C13: Heridas

7.5K 672 62
                                    

Aída.

Se veían tan tranquilos, como si no hubieran hecho nada malo.

—¿Por que lo hicieron?— les grité con desesperó mientras veía a mi amigo sangrar.

—No quería hablar..— dijo Iker con una sonrisa de lado.

—¡Malditos cobardes!— continué gritando.

Ian se rió —Bueno yo que tú lo llevaba a enfermería..— decía éste —Parece que un lobo estuvo por aquí..

Voltee a ver confundida a Anzel y la parte de su abdomen estaba arañada, le salía mucha sangre.

—Dios santo..— murmuré asombrada.
Enseguida Glenn se acercó para ver la herida.

—No están profunda, si vive— aclaró esté.

A los segundos alguien entró a los vestidores, el mejor amigo de Iker, ó el ex, ya no se nada de ellos, al principio nos miró confundido, y después asustado al ver a Anzel.

—¿Lo puedes llevar a enfermería?— le pedí y esté asintió, a lo que Glenn me miró extrañado.

Los humanos salieron, y yo solo tenía ganas de matar a esos dos chicos.

Me acerqué a Iker normal, lo ví de pies a cabeza y mordí mi labio inferior, haciéndole creer lo que sea, puse mi mano en su pecho y lentamente la subí hasta llegar a su garganta, lo fulmine con la mirada y despacio penetraba mis uñas en su garganta, Ian lo iba a defender pero Glenn corrió más rápido y lo sacó volando contra la pared.

—A-aída— tartamudeaba Iker, lo miré confundida.

—¿Que dices?

Apenas iba hablar el vampiro pero yo force mi agarré, provocando que él ya no pudiera ni mencionar una palabra.
Apenas ví como Iker intentaría pegarme en el abdomen, pero mis reflejos han mejorado así que lo lancé aún lado de Ian.
Veía como los dos se retorcían, hasta que se levantaron y venían con toda la intención de atacarnos.

Sólo pude ver como Ian tenía colmillos de más, sus músculos habían crecido, era unos centímetros más alto, y se escuchaba como gruñía, al igual que un lobo.

Ian había encendido su lado hombre lobo.

Entonces así es como luce un híbrido.
Él Adamson se puso en posición de defensa, y yo lo imite, Ian es un híbrido, es mejor que nosotros.

Fue Iker quien lanzó el primer golpe contra Glenn, haciéndolo perder un poco el equilibrio. Iker sonrió victorioso y me guiñó el ojo, pero Glenn no tardó más y golpeó a Iker en las costillas, una y otra vez, eran golpes seguidos, precisos, rápidos, él sabía lo que hacía.

Ellos peleaban y sólo sentía la mirada de Ian hacia mí, me veía furioso, con ganas de hacerme pedazos, pero que no se preocupe mis intenciones eran las mismas.

Ian me gruñó como un perro rabioso, no tardó más y corrió hacia mí, me rasguño el abdomen, una y otra vez, su mirada me transmitía irá, enojo, de alguna manera si seguía así no me dejaría viva.

Lo golpeé en la cara, haciendo que esté se alejará, sus pasos iban sin equilibrio, aproveché para golpearlo una y otra vez, tenía mucho coraje hacía él, y no pude determinar cuantos golpes eran, hasta que ví como le empezaba a sangrar la nariz.

Ahí fue cuando me detuve, no se por que lo hice, había bajado la guardia a lo que el aprovecho, este me dió una patada en la pantorrilla, provocando que yo cayera en el suelo, no bastó más para reaccionar y ponerme de pie en cuestión de segundos, después de golpe tras golpe, rasguño tras rasguño, mordida tras mordida, conseguí noquearlo al darle un golpe duro en las costillas, provocando que Ian cayera de espaldas al suelo. Esté se retorcía del dolor, su cara como la mía estaban llenas de sangre, éramos irreconocibles.

Inmortales I: Prisionera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora