Clímax sentimental

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SPICE!
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Lo imposible estaba por convertirse en posible.
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Aquella noche las estrellas brillaban con una fuerza increíble, rodeando una media luna en el centro de aquél manto negro. La fresca brisa acariciaba mi piel, erizándola. Me froté los brazos, sorbiendo por la nariz. Eran casi las doce de la noche y estaba en el tejado de casa, perdiéndome en el cielo, con una catástrofe en mi cabeza.

Luka era homófoba. Luka. No era capaz de asimilarlo. ¿Cómo alguien podía serlo en pleno siglo XXI? Luka era madura e inteligente, era imposible entender por qué. Pero lo que más me dolía era Miku. Yo misma le había dicho que no le diera más vueltas, que las probabilidades de que pudiera corresponderla estaban ahí y que era imposible que llegara a ser homófoba. Qué idiota fui y lo peor, no fui capaz de contárselo. No quería destruirla, no quería que sus ilusiones fueran pisoteadas una y otra vez, me negaba a hundirla.

Sin embargo, si llegara a enterarse por otras personas...

— ¡Argh, qué asco de todo! —Exclamé en susurros, suspirando con frustración antes de hundir mi cabeza en mis brazos, cruzados sobre mis piernas. Asco e injusto. Amar dolía, y dolía más saber que el destino te tenía preparado el peor de los amores. Aquél erróneo, equívoco, doloroso, catastrófico; uno con el que Dios te otorgaba o con el que Satán te tentaba.

— ¿No tienes frío, Rinny?

Alcé mi cabeza cuando oí aquella voz y vi a tía Lily salir de mi ventana para acercarse a mí con cuidado. Me sonrió antes de sentarse y cubrir mi cuerpo con una manta. Le sonreí con cansancio cuando me abrazó por los hombros.

— Pensé que estabas dormida.

— Estaba hablando con el idiota de tu hermano para que volviera ya, que mañana madrugáis para ir a clase. —Besó mi sien—. Además, iba ir al baño cuando he visto tu ventana abierta y la cama vacía. ¿No puedes dormir? —Negué con la cabeza, acomodándola poco después en el hombro de mi tía—. ¿Qué ocurre?

Tomé aire, frunciendo los labios.

— ¿Te acuerdas de la chica del pelo rosa que estaba cuando llegaste a casa? —Le pregunté.

— Sí, Luka, ¿verdad? —Asentí con la cabeza.

— Es una homófoba. —Susurré, suspirando antes de frotarme el rostro. Me asqueaba decirlo, detestaba esa gente con toda mi alma y saber que alguien con la que compartía algo tan importante como la música y que estaba entrando a mi vida, fuera eso—. Y... Miku gusta de ella.

— Oh... —No me hizo falta mirar la expresión de tía Lily para saber que había puesto una mueca de asco—. Con lo sensata que parecía ser. —El tema de la homofobia, como era obvio por desgracia, le tocaba de cerca. Ella había sido víctima de un paliza homófoba en su adolescencia y pese a que las cosas habían cambiado desde entonces, aún recibía algún comentario o insulto—. ¿Lo sabe Miku?

— No, Luka solo me lo dijo a mí.

— Y... ¿se lo vas a decir?

Esa era la pregunta del millón. ¿Cómo decirle a mi mejor amiga que su crush era una homófoba de mierda?

— N-no lo sé. -Susurré, confundida.

— Rin...

— Sé que debo, pero no quiero verla destrozada. —La miré, con los ojos cristalinos y un leve picor en la nariz, advirtiéndome de la llorera—. No sabes cómo se puso cuando comenzó a pensar que Luka no le correspondería sus sentimientos y que sería una homófoba. —Recordé su voz rota y sus intentos de detener sus lágrimas—. Y ahora, resulta que su peor miedo se ha hecho realidad. ¿Por qué hemos de pasarlo tan mal amando? No es justo que una porción de la población mundial encuentre su pedazo de felicidad tan fácilmente mientras que el resto lo tenemos que pasar tan mal. ¿Por qué caemos embrujados de alguien que para nosotros está prohibido? —Aquella pregunta se formuló automáticamente y aquellos confusos sentimientos que sentía por Len y los que él sentía por mí, tomaban forma. Era completamente injusto sufrir tanto por un amor socialmente prohibido—. ¿Por qué Miku no puede amar a alguien de su mismo sexo sin temor a que les acosen y golpeen? ¿Qué hay malo en ello?

SPICE! | RiLenWhere stories live. Discover now