba, quedándome hechizado. Mi hermana estaba preciosa. Su cabello estaba suelto, prescindiendo de su típico lazo, sus ojos destacaban por un eyeliner perfecto, el único maquillaje que se atrevió a poner. Vestía una blusa granate con pequeñas flores estampadas que dejaban ver sus hombros, junto con unos pantalones sueltos de tela negros que acariciaban la mitad de su muslo.

SPICE! | RiLenWhere stories live. Discover now